Tiempos diaspóricos multisituados y bifurcación témporo-espacial en la experiencia asociativa y educativa dual de la comunidad migrante de la República de Senegal en Argentina, desde epistemologías extracéntricas del Sur

(Multi-sited diasporic times and temporal-spatial bifurcation in the dual associative and educational experience of the migrant community of the Republic of Senegal in Argentina, from extracentric epistemologies of the South)

Selva Ciotti

Historia de Asia y África Contemporáneas, Departamento de Historia y Sección Interdisciplinaria de Asia y África, Museo Etnográfico, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, Puan 480, tercer piso, Of. 333

CABA, C1406CQJ, República Agentina, histdep@filo.uba.ar, Moreno 350, C1091 AAH, Buenos Aires, asiayafrica09@yahoo.com.ar

 

RECIBIDO: abril de 2021                                                          APROBADO: octubre de 2021

 

Resumen: En el presente trabajo, el objeto de focalización es la comunicación y los procesos socioculturales a partir de la coordenada de Tiempo. La temporalidad será pensada, secundada por la espacialidad, en la experiencia histórica de convivencia entre los tiempos diaspóricos multisituados de la comunidad migrante de Senegal en Argentina, cuyos Sujetos permanecen atravesados por la bifurcación témporo-espacial de su Estado Africano Poscolonial de origen. Esa condición vivida por esta comunidad migrante, es trasladada por sus sujetos integrantes a su lugar de destino, viviendo en temporalidades (y espacialidades) paralelas, entre la Modernidad Occidental capitalista que se pretende lineal, continua, homogénea, secular, laica y racional (tanto en origen como en destino), y el mundo No Occidental témporo-espacialmente marginal vivido en temporalidades circulares, heterogéneas, discontinuas, insertos en lenguajes religiosos y espirituales (también desde múltiples, ambas orillas). Los in-dividuos en comunidad, viven tensionados entre la discutida díada “Modernidad/Tradición”, lo cual queda plasmado en las esferas asociativa comunitaria (entre Asociaciones Civiles y Cofradía de la Hermandad Sufí Mourid) y educativa (entre Escuela occidental “a la francesa” con su francofonía y la Escuela Coránica del Islam Sufí en lengua étnica wolof/árabe). Esta múltiple dimensión temporal puede observarse en el calendario nacional oficial mixto (laico y multi/religioso) de la República de Senegal, elaborado como hecho social y artefacto cultural, difundido como práctica o proceso comunicacional construido tanto por el Estado, como por las mediaciones socioculturales de los Sujetos de la comunidad migrante de la diáspora en su desplazamiento. Las temporalidades múltiples y bifurcadas de (y por) la migración, temporal y espacial, están habitadas por una nueva episteme, protagonizada por Sujetos subalternos del llamado “Tercer Mundo”, afroasiáticos de sectores populares, hacedores de cultura popular, afro-indígenas y afro-árabes, que junto con sus líderes e intelectuales populares de masas se re/conocen y re/apropian de su identidad no europea postcolonial, después de siglos de traumática y alienante inserción colonial en la Modernidad.

 

Abstract: In the present work, the object of focus is communication and sociocultural processes based on the Time coordinate. Temporality will be thought, supported by spatiality, in the historical experience of coexistence between the multi-sited diasporic times of the migrant community of Senegal in Argentina, whose Subjects remain traversed by the temporal-spatial bifurcation of their Postcolonial African State of origin. This condition lived by this migrant community is transferred by its constituent subjects to their destination, living in parallel temporalities (and spatialities), between the Western capitalist Modernity that is intended to be linear, continuous, homogeneous, secular and rational (both in origin as in destination), and the non-Western temporal-spatially marginal world lived in circular, heterogeneous, discontinuous temporalities, inserted in religious and spiritual languages ​​(also from multiple, both shores). The individuals in the community live in tension between the controversial dyad "Modernity / Tradition", which is reflected in the community associative spheres (between Civil Associations and Brotherhood of the Sufi Mourid) and educational (between Western School "to the French” with his Francophonie and the Koranic School of Sufi Islam in the Wolof / Arabic ethnic language). This multiple temporal dimension can be observed in the mixed official national calendar (secular and multi / religious) of the Republic of Senegal, elaborated as a social fact and cultural artifact, disseminated as a communicational practice or process constructed both by the State and by sociocultural mediations. of the Subjects of the migrant community of the diaspora in their displacement. The multiple and bifurcated temporalities of (and by) migration, temporal and spatial, are inhabited by a new episteme, starring subaltern Subjects of the so-called “Third World”, Afro-Asiatics from popular sectors, makers of popular culture, Afro-indigenous and Afro -Arabs, who together with their popular leaders and mass intellectuals re / know and re / appropriate their postcolonial non-European identity, after centuries of traumatic and alienating colonial insertion in Modernity.

 

Palabras clave: Tiempos diaspóricos multisituados; Bifurcación témporo-espacial; Experiencia asociativa y educativa dual; Comunidad migrante de la República de Senegal en Argentina.

 

Keywords: Multi-sited diasporic times; Temporo-spatial bifurcation; Associative and dual educational experience; Migrant community from the Republic of Senegal in Argentina.

 

 

 

“La seule subjectivité est le temps…”[1]

 

Introducción

En el presente trabajo, focalizaremos en el objeto/problema de las identidades diaspóricas negroafricanas en los procesos socioculturales contemporáneos, abordando las coordenadas del Tiempo y la Memoria y el Espacio y la Cultura, con su reterritorialización y desterritorialización, mediadas por, y mediadoras de, tecnologías y tecnicidades; tanto desde el país de origen de los migrantes (aludiendo la dimensión de la política y lo político, los procesos de transformación y de hibridación en el escenario contemporáneo), como en sus lugares de tránsito y destino (abordando las identidades en la globalización y subjetividades en fluidez), a partir de la dimensión cardinal de Tiempo.

La temporalidad será analizada, secundada por la espacialidad, en la experiencia histórica de convivencia entre los tiempos diaspóricos multisituados de la comunidad migrante de Senegal en Argentina, cuyos Sujetos permanecen atravesados por la bifurcación témporo-espacial de su Estado Africano Poscolonial de origen. Esa condición vivida por esta comunidad migrante, es trasladada por sus sujetos integrantes a su lugar de destino, viviendo en temporalidades (y espacialidades) paralelas, entre la Modernidad Occidental capitalista que se pretende lineal, continua, homogénea, secular, laica y racional (tanto en origen como en destino), y el mundo No Occidental témporo-espacialmente marginal vivido en temporalidades circulares, heterogéneas, discontinuas, insertos en lenguajes religiosos y espirituales (también desde múltiples, ambas orillas). Los in-dividuos en comunidad, viven tensionados entre la discutida díada “Modernidad/Tradición”, lo cual queda plasmado en las esferas asociativa comunitaria (entre Asociaciones Civiles y Cofradía de la Hermandad Sufí Mourid) y educativa (entre Escuela occidental “a la francesa” con su francofonía y la Escuela Coránica del Islam Sufí en lengua étnica wolof/árabe). Esta múltiple dimensión temporal puede observarse en el calendario nacional oficial mixto (laico y multi/religioso) de la República de Senegal, elaborado como hecho social y artefacto cultural, difundido como práctica o proceso comunicacional construido tanto por el Estado, como por las mediaciones socioculturales de los Sujetos de la comunidad migrante de la diáspora en su desplazamiento. Las temporalidades múltiples y bifurcadas de (y por) la migración, temporal y espacial, son convivientes (dinámicas, disruptivas y confluyentes), y están habitadas por una nueva episteme, protagonizada por Sujetos subalternos del llamado “Tercer Mundo”, afroasiáticos de sectores populares, hacedores de cultura popular, memoria e imaginarios, hijos de la hibridación y los mestizajes criollos, afro-indígenas y afro-árabes, que junto con sus líderes e intelectuales populares de masas se re/conocen y re/apropian de su identidad no europea postcolonial, después de siglos de traumática y alienante inserción colonial en la Modernidad.

Este trabajo se elabora desde epistemologías y matrices de pensamiento alternativas en el campo de la Comunicación, destacando sus aportes disciplinares en la conceptualización de los procesos socioculturales asociativo y educativo del colectivo migrante del África Occidental Subsahariana francófona de Senegambia en su diáspora en la Ciudad y Provincia de Buenos Aires, Argentina. Nos ubicamos como sujetos e intelectuales, junto con los autores abordados, luego de la ruptura epistemológica (y económico/política) que entre fines de la década de 1960 y principios de 1970, modificó el anterior esquema dual de Comunicación. Creando nuevas epistemologías y matrices de pensamiento extracéntricas desde el Sur, en una historicidad endógena con conciencia social, la propuesta está situada temporal y espacialmente desde el No-Centro, desde la “periferia”, más allá del Norte global, desde la Modernidad extraeuropea con destiempos, no homogénea, proponiendo atender más a las Mediaciones socioculturales que a los Medios. La Massmediación es la esperanza del Sujeto que ejerce Mediaciones como estrategias propias convenientes, que es un actor histórico, que toma lo que es dado modificándolo y reinterpretándolo en múltiples ocasiones/Tiempos, desde un lugar/Espacio suyo, y desde alternativos puntos de vista espacio-temporales, permanentemente multi-situado. También es el Sujeto que se identifica en el Pueblo, reencontrándose en las Masas, esporádicas colectividades contenedoras del in-dividuo ante la contingencia del fin de la Modernidad. En este marco, la propuesta es promisoria, tanto para el sujeto de investigación como para el cientista social, en pos de romper con la razón dualista y afirmar el entrecruzamiento en lo masivo de lógicas distintas, hallando una matriz cultural y un sensorium de masas ajeno a las élites, que constituye un “lugar” de interpelación y reconocimiento de las clases populares, en las cuales tanto el sujeto receptor como el intelectual puede/n reconocerse y reencontrarse.

En esta investigación, los conceptos son recuperados por sus aportes al análisis de la bifurcación de la temporalidad (y espacialidad) en relación a la comunicación y los procesos socioculturales asociativos y educativos de la comunidad migrante senegalesa en el mundo postindustrial globalizado, centrándonos en su/s historicidad/es. Las categorías que permiten (re)pensar este tema desde un enfoque comunicacional pueden agruparse en tres instancias, que desarrollaremos en una tríada de apartados sucesivos: el primero, epistemológico desde matrices de pensamiento; el segundo, desde la bifurcación témporo-espacial multisituada de la migración senegalesa; y el tercero, desde la casuística histórica, sobre la dualidad asociativa y educativa de la comunidad diaspórica, plasmada en el calendario oficial como artefacto sociocomunicativo, histórica y geográficamente bifurcado.

 

 

 

I. Epistemologías desde matrices de pensamiento extracéntricas del Sur

El encuadre histórico/teórico/epistemológico de nuestro trabajo está dado, desde la disciplina comunicacional latinoamericana, por el quiebre epistémico de la década de 1970, momento del cambio del paradigma dual estructural determinista objetivado de la comunicación (Emisor dominante-Receptor dominado) en el cual el protagonismo técnico lo tenían los medios de comunicación, al enfoque subjetivista de la massmediación, en el cual el Sujeto tiene un rol activo desde su lectura política de matriz sociocultural, atendiendo más a las Mediaciones socioculturales que a los Medios, quitando la mirada de la Estructura y volviendo la vista hacia los Sujetos, situando al sujeto social que ejerce Mediaciones como estrategias propias y convenientes, como actor histórico que toma lo dado modificándolo, reinterpretándolo, y construyendo lo masivo. Como toda epistemología postindustrial, quita la vista de la Estructura y la vuelve hacia el/los Sujeto/s, dotando a las Ciencias Sociales de una mirada esperanzadora frente al gran poder ejercido por los medios de comunicación como corporaciones monopólicas bajo el neoliberalismo tardocapitalista. Adoptamos este nuevo posicionamiento epistemológico que permitió superar el esquema dualista anterior caduco, buscando rescatar al Sujeto receptor de su determinante Estructura, subjetivizándolo mediante el concepto de Massmediación, que operó un desplazamiento desde aquella vieja episteme, para pasar a una teoría centrada en las mediaciones subjetivas del receptor crítico activo, actor culturalmente identificado y geo-históricamente situado, que reinterpreta lo que recibe, re-apropiándoselo estratégicamente[2]. En este sentido, también recuperamos el concepto de “Mediación” aportado por la Crítica Literaria de los Estudios Culturales del marxismo británico, que criticó el Esquema Reflejo-Objeto de determinación mutua entre la Base/Infraestructura económica y Superestructura cultural idealista, mediante el cual la idea de la cultura como Reflejo fue impugnada y reemplazada por la idea de Mediación. La sustitución de la metáfora del “reflejo” por la metáfora de la “mediación” en los setenta, superó la pasividad de los sujetos, que ya no alienados, mostraron su agencia activa en los procesos histórico-sociales, afirmando que la cultura es una mediación de la sociedad. En este proceso de mediación positivo y sustancial constituyente (Vermittlung), tiene lugar el proceso mediador de un modo tanto independiente como determinado, tomando protagonismo la producción de significados y valores del proceso social general de significación y comunicación[3]. Desde la Sociología y la Pedagogía Crítica latinoamericanas, nos apropiamos de los conceptos de matriz cultural y de temporalidades paralelas contrastantes entre la Modernidad occidental y el mundo no occidental extracéntrico del Sur. Al mismo tiempo que al Sujeto, la ruptura epistemológica situó geo-históricamente a la Episteme Moderna capitalista -que se había autoenunciado lineal, hegemónica, totalizante y universal-, limitándola en su Espacio-Tiempo de surgimiento, contextualizándola críticamente y descubriendo sus motivaciones económicas y políticas europeo-céntricas y universalizantes. Historizando esa producción del conocimiento, se develó que estaba atravesada por la epistemología dominante del hemisferio norte y Europa como Centro del Mundo Ilustrado y Capitalista, y marcada por sus parciales e interesadas condiciones de surgimiento y existencia. La Modernidad colonial extraeuropea, en América Latina como en África, había sufrido, bajo la Episteme Moderna Eurocéntrica previa, la amputación de sus voces silenciadas, y la invisibilidad de sus temporalidades discontinuas y geografías extra-céntricas. La propuesta situada temporal y espacialmente desde la “otra” Modernidad con destiempos y heterogénea, presentó una epistemología alternativa que rescató a la mitad olvidada por aquella Modernidad sesgada, reinsertándola en el Mundo Moderno, completándolo. Podemos ilustrar esta completitud mediante el ejercicio comparativo contemporáneo de “Vidas paralelas” (retomado de Plutarco), que arroja un claro balance Exclusivo europeo/Inclusivo extraeuropeo el cual, apuntalando la construcción de una opción epistémica y política sureña global, construyó una genealogía propia de liderazgos alternativos del Pensamiento Nacional, democrático, y Popular en y desde el Sur[4]. Siguiendo este planteo, en un contrapunto de “vidas paralelas” revelador, mientras que la V República del General Charles De Gaulle maduraba en Francia reprimiendo la rebelión obrero-estudiantil juvenil de Mayo de 1968; en África y Asia florecía el Movimiento de los Países No-Alineados africanos y árabes de Tercera Posición, con el surgimiento del sujeto afro-asiático en proceso de descolonización, en la primavera de las Independencias y las luchas anticoloniales, inspiradas tanto en la India del Swadeshi/Swaraj de Nehru/Gandhi, y la Indonesia de Sukarno, como en la Ghana del Panafricanismo de Nkrumah, la Tanzania Ujamaa de Nyerere y el Senegal de la Négritude de Senghor[5].

Estos autores señeros construyeron así una episteme alternativa de conciencia histórica para pensar la Comunicación, el Arte y la Educación en y desde el no Centro. Del mismo modo, desde las décadas de 1970 y 80 se alzó en el África negra y Asia del Sur una nueva epistemología de la Modernidad alternativa, protagonizada por (objetos devenidos en) sujetos de investigación afro-asiáticos históricamente oprimidos, plasmada en las corrientes intelectuales interdisciplinarias de Estudios Poscoloniales y Culturales (Postcolonial & Cultural Studies)[6] encarnadas en la revista afrofrancófona senegalesa, fundacional del Movimiento de la Négritude, Présence Africaine[7] y en el Colectivo Indio de Estudios Subalternos con su publicación Subaltern Studies[8]. Desde la “Afrotopía”[9], utopía de esa episteme alternativa histórica y geográficamente situada, la Ciencia Política y Social africanista criticó el “Paradigma del Yugo” que asignaba una periodicidad exógena europeocéntrica y una inadmisible pasividad a los actores históricos africanos prolongando su “sociología de la dominación”, proponiendo en su lugar una “sociología histórica de la acción”, que postula la historicidad endógena de las sociedades africanas, en un ejercicio regional de agenciamiento, recuperación de memoria histórica y soberanía cultural[10].

II. Tiempos diaspóricos multisituados y bifurcación témporo-espacial

A continuación, analizamos nuestros dos objetos/problemas focalizando en los procesos socioculturales contemporáneos de dislocación espacio-temporal diaspórica de las migraciones, combinando las coordenadas Tiempo y Espacio: tanto desde Tecnologías, tecnicidades e identidades. El tiempo y la memoria; como desde El espacio y la cultura. Reterritorialización y desterritorialización.

Abordamos las identidades diaspóricas negroafricanas en los procesos socioculturales contemporáneos, definiendo las Diásporas como redes transnacionales descentradas compuestas de múltiples centros, con conexiones descentralizadas laterales, que construyen mapas de fenómenos diaspóricos sometidos a permanente rediasporización. Allí los sujetos ejercen el rol de mediaciones culturales como discursos de traducción cultural que exceden el Tiempo y Espacio de los Estados-Nación tanto en origen como en destino, forjando una conciencia diaspórica que hace emerger una modernidad polifónica. Podemos concebir un espacio diaspórico en el Middle Passage del corredor del Atlántico Negro (“Black Atlantic”), con temporalidades modernas críticas y discrepantes, aunque sincopadas[11]. En esta investigación, puntualmente analizamos las Migraciones al exterior del continente africano, desde Senegambia como unidad territorial regional de análisis, de los sujetos migrantes senegaleses de etnicidad wolof apodados “Modou-Modou”, abreviación del nombre Mamadou muy corriente entre los wolof del país. Para emigrar, ellos forman cadenas, redes migratorias y sistemas de migración, basados en la selectividad en origen y en la adaptación e integración en destino[12]. En ellas, los factores estructurales se entremezclan con elementos económicos, familiares y comunitarios de la familia nuclear, la familia extensa, y la comunidad[13].  

Atendiendo a lo anterior, en este trabajo entendemos la categoría de Sujeto postulando la emergencia de nuevos sujetos sociales poscoloniales con polos múltiples de identidad, que emergen de sus también múltiples prácticas socio-educativas. Es, en este planteo, un sujeto activo que supera la estructura de su determinación, constituyendo/se como sujeto mediante sus experiencias en la historia y la política, transformándose a sí mismo y al mundo. Los polos de identidad múltiples en torno a los cuales los sujetos se constituyen (identidad étnica, etaria, nacional, racial, de género, sexual; además de la clase), operan una sobredeterminación del sujeto en la cual éste toma referencias móviles de identidad con ejes coyunturales. En este punto, los conceptos althusserianos de interpelación y sobredeterminación explican la transformación de los individuos en sujetos de la sociedad. Estos sujetos sociales alternativos sobredeterminados e interpelados por la estructura, actúan como agentes que intervienen dentro del discurso ideológico hegemónico, superando la dualidad y operando mediaciones. También retomamos la articulación como ordenamiento de lo social logrado a través del cierre/apertura, definiendo la estructura discursiva como práctica articulatoria del sujeto. Mediante los conceptos de articulación y hegemonía de la escuela althusseriana, afirmamos que en las sociedades industriales avanzadas las diferencias no son fijas, sino articulaciones hegemónicas estructuradas por el sujeto en su sobredeterminación. presentando a las identidades como incompletas, abiertas, políticamente negociables y no fijas. La articulación del discurso depende del momento, que lleva al sujeto a ponderar un elemento en su formación discursiva operando una apertura o un cierre, por lo cual toda identidad es relacional, siendo determinada y también determinando. Los sujetos políticos son, como toda identidad social, significantes flotantes[14]. En nuestro estudio de caso la noción de sujeto es idiosincrática, puesto que “en África no ha surgido el tipo de política diferenciada que constituye el fundamento de la política en Occidente”[15], siendo que el individuo permanece enraizado dentro de redes familiares, parentales y comunitarias de las que procede, por eso, la noción de “individuo” deslindado de su comunidad, de factura occidental, no encuentra asidero empírico aquí, siendo el mismo término “individuo” erróneo, porque implica una separación de la comunidad que no existe, ya que los africanos pueden ser al mismo tiempo modernos y “no individualistas”[16].

La bifurcación témporo-espacial del Estado poscolonial senegalés de origen de los migrantes, se comprende mediante el concepto de despotismo consuetudinario descentralizado, que nos explica la centralidad que tuvo el Morabito, Jefe tradicional de la Cofradía Islámica Sufí Mourid, en el armado estatal desde la etapa tardocolonial, como actor fundamental que posibilitó la segregación jurídico-espacial entre el Centro costero “moderno” y la Periferia rural “tradicional” del país, y facilitó la dominación política en el Estado dual. El Islam penetró tardíamente en Senegambia hacia el Siglo XIX, y dentro de la interpretación Sunnita del Islam, las cofradías musulmanas mayoritarias son de inspiración Sufí. Estos dirigentes morabitos de las fraternidades sufíes, líderes locales de mayoritaria etnicidad wolof, inicialmente resistieron militantemente al colonialismo francés blandiendo la espada del Islam mahdita. No obstante, las fraternidades fueron convirtiéndose en “asociaciones religiosas de ayuda mutua con fines económicos” al avanzar la colonización, luego de la muerte de dirigentes islámicos icónicos de la Cofradía, como el jeque Ahmadu Bamba[17]. Así, el Marabout pasó a ser el eslabón administrativo de dominación estatal en el ámbito rural, funcionario clave de la colaboración dentro del aparato gubernamental, hasta concentrar el poder temporal/político de “La Corona” y espiritual/religioso de “El turbante” en su poderosa y onmipresente figura local. Esto configuró un esquema estatal (temporal y espacialmente) dual complementario de Centro-Periferia que el Estado colonial senegalés heredó a su sucesor, el Estado poscolonial independiente[18]. En esa dualidad, el rol del Jefe Morabito como intermediario ambivalente siguió siendo clave, por eso, dentro del tiempo y espacio “tradicional” que los senegaleses migrantes viven en origen y trasladan a destino en su desplazamiento, destacamos el protagonismo del Marabout, ya que los wolof son en su mayoría adeptos a la Cofradía Murid[19].

Esta investigación rastrea las mediaciones socioculturales que atrajeron a esta “migración exitosa” del África subsahariana francófona desde sus sociedades de origen a la de destino, la Argentina, Sur de CABA y Conurbano Sur de la Provincia de Buenos Aires. Creemos que las condiciones estructurales político económicas, tanto en las sociedades de origen como en la de destino, fueron determinantes en sus trayectorias migratorias. La crisis de los sistemas democráticos postindependientes africanos o “africanización” de la noción de legitimidad política[20], la consecuente militarización, las guerras civiles internas y la apertura económica neoliberal irrestricta, configuraron los factores del “push” que los expulsaron de sus sociedades de origen, en tanto que el “absolutismo democrático” de la década de 1990 menemista y la paridad cambiaria peso-dólar de la convertibilidad -así como la imposibilidad legal para residir en los EEUU y Europa Occidental- configuraron los factores del “pull” que los atrajeron inicialmente hacia la sociedad de destino[21].

Abordando las coordenadas del Tiempo y la Memoria, afirmamos que la temporalidad epistemológicamente alternativa de matriz sociocultural endógena se encuentra, después del quiebre epistemológico de los setenta, en la historicidad de los pequeños espacios y cortos tiempos, y en los micro-espacios (asociativos y educativos) de la cotidianeidad que habitan los sujetos no occidentales, forjando allí una conciencia histórica situada en tensión entre su subjetividad y su alienación, y revelando sus desajustes temporales, diversos conceptos de Tiempo, temporalidades plurales, varios ritmos y fenómenos temporales[22]. Junto con esas dislocaciones del Tiempo, se revelan los nuevos mapas trazados para la conservación de la Memoria en el marco de las civilizaciones técnicas de la globalización, presentándose la crisis de la Moderna experiencia del Tiempo. Para los sujetos migrantes en desplazamiento, el Tiempo lineal de la Modernidad se ve fracturado e invadido por retazos de Tiempo cíclico premoderno (encarnado en el liderazgo “tradicional” espiritual-temporal del Marabout), y lineal Moderno (plasmado en la narrativa independentista de la República de Senegal como Estado -que se pretende- Nación, con su ciudadanía emanada de la Négritude de su primer presidente-poeta Léopold S. Senghor), puesto que la globalización está acompañada por la emergencia de memorias y narrativas locales y grupales, emergidas desde los fragmentos de la Nación[23]. Para los sujetos migrantes, en este Tiempo vacío de la posmodernidad, nace un nuevo sensorium desde el reino de la Imagen, que crea una nueva identidad hecha de fragmentos, residuos, y arcaísmos, dado que África vincula en su ritmo, de modo diverso, la tecnología y la Modernidad. En esta experiencia africana diaspórica tardomoderna y culturalmente periférica, dialogan múltiples narrativas de lo nacional, heterogéneas memorias, y diversas temporalidades del mundo, desacreditándose la instancia dualista ilustrada que separaba en pares opuestos la emotividad/razón, lo privado/lo público, el individuo/la sociedad. Esta nueva situación fluida, plural, descentrada, trae la alteración topográfica, espacial y temporal, de los principios del mapeado, y con ella, la deslocalización en el Espacio es también destemporalización en el Tiempo. Adicionalmente, se produce una fractura de los marcos temporales de experiencia y de poder[24] entre el Trabajo y el Capital, dado que el espacio-temporalidad de las élites no es igual que el de las mayorías, el poder global atemporal de redes y flujos de las primeras se enfrenta con el dislocado Espacio-Tiempo local de las identidades, moldeadas en la multiplicación de referentes desde los que el sujeto se identifica. Las nuevas temporalidades que surgen de la mano de la tecnicidad, transforman la estructura de la Temporalidad Moderna, mientras que la visibilidad cultural abre nuevos Espacios y Tiempos, y la cultura moderna se quiebra con su orden temporal sucesivo, primando la simultaneidad de presentes, en el estallido del orden sucesivo lineal. La tecnicidad mediática urbana que viven los migrantes en origen y en destino como dimensión estratégica de la cultura, configura sus nuevos campos de experiencia de desterritorialización y relocalización de identidades e hibridaciones culturales en la diáspora[25].

Existen también nuevas configuraciones del Espacio y la Cultura, con su reterritorialización y desterritorialización, en la Modernidad Tardía de las sociedades contemporáneas, puesto que la tecnificación a través de medios masivos de comunicación torna obsoleta la idea de moderna homogeneidad del Estado-Nación. En su lugar, surgen “paisajes desfigurados”, caracterizados por la pérdida de la centralidad, la deslocalización, y el protagonismo en las vidas de los individuos tardomodernos de la tecnología como no lugar virtual, que lleva a la desterritorialización. De este modo se produce el fin del Espacio, de las distancias, y de las fronteras, iniciándose “la globalización imaginada”[26] y el viaje transnacional de la diáspora y la migración transatlántica. En esta instancia histórica, el Espacio es ocupado de manera alternativa a la plena y continua ocupación de la modernidad, de maneras diversas de acuerdo con las fuerzas sociales en pugna, puesto que el Espacio y el Tiempo son categorías socioculturales, que varían con las sociedades a las cuales corresponden. Esto conforma una territorialidad desarraigada, en la cual el espacio global y la ciudad global ocupan, paradójicamente, un lugar central, desde el cual desarrollan interacciones clave (Sassen). Se confirma, de este modo, que el Espacio y Tiempo son categorías sociales pertenecientes a un determinado tipo de civilización, que mantienen una estrecha relación con la materialidad del mundo moderno nacido junto con el capitalismo. El “capitalismo flexible” tardío, económica y tecnológicamente, consolidado bajo la globalización, modifica la espacialidad moderna haciendo que el imaginario colectivo traspase los límites, incentivando la desterritorialización de las migraciones transnacionales, mediante la creación de identidades planetarias, diaspóricas, que configuran sujetos en movimiento que viven experiencias atravesando sucesivos no/lugares móviles, identificándose con múltiples polos cambiantes de identidad, en fluidez. Superando el dualismo conceptual de unidades antitéticas, deben pensarse mediaciones y articulaciones que realizan los sujetos en fluidez, en el espacio como conjunto de planos atravesados, mediante la noción de líneas de fuerza entrecruzadas en una situación determinada. Nociones de transversalidad y de atravesamiento son centrales para entender la mundialización de la cultura y la transversalidad espacial, y pueden ser percibidas desde la cotidianeidad experimentada por los sujetos, que circulan en redes desconectadas y reconectadas permanentemente. Por eso, advertimos que al fenómeno tardo-moderno de la desterritorialización le sigue la reterritorialización, que rearticula las identidades y sujetos en una territorialidad dilatada compuesta por franjas independientes que sin embargo se juntan, se superponen. Esta situación puede anclarse en la experiencia migratoria del colectivo senegalés en la Ciudad y Provincia de Buenos Aires, puesto que, en la migración africana, la desterritorialización descentrada hunde sus frágiles raíces en fluidez tomando referencias múltiples y sucesivas que balizan la experiencia de desarraigo y movimiento hasta la reterritorialización[27].

Analizamos la integración/exclusión del colectivo migrante senegalés en su destino en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, capital de la República Argentina, durante la Historia Reciente desde la década de 1990, utilizando la categoría de Politicidad, que define el espacio público como la acción pública y roles públicos que configuran la identidad, en un mundo tardo-moderno caracterizado por la pérdida de solidez, la liquidez y la evanescencia. Ante la pérdida de la comunidad, los in/dividuos -tanto los migrantes como los receptores de la migración- participan -tanto en origen como en destino-, de las políticas definidas en el “espacio público” como “tema público”, que los nuclean y dividen como sujetos, en torno a un miedo público difuso e indefinido por la soledad y los “intrusos” racializados. De este modo, las nuevas comunidades de solitarios asustados sin comunidad delegan en los administradores del espacio público la gerencia del miedo, la sospecha y el odio, mientras que las penurias y sufrimientos fragmentados, dispersos y espaciados abonan el disenso, esperando que el Estado ejerza la protección colectiva frente a la criminalización, abriendo el espacio de la xenofobia[28].  El debilitamiento de la seguridad, la certeza y la protección modernas, abrieron una desconfianza existencial corrosiva que en la tardomodernidad globalizada obliga al sujeto a vivir en la incertidumbre, caracterizada por la pérdida de seguridad en el empleo, y la contradicción entre el aumento del poder del capital y la disminución del poder político de las instituciones, de manifiesto en su ausencia de agencia. En este marco, la autoidentificación se sirve del olvido para iniciar nuevos comienzos en una volatilidad endémica, porque, dado que el tiempo siempre es escaso, la identidad es un “yo transitorio” que llena la vida de identidades asesinadas. De este modo, en sus sociedades de destino, los parcialmente desplazados, migrantes definidos como “intrusos”, son parcialmente excluidos, sufriendo la más cruda contradicción de la globalización, en la cual, mientras el capitalismo tardío neoliberal propugna la transparencia y la flexibilidad, atravesado por redes de flujo sin limitaciones de Espacio-Tiempo, dotándose de más certezas y liberalización del movimiento; por otra parte reina la incertidumbre tanto entre los capitalistas como entre los marginados. Así, diferentes temporalidades y distintas velocidades de acción se imponen entre ambos polos: la velocidad de los poderosos se opone a la quietud de los desposeídos, inaugurando una nueva polarización intersocial e intrasocial. En esta etapa, el neoliberalismo también mina la solidaridad y la reciprocidad, caracterizado por la pérdida de las redes horizontales del sujeto, augurando el fin de la sociedad, derribando al individuo como agente crucial de la Modernidad y sus totalidades, y a la Nación y la Familia como instituciones que establecían nuevos puentes modernos hacia la inmortalidad[29]. Estas totalidades se ven debilitadas bajo la globalización, en la cual el Estado padece de una soberanía débil y poca capacidad autárquica, debilitándose las redes políticas de protección. Entonces, como respuesta existencial, crece el lugar tardomoderno de la Religión -“El Turbante”- en relación a la Política -“La Corona”-[30] cuando sobreviene la privatización de la desprotección existencial, que es la privatización de los miedos. En ese momento, ante la desaparición de la comunidad se constituyen “comunidades tipo perchero”, donde la desprotección está privatizada, y así tuvo lugar el crecimiento diaspórico de adeptos a la Cofradía Muridí y el aumento de su protagonismo económico-político respecto del Asociativismo Laico, en las Cadenas y Redes migratorias, tanto en origen y Middle Passage, como en destino[31]. Observamos mediante Registros Etnográficos de Campo, el funcionamiento de Cadenas y Redes Migratorias superpuestas, como sostén entre distintas comunidades migrantes en destino, para lograr la inserción sociocultural, al ver en el edificio donde se desarrolló la jornada electoral de la Asociación de Residentes de Senegal en Argentina que “Los cuartos del primer piso, (estaban) presumiblemente ocupados por familias de otras comunidades migrantes a la Ciudad de Buenos Aires. Tuvimos conocimiento de que la casa era poseída por un señor de nacionalidad paraguaya, que continuamente atravesaba el vestíbulo entrenado y saliendo a la calle durante el evento, y el cual también nos trajo vasos para el refrigerio, y se encargó de facilitar los servicios que el alquiler del salón incluía. De este modo, pudimos constatar prácticamente que los colectivos migrantes de los países limítrofes que hace algunas décadas –desde 1990 aprox.- llegaron a la Argentina y a la CABA, mejor instalados e integrados material y culturalmente, como era el caso de estos integrantes de la comunidad paraguaya, establecían relaciones de dependencia/interdependencia con los nuevos migrantes del colectivo senegalés, desde una situación de superioridad material/cultural/simbólica, por identificarse como hispanoamericanos-migrantes limítrofes-migrantes pioneros. A su vez, también, la condición de extranjeros migrantes los aunaba por sobre sus diferencias, creando entre ellos nexos, cadenas y redes que colaboraban con la difícil integración e inserción de ambos en la sociedad de destino”[32].

Observamos la politicidad desarrollada en el espacio público, como acción pública y roles públicos que configuran la identidad, desde nuestro citado Registro de Campo de las Elecciones de la Asociación de Residentes de Senegal en Argentina, “cuando entramos al salón, observamos a nuestra derecha, junto a la gran ventana que daba a la vereda, una mesa central con tres sillas dispuestas entre ésta y la pared, que luego comprendimos, estaban reservadas minuciosamente para el Secretario M., el Presidente saliente T., y el Vicepresidente G. Dispuestas en ronda, a ambos lados de estos asientos, se encontraban más sillas contra las paredes laterales, para que los asociados pudiesen sentarse a participar de la reunión. Estas sillas en ronda llegaban hasta la altura de la puerta de entrada al salón. A partir de allí, se ubicaban una gran cantidad de asientos a modo de butacas de teatro, uno al lado del otro, hacia atrás, hasta llegar al final del salón. Esta disposición espacial denotaba claramente una desigual participación de los asistentes en el evento, puesto que, una vez ocupadas las sillas, descubrimos que la ronda fue completada, entre otros, por quienes llegaron a tiempo al comienzo de la tertulia, entre ellos, autoridades religiosas musulmanas de la Cofradía Mourid y, casi oculta junto a la puerta de entrada, la esposa del Vicepresidente y futuro Presidente, la Sra. S. Podemos suponer que la llegada relativamente a tiempo -teniendo en cuenta la también relativa puntualidad senegalesa- puede deberse a las distintas actividades semanales que desempeñan los integrantes de la comunidad, denotando también la estratificación clasista de sus integrantes en la sociedad de destino. Esto quedó manifiesto puesto que la llegada puntual y ubicación central, en el día lunes de la reunión, correspondió a los trabajadores manuales formales y sus familiares –Secretario M., Vicepresidente G. y Sra.-, y a los trabajadores intelectuales –Presidente Prof. T. y autoridades Mourids-, mientras que las llegadas posteriores, ya comenzada la reunión, fueron de muchachos empleados en la venta informal ambulante, los cuales tomaron asiento junto con nosotros, en los sitios que aún quedaban sin ocupar entre las sillas-butaca”[33].

Concebimos aquí al Estado Poscolonial Senegalés de origen de los migrantes, al igual que a la República Argentina de destino, como un “neoliberalismo criollo” en el cual la Modernidad ancló de forma idiosincrática, dando lugar a una “secularización inconclusa”. Esta realidad extra-céntrica insuficientemente secularizada obligó a los sujetos a resguardarse en lugares tradicionales de saberes y lógicas pre-globalización como nuevos espacios de interpretación, que aunados a los medios de comunicación, desafiaron la centralidad y legitimidad de las modernas instituciones. En este marco, emergieron competencias como los fieles consumidores de ideologías, enunciadores de narrativas que disputan el poder de representación desde saberes que constituyen subjetividad/es, y pueden articularse con la racionalidad neoliberal. Estos actores individuales o colectivos (taalibes de la Cofradía Islámica Sufí Mourid), producen articulaciones (Althusser) para resemantizar viejas prácticas a través de nuevos referentes de sentido. El el caso estudiado de la migración del colectivo senegalés a la Argentina, puede afirmarse que la Cofradía Islámica Sufí Mourid cumple con los requisitos antedichos, brindando una red transnacional protectora (espiritual, económica), a los sujetos migrantes en desarraigo y fluidez, basándose en una narrativa de saber-poder tradicional y local, que logra articularse eficientemente con la lógica global neoliberal. Las narrativas terapéuticas del neoconservadurismo fortalecido bajo el neoliberalismo también tienen resonancia aquí, destacando a la creencia, y el saber práctico y eficaz de los marabouts o morabitos de la Cofradía de la comunidad senegalesa, como baliza orientadora pre-moderna en la experiencia cotidiana móvil de los taalibes como sujetos diaspóricos. Los inviables e indeseables migrantes del neoliberalismo, que persiguen futuros de manera intinerante, articulan esas prácticas alternativas como forma de acceder a un proyecto de vida con futuro. En ellas, en la figura del Marabout (líder espiritual de la comunidad Sufí Mourid), se juntan la representación autoritaria del mundo, la representación terapéutica y la representación mágica, configurando subjetividades que no obstante, no tienen potencia para negociar la reconfiguración del tejido social forjada por el neoliberalismo depredador[34]. 

 

III. La experiencia asociativa y educativa dual senegalesa entre “Modernidad/Tradición”

En este último apartado, describimos la experiencia socio-educativa forjada por el colectivo migrante senegalés en la diáspora porteña y bonaerense, marcada por la dualidad temporal y espacial, emulando el funcionamiento bifurcado centro-periférico complementario de su Estado poscolonial africano de origen, en la República sudamericana de destino. Comprobamos que “La aventura ambigua” senegalesa vivida en origen entre los ejes de “Modernidad” y “Tradición”, que fue descripta para la experiencia educativa poscolonial de la República subsahariana independiente[35], quedó plasmada también en el modelo asociativo, al ser transladada en su desplazamiento por los sujetos diaspóricos a destino, encarnando por igual el modelo dual, tanto en sus trayectorias educativas como en las asociativas. Retomamos aquí el concepto de epistemes institucionales asociativas y educativas, como espacios de poder constituido en los cuales debe insertarse dialécticamente el sujeto negro-musulmán migrante, imprimiéndoles su diversa temporalidad, y constituyéndolos. En el enfoque comunicacional dialéctico en la Educación (y el Asociativismo Civil) propuesto desde el giro copernicano de los ’70, vemos el pasaje de las objetivaciones a las subjetivaciones culturales, posible mediante la educación como “acción política” y hecho político subjetivizador emancipatorio y humanista. Ese principio de superación requiere actos subjetivos e intersubjetivos creadores y transformadores de cultura, que complementen el camino de bajada de lo objetivo a lo subjetivo de la endoculturación; con el camino de subida, de crítica, transformación y creación de la cultura, produciendo el cambio desde la transmisión reproductora de la cultura  a las productoras creaciones culturales, en las que la educación transforme al individuo receptor en un creador con crítica alerta y racional, produciéndose el alumbramiento del espíritu normativo autónomo en el sujeto. Este paso temporal de la objetivación a la subjetivación constituyente puede observarse tanto en el asociativismo diaspórico de la comunidad migrante, como en sus experiencias de escolaridad (tanto en origen como en destino), mediante las cuales los sujetos se constituyen como agentes de cambio social desalienados[36].

Por eso, por un lado, construyeron, desde la modernidad occidentalizada francófona, una asociación que reforzase su identidad asociativa laica, secular y ciudadana, la Asociación Civil de Residentes de Senegal en Argentina (ARSA) con sede de reunión itinerante en CABA y presidencias pro-témpore de sujetos evolués (Profesores universitarios, intelectuales, profesionales independientes, trabajadores calificados de transnacionales, en su mayoría graduados en la Universidad Cheik Anta Diop de la República de Senegal con sede en su capital Dakar), electos en democracia directa por voluntad de sus asociados del colectivo migrante. Según nuestro Registro de Campo Etnográfico de Observación con Participación en una decisiva jornada electoral, “Desde su fundación en 2007, la Asociación estaba presidida por el intelectual senegalés Doctorado en Artes y Letras, Prof. B. T., oriundo de la ciudad capital, Dakar. Como investigadores, teníamos conocimiento de que el vicepresidente de la Asociación, el chapista empleado por la empresa automotriz Ford, nacido en la región separatista sureña de Casamance, Sr. A. G., era el candidato que mayor legitimidad poseía entre los integrantes de la comunidad para ganar las elecciones que presenciaríamos y lograr la nueva Presidencia”[37]. Avanzada la Asamblea, “El jovial secretario de la Asociación dio comienzo a la reunión sentado frente a la mesa principal, a la que todos mirábamos, hablando en wolof por un micrófono. A su lado, hacia la derecha nuestra e izquierda suya, se ubicaba el presidente T., que a su vez tenía, a su izquierda, al vicepresidente G. M. introdujo la palabra del Presidente saliente con una cuidadosa etiqueta, dirigiéndose a los asociados votantes. A continuación, B. comenzó su largo discurso, traduciendo sus palabras al francés y el español, para nuestra comprensión, estableciendo un nexo académico con los investigadores universitarios visitantes que marginaba por un momento a su propia comunidad del diálogo. Él es un hombre apuesto y correcto, un culto evoluée formado entre la Universidad Cheik Anta Diop de Dakar, Senegal, y la UBA y la UNTREF de Argentina, muy estimado y admirado por los asociados, que mediante un gran esfuerzo de integración ha alcanzado gran legitimidad entre sus pares académicos africanistas argentinos. Dicho trabajo fue el que probablemente lo alejó de la labor comunitaria para la Asociación, como él mismo argumentó al explicar sus razones para terminar su mandato como presidente. El relato de T. estuvo plagado de referencias a su país natal común en la figura del moderno Estado-Nación, a su historia independiente, su administración, su diplomacia, sus presidencias, al nombrar a la tríada Leopold Sédar Senghor-Abdou Diouf- Abdoulaye Wade. Disertó sobre cuestiones administrativas de la Asociación, expuso cartas diplomáticas, y rindió cuentas de la labor efectuada durante sus años como presidente. Su exposición era escuchada atentamente por los presentes, mientras llegaban otros asociados que habían logrado terminar su día laboral y ocupaban sus lugares”[38].

En el ámbito educativo, esta misma inspiración cívica, laica y secular vehiculizada por la francofonía la hallamos en la asistencia de los niños senegaleses a la Escuela occidental francófona en origen, así como los hijos del colectivo migrante, mayormente nacidos en Argentina, asisten a la Escuela pública o privada laica, aunque en ocasiones, se eduquen en instituciones privadas que también imparten educación religiosa islámica, como en el caso del Colegio Argentino Árabe Islámico “Omar Bin Al Jattab” del barrio de San Cristóbal, CABA. Como muestran nuestros Registros, “Las conversaciones que aprovechamos para mantener en esta previa eleccionaria fueron muy ricas, tanto personal como profesionalmente. Pude conversar, entre otros, mínimamente con A. y mayormente con S., sobre sus hijos O. y Ah. nacidos en Argentina, el Colegio Argentino-Árabe al que asisten, su casa, el negocio de artesanías y peinados tradicionales senegaleses que montó en un local de la calle Lavalle, la migración suya junto a su esposo en la década del ´80, la situación económica actual de Senegal, el diferente patrón migratorio actual de las mujeres senegalesas en general y de sus hermanas en particular hacia la Argentina, el aprendizaje escolar de la lengua árabe en su familia, por sus hijos, más por su hijo que por su hija, su despreocupada ignorancia al respecto, la lectura masculina del Corán por su esposo y padre de familia, la asistencia a la Mezquita, etc. S. es una mujer hermosa e inteligente a la cual conocía, junto con A. y su familia, desde mi militancia en la Asociación de los Africanos del Cono Sur y en el Movimiento de la Diáspora Africana en la Argentina. Ella nació, al igual que A., en la ciudad de Ziguinchor, capital de la región de Casamance, que padece, desde la independencia senegalesa en 1960, los enfrentamientos entre el Ejército regular del país y las tropas del separatista Movimiento de las Fuerzas Democráticas de Casamance –MFDC-. S. me contó que pertenece matrilinealmente, por la vía de su madre, a la etnia dioula, al igual que su esposo, y que esa es la lengua que se hablaba en casa de sus padres en Senegal, y que habla su familia en su casa de Sarandí, Avellaneda, principalmente; además del wolof, etnia norteña mayoritaria y lengua vehicular de los senegaleses, el francés, lengua colonizadora recibida durante la escolarización, y el castellano argentinizado, lengua de la sociedad de destino de su migración”[39].

En el asociativismo religioso, por otra parte, recrearon las redes transnacionales de la comunidad musulmana internacional o Umma mediante el asentamiento en destino de la Hermandad Sufí Mourid con su estructura piramidal, desprovista en esta diáspora de Cheiks, pero dirigida por Marabouts obedecidos por sus fieles Taalibés[40]. En las trayectorias educativas, por otra parte, los integrantes del colectivo diaspórico pueden optar por iniciar a los niños y niñas desde los siete años en la Escuela Coránica o Daara, que imparte transnacionalmente enseñanzas del Libro desde la oralidad, teniendo en cuenta que la Cofradía Mourid suma al Corán del Profeta Mahoma su propio Libro sagrado adicional desde el Sufismo senegambiano, con las enseñanzas de su fundador el Cheik Ahmadou Bamba[41]. Observamos el peso político-económico de este tipo de asociativismo aquella noche electoral, cuando “El momento más tenso e intenso de su alocución tuvo lugar cuando el Profesor hizo referencia al carácter laico o religioso que debía tomar la Asociación Senegalesa como Asociación Civil. En ese contexto, surgió un debate que puso de manifiesto la doble identidad de la República de Senegal como Estado-Nación laico producto de la colonización francesa y como Estado religioso musulmán con una fuerte Cofradía Mourid, cuyo peso político ancestral y actual es fundamental para el país. Dicha dualidad identitaria de Senegal parecía encarnada en las figuras de T., el intelectual universitario de educación afrancesada, que bregaba por constituir una Asociación Civil laica, y un importante líder religioso Mourid de la comunidad -distinguido por su atuendo tradicional de túnica, pantalón y zapatos de cuero árabes en punta cosidos- que apoyaba la creación de una Asociación Religiosa Islámica, y al cual ya habíamos visto orar desde el comienzo de la reunión con una especie de “rosario” islámico o tasbith. La discusión fue animada más no violenta, todos los diálogos entre los integrantes del grupo se desarrollaban de esa forma. La dinámica consistía en alzar la mano pidiendo la palabra, lo cual era advertido por el secretario de la Asociación, que otorgaba el turno oportunamente a cada miembro mediante el micrófono”[42].

Afirmamos que el Islam contemporáneo en el África negra y su diáspora se desarrolla dialécticamente entre lo local y lo global, como “derivación” (Amselle), puesto que la Cofradía Sufí Mourid ejerce mediaciones entre la tradición musulmana africana y formas más universales “ummistas” de islam. Esta revitalización tardomoderna del islam se refleja en la renovación de las antiguas órdenes sufíes en Senegal y entre sus migrantes, que con la individualización de la fe y de la pertenencia religiosa, conduce a la autonomización e independencia de los discípulos taalibés jóvenes migrantes en medios urbanos, que antes estaban estructuradas en vínculos de obediencia estrechos con su morabito muride. En este “Islam globalizado”, estos reajustes configuran “la religión a la carta”[43]. Representa esta figura del taalibé joven migrante urbano en nuestros Registros de Campo “el Secretario M., un joven de unos 25 años, que se desempeña como ayudante de cocina en un hotel frecuentado por la comunidad gay en la Ciudad de Buenos Aires.

 

 

 

Registro de Campo Ciotti et Al. – Grupo de Investigación e Intervención Sociocultural con Población Inmigrante/GIISPI (2009). Elecciones Asociación Residentes de Senegal en Argentina. Lunes 07/12/2009 -18 hs., Salón de Fiestas “Arco Iris”- Alsina 3229 (y 24 de Noviembre), CABA. Fuente: Elaboración Propia.

 

Él es un hombre muy sonriente y simpático, que aparenta estar más despojado de las formalidades sociales y comunitarias que sus compañeros mayores de edad, aunque conservando siempre la etiqueta correspondiente a un muchacho con tal cargo y responsabilidad en la Asociación. M. traía las llaves del sitio alquilado” para la Asamblea electoral de ARSA[44]. De este modo, afirmamos que el islam africano en la umma está desterritorializado, puesto que “las migraciones internacionales constituyen otro elemento que contribuye a esta aculturación y desterritorialización de las comunidades musulmanas africanas” conformando así la umma un “paisaje” transnacional bajo la globalización (Appadurai), lo cual nos permite adoptar el término de “Glocalización” islámica[45].

La bifurcación témporo-espacial marcada por los Tiempos diaspóricos multisituados quedó reflejada en la legitimidad de la dualidad asociativa senegalesa de la reunión, en la cual “La dinámica electiva resultó ser dialógica, a modo de preguntas y respuestas, puesto que el Secretario preguntaba, con su micrófono, a cada uno de los candidatos, primero, si aceptaba su candidatura para determinado puesto, y segundo, una vez que el candidato había contestado –generalmente que “sí”, pues se trataba de una confirmación pública y oficial ante los asociados-, se procedía a la votación alzando las manos. Los votos no eran puntillosamente contados uno a uno, sino que se contaba el montón de manos alzadas en forma general, levantando algunos miembros sus dos manos en señal de un completo apoyo al candidato. La votación se desarrolló en un clima lúdico y cómplice, en el cual la etiqueta y los códigos culturales marcaron el ritmo. Las mayorías ya estaban legitimadas y establecidas de antemano, con anterioridad, pero no como un modo de “fraude” o “compra de votos” a la manera occidental, sino como oficialización ante la comunidad de la legitimidad que el candidato ganador había construido durante años de trabajo para la Asociación y sus miembros. El carisma de los candidatos, principalmente del nuevo presidente, tuvo en este punto un valor esencial, como reflejo en la sociedad de destino de los valores y la dinámicas políticas vigentes en el país de origen, en el cual fue reelecto Presidente del Estado-Nación Abdoulaye Wade, un líder tanto político como religioso, un Mourid. De ese modo resultó electo el Prof. B. T. como presidente Honorario de la Asociación, M. fue reelecto como Secretario, y se eligieron diversos cargos hasta llegar al nuevo Presidente, que resultó ser, como se preveía, el Sr. A. G. Una vez que este nuevo Directorio de la institución fue oficializado ante los miembros presentes, se produjo un estallido de aplausos colmado de satisfacción.” Finalmente, para coronar la dualidad témporo-espacial y jurídica de su Estado de origen “El flamante presidente, el Sr. A. G., un hombre corpulento, introvertido y sensato, algo cansino, dio inicio a su rezo correspondiente en medio de la sesión fotográfica, y cuando lo mirábamos o le hablábamos para posar en la foto, nos decía, para que no lo molestemos y le tengamos paciencia “¡Estoy rezando, estoy rezando!”[46].

Esta múltiple dimensión temporal puede observarse también en el Calendario Nacional Oficial mixto (laico y multi/religioso) de la República de Senegal (Ver debajo), complejo artefacto temporal/espiritual que sincopa los ritmos múltiples de celebración diaspórica entre en sus lugares de origen, de tránsito y destino. En él, las celebraciones del ámbito secular y sagrado se entremezclan conviviendo y confluyendo, conformando una única y múltiple “Senegalidad”: las fiestas laicas como el Día de la Independencia de la República de Senegal del 4 de Abril o la Socialista Fiesta del Trabajo del 1° de Mayo, comparten su espacio con las espirituales del Islam Arábigo como el Cumpleaños del Profeta Muhammad o el Fin del Ramadán el 13 de Octubre; y celebraciones de la Cofradía Sufí Muridista de Senegambia como la peregrinación anual del Gran Magal (en wolof “rendir homenaje, celebrar, magnificar” al Cheik Amadu Bamba) a la Mezquita de la Ciudad Santa de Touba (donde está inhumado) el 9 de Marzo, junto con el Cristiano (Católico y Protestante) nacimiento de Jesucristo en Navidad el 24 de Diciembre.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Calendario Festivo del Estado Poscolonial Senegalés Fuente: Elaboración Propia

 

Conclusión

Los sujetos migrantes senegaleses desterritorializados en movimiento, son co-hacedores de una Modernidad desbordada, irregular y despareja, en la que el trabajo de la imaginación y las mediaciones tecnológicas en movimiento, crean historicidades marginales desde las micronarrativas subversivas de las movilizaciones transnacionales, las cuales construyen nuevas esferas públicas en la diáspora. Temporalidades intrincadas como identidades culturales múltiples imbricadas en el sujeto, estas localidades en globalización, en las que conviven temporalidades con ritmos distintos y desacompasados, constituyen diferentes apropiaciones de la modernidad que exceden la prístina propuesta ilustrada eurocéntrica, formadas como producto de la dialéctica entre lo global y lo local[47]. En la diáspora, tres temporalidades diferentes pueden seguir conviviendo en un mismo espacio, que sigue pretendiéndose moderno, aunque se haya desbordado. Las culturas postfigurativas del pasado basadas en las referencias de los mandatos de los adultos, toleran a las culturas cofigurativas del presente referenciadas en las experiencias de integración de los pares, que dan a luz a las culturas prefigurativas del futuro esperanzadas en las performances vitales de niños nonatos desconocidos. Este nuevo espacio global diaspórico confirma que se produjo un reemplazo de las viejas migraciones masivas, que hicieron un desplazamiento en el Tiempo y el Espacio, por una migración de nuevo tipo, en el Tiempo pero no necesariamente en el Espacio. Este es el gran cambio que desde los ’70 unificó globalmente la temporalidad, creando una comunidad humana planetaria, donde conviven ritmos temporales variados. Sin embargo, la ruptura generacional es unívoca y mundial, y también atraviesa al colectivo migrante senegalés y su diáspora, dando a luz hombres inmigrantes en el Tiempo que viven sin referencias -como los jóvenes migrantes urbanos-, forjando la alienación de adultos sin descendientes -los Marabouts de mediana edad desprovistos de su férrea autoridad tradicional- y jóvenes Taalibés sin antepasados, capeando el fin de la seguridad, reubicando el tiempo futuro en su nuevo Tiempo y su nuevo Espacio, en el aquí y ahora[48].

Por todo lo anteriormente expuesto, concluimos que las temporalidades múltiples y bifurcadas de (y por) la migración, siempre temporal y a veces también espacial, son convivientes (dinámicas, disruptivas y confluyentes), y pueden observarse en las modalidades asociativas y educativas, así como en las celebraciones rituales del Calendario Oficial, conmemoradas por el colectivo senegalés en la diáspora. Sus espacios asociativos y educativos constituyen, al igual que el calendario, espacios de Hibridación cultural que exceden la dualidad bipolar “Modernidad-Tradición” creando un In-between global como tercer espacio creativo, sintético y subversivo, del oprimido negro-africano diaspórico y migrante, en su tránsito tardocapitalista mundial[49].

 

 

Fuentes

Ciotti et Al. – Grupo de Investigación e Intervención Sociocultural con Población Inmigrante/GIISPI (2009). Registro de campo, Elecciones Asociación Residentes de Senegal en Argentina. Lunes 07/12/2009 -18 hs., Salón de Fiestas “Arco Iris”- Alsina 3229 (y 24 de Noviembre), CABA.

 

Calendario Festivo del Estado Poscolonial Senegalés. Elaboración Propia.

 



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Bauman, “En busca de espacio público”.

[32] Selva Ciotti et Al. – Grupo de Investigación e Intervención Sociocultural con Población Inmigrante/GIISPI (2009). Registro de campo, Elecciones Asociación Residentes de Senegal en Argentina. Lunes 07/12/2009 -18 hs., Salón de Fiestas “Arco Iris”- Alsina 3229 (y 24 de Noviembre), CABA.

 

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Paul Pélissier, Les paysans du Sénégal. Les civilisations agraires du Cayor à la Casamance (Dakar-Paris, 2008).

[41] Sanneh, La Corona y el Turbante.

Goldberg, “Ser inmigrante no es una enfermedad.

Kane, La aventura ambigua.

 

[42] Ciotti et Al., Registro de campo, Elecciones Asociación Residentes de Senegal en Argentina.

[43] Coulon, “Las dinámicas del islam en el África negra en el umbral del siglo XXI”, 62-65.

[44] Ciotti et Al., Registro de campo, Elecciones Asociación Residentes de Senegal en Argentina.

[45] Coulon, “Las dinámicas del islam en el África negra en el umbral del siglo XXI”, 67-69.

[46] Ciotti et Al., Registro de campo, Elecciones Asociación Residentes de Senegal en Argentina.

[47] Appadurai, Capítulo 1: “Aquí y ahora”.

[48] Margaret Mead, Intoducción, Capítulo 2: “El Presente. Culturas cofigurativas y pares familiares”, Capítulo 3: “El Futuro. Culturas prefigurativas e hijos desconocidos”, en Cultura y compromiso, 4° Edición (Barcelona. España: Ediciones Gedisa, 2002).

[49] Bhabha, El lugar de la cultura.