Cecilia Mercuri[1]
Introducción
Dentro
del marco del proyecto Redes de Interacción Social
durante el Período Temprano en la puna Salteña[2], en este trabajo se presenta un análisis de conjuntos
líticos del valle de San Antonio de los Cobres (SAC), puna de Salta, datados en
torno al 2000 AP. Dicho análisis se orientó a la caracterización de los
conjuntos considerando como punto de partida la presencia y uso de las materias
primas alóctonas con el fin de comparar los patrones observados y discutir
acerca de las redes de interacción en momentos agropastoriles tempranos.
Una vía de entrada al estudio de la interacción social desde el análisis de los conjuntos líticos es determinar la procedencia de las rocas presentes en un sitio arqueológico determinado. Ahora bien, los análisis de procedencia, en principio, sólo dan precisiones sobre la relación entre dos localidades geográficas. Igualmente, este conocimiento, sumado a un análisis del tratamiento dado a las rocas no locales, es un aporte valioso que permite discutir factores vinculados a la organización tecnológica, disponibilidad y/ ó accesibilidad de las materias primas, grado de movilidad del grupo, estrategia de subsistencia e interacciones[3]. Así, por ejemplo, una evaluación del aprovechamiento de las rocas no locales puede aportar información acerca de las interacciones sociales[4].
Todos
los sitios cuyos conjuntos se analizan en este trabajo están en quebradas
laterales paralelas que cortan perpendicularmente al valle de San Antonio de
los Cobres. Tanto Matancillas, como Urcuro y Mesada presentan características
estructurales similares y también en cuanto a la cronología relativa.
En
estos casos, se observó que las únicas materias primas alóctonas eran algunas
obsidianas[5].
El
objetivo de este trabajo es evaluar, para cada sitio:
a. la
frecuencia relativa de obsidianas alóctonas en cada conjunto;
b. la
estructura tipológica del subconjunto en obsidianas no locales. Determinar qué
grupos tipológicos aparecen en función de registrar patrones que indiquen que
estas materias primas fueron utilizadas para instrumentos particulares (más
allá de las propiedades físicas de las rocas). Y en relación a este punto,
c. el
aprovechamiento que se hace de las obsidianas alóctonas. Es decir, evaluar las
evidencias de maximización en términos de mantenimiento, reciclaje y
agotamiento de las piezas.
En función de concretar los objetivos, como primera medida se presenta una descripción de la región de estudio con sus recursos líticos.
Región de estudio
Como ya
se mencionó más arriba, el ámbito donde se ubican los sitios de estudio es el
valle del Río San Antonio de los Cobres. Con una superficie aproximada de 1.500
Km2, el área del valle abarca el
Departamento de los Andes y, en menor medida, el Departamento de La Poma, ambos
pertenecientes a la provincia de Salta y limítrofes con la provincia de Jujuy,
en la macro región puna. La baja productividad primaria del ambiente de
desierto de altura hace del valle de San Antonio de los Cobres un espacio
ecológicamente muy pobre, con una distribución espacial heterogénea de los
recursos - en riqueza y densidad- que varía altitudinalmente, una alta
estacionalidad, y una muy alta variabilidad de los elementos del clima[6]. La
población de San Antonio de los Cobres se ubica en el extremo SE del extenso
valle (Figura 1), el cual es seccionado transversalmente por quebradas laterales. Éstos son los sectores con mayor
diversidad y productividad de recursos. Los cursos de agua y fallas menores
proporcionan rutas naturales que comunican las quebradas con otros ambientes,
hacia el valle de SAC y la Quebrada del Charco, el este y el oeste, respectivamente.
Estos pasos naturales son utilizados por pastores con sus rebaños y también por
animales silvestres.
Los
sitios en estudio, Matancillas 2, Urcuro y Mesada, se encuentran en Quebradas
laterales, que cortan transversalmente el valle de SAC. Los sitios son próximos
en cuanto a distancias relativas y se hallan en quebradas paralelas (Figura 1).
Asimismo, comparten un complejo geológico, presentan características
estructurales semejantes, y se asientan en geoformas similares. Posiblemente, sus ocupaciones tengan
cronologías contemporáneas y en algunos momentos se superpongan (durante el
Período Temprano[7]),
aunque esto se discute más adelante.
Ahora
bien, con el objetivo de definir la localidad o no localidad de las materias
primas, es importante conocer la estructura de recursos líticos del área en la
que se encuentran los sitios analizados. En función de esto, a partir de la
información que aportan las cartas geológicas, se realizó una primera
aproximación mediante una serie de transectas en distintos complejos geológicos
del área del valle de SAC, cordones montañosos, fondo de valle y quebradas
laterales. En las transectas se recogieron muestras de mano de las rocas que
luego fueron determinadas en el laboratorio por la Lic. Patricia Solá. En principio
se pudo establecer que la estructura de recursos líticos está representada
abundantemente por una roca local que otorga un aspecto gris al paisaje:
metacuarzoarenita[8],
en diversos granos. Ésta aparece en grandes bloques, algunos de los cuales presentan
lascados. Otras rocas que también se presentan localmente son el cuarzo,
cuarcita y algunas silíceas de grano fino (Tabla 1). Asimismo, existe una fuente de obsidiana en Ramadas,
en el fondo del valle, a unos 7 Km de la población de San Antonio de los Cobres
(ver Figura 1).
Fondo de valle |
Afloramientos de pedemonte (cordones montañosos) |
Quebradas laterales |
Obsidiana
(Ramadas) |
Cuarcitas |
Pizarra |
Rocas
silíceas |
Ftanita |
Metacuarzoarenita |
|
Cuarzo |
|
|
Metacuarzoarenita |
|
Tabla 1. Rocas presentes en SAC.
Figura
1. Área donde se ubican los sitios en análisis.
Por
el momento, todas las materias primas detectadas en las transectas han sido
halladas en los conjuntos arqueológicos analizados. Asimismo, en los sitios
aparecieron dos obsidianas con distintas características macroscópicas. Una se
presenta en tonos de negro a gris, a veces con vetas, su textura es muy suave y
su brillo intenso. La otra es incolora con algunas inclusiones aisladas, la
textura no es tan suave como la anterior y su brillo no es tan intenso.
Mediante estudios de procedencia de obsidianas[9] se ha
determinado la fuente de las mismas. Las primeras provienen principalmente de
Cerro Zapaleri, a 250 Km de los sitios de estudio, y las segundas, de Tocomar, a unos 70 Km.
Este es
el marco en el cual se propone una primera caracterización del material lítico
y sus principales tendencias respecto a las
materias primas. Los resultados permitirán empezar a discutir sobre
estrategias tecnológicas y su relación con las redes sociales durante los momentos
iniciales de la producción de alimentos.
Los sitios
Como
se dijo más arriba, los sitios de estudio presentan características
estructurales y contextuales similares. Con el fin de realizar un análisis
comparativo, se tomaron en cuenta ciertas variables, además la de materia prima, que permitieran
una primera caracterización en función de detectar regularidades en los
conjuntos, tales como la forma base, el módulo longitud- anchura, el tamaño
relativo y los grupos tipológicos[10].
Matancillas 2
Durante los últimos diez años se han realizado trabajos de prospección y excavación sistemática en la Quebrada de Matancillas, a unos 40 Km de SAC, desde una perspectiva evolucionista[11]. En su parte media, presenta dos zonas (Matancillas 1 y 2[12]) de concentración de estructuras arquitectónicas de morfología circular o semicircular y patrón agregado conformado por una doble hilera de lajas paradas[13]. A diferencia de Matancillas 1, que se encuentra en una pendiente relativamente pronunciada, lo que provocó la erosión del sitio[14], Matancillas 2 presenta un relativo buen estado de conservación tanto de las estructuras como de los hallazgos. Para este sitio se dispone de una serie de fechados radiocarbónicos calibrados que indican un lapso de ocupación relativamente corto, comprendido entre el 40 BC - 100 AD[15].
En este trabajo, se presenta el análisis del conjunto lítico de una unidad de excavación de Matancillas 2, el Recinto 2 (M2 R2) perteneciente al Período Temprano[16].
A
partir del análisis de distintas líneas de evidencia recuperadas en la Quebrada
de Matancillas, se ha establecido el uso de especies vegetales y animales
domesticados, además de silvestres[17]. Es
más, a partir de
los resultados obtenidos por flotación de sedimentos, puede confirmarse que las actividades de
molienda se encontraban principalmente destinadas hacia el procesamiento de una
gran diversidad de recursos como tubérculos, gramíneas (quínoa) y maíz[18]. Pese
a ello no puede afirmarse si estos diferentes vegetales fueron cultivados en el
lugar[19].
|
Locales |
Alóctonas |
Otras |
Total |
M2 R2 |
44 |
152 |
1 |
196 |
Tabla 2. Matancillas 2 R2. Distribución de materias
primas según localidad.
En líneas generales, el conjunto de los
artefactos líticos de Matancillas 2 R2 (N= 196) presenta una marcada
representatividad de las obsidianas alóctonas, siendo un 77,55% de la muestra
(N= 152) mientras que el 21,93% están confeccionados en diversas materias
primas locales, y existe 1 especímen en materia prima de procedencia no
determinada. Los desechos de talla representan el 89,28% (N= 175) de la muestra
total, siendo las microlascas el 93,71% de éstos (N= 164). Ésto podría
corresponderse con etapas finales de formatización de filos. Es destacable que
el 84,75% de estas últimas están confeccionadas en materias primas no locales (obsidianas
provenientes de las fuentes de Zapaleri y Tocomar) Los artefactos formatizados
por lascado representan el 6,63% de la muestra (N= 13) y se observa que el
61,53% (N= 8) de ellos están confeccionados en obsidianas foráneas. De estos
últimos, el 25% (N= 2) son artefactos con baja inversión de energía involucrada
en su confección en términos de
reducción, formatización y complejidad de la pieza, siendo artefactos de
formatización sumaria (sensu Aschero
1983). De los restantes instrumentos en materias primas alóctonas, el 83,3% (N=
5) son puntas de proyectil apedunculadas y pedunculadas en tamaños pequeños. El
especimen restante es una raedera, que se encuentra fracturada. Es interesante
observar la distribución de clases artefactuales en las dos obsidianas no
locales ya que presentan una marcada diferencia. La obsidiana de Zapaleri
representa el 71,42% (N= 140) de las obsidianas alóctonas, sin embargo sólo se
hallaron menos artefactos formatizados que en la obsidiana de Tocomar. Mientras
que en la primera aparecen dos puntas de proyectil pedunculadas y una raedera,
en la segunda se encontraron tres puntas de proyectil (dos de ellas
apedunculadas) y dos artefactos de formatización sumaria. En ambos casos no hay
evidencias claras de mantenimiento de las puntas de proyectil. Asimismo, en obsidiana
de Tocomar apenas se hallaron 7 microlascas, contrastando con los 135 desechos
(un 97,7% de estas son microlascas). Entre los artefactos confeccionados en
materias primas locales se encuentran artefactos de formatización sumaria y,
artefactos relacionados con actividades agrícolas y la molienda. El índice de
fragmentación para la totalidad de artefactos, es de 0,8%, lo que se puede
considerar tendiente a bajo. La forma base predominante tanto en artefactos
formatizados como en desechos, es la lasca angular. Los tamaños de los
instrumentos tienden a medianos pequeños, y los desechos a pequeños y el módulo
longitud-anchura que prima en todas las clases es E, mediano normal. Este
conjunto no presenta evidencias de maximización en los términos planteados más
arriba, asimismo, la presencia de dos núcleos de obsidiana provenientes de
Zapaleri, sin evidencias claras de agotamiento, en principio sustenta este
punto [20]. Sin embargo, el aprovechamiento de lascas de
obsidiana de Tocomar para la confección de artefactos de formatización sumaria
podría estar indicando una maximización en el aprovechamiento de la misma.
Lo que destaca a este conjunto es principalmente la alta
frecuencia de artefactos en obsidianas no locales, sobre todo de la de
preoveniencia más lejana. Asimismo, se observa una proporción relativamente
alta de artefactos de formatización sumaria en la obsidiana de Tocomar. El
registro de cierta selectividad de la materia prima para la confección de
puntas de proyectil (selectividad que es casi un patrón dentro del Formativo en
Puna), no sólo podría tener que ver con su calidad para la talla sino con otros
factores no utilitarios[21].
Mesada
Los
trabajos de prospección en el valle de SAC nos permitieron detectar al menos
tres concentraciones de estructuras hacia el final de la Quebrada de Mesada.
Ésta se ubica a unos 7 Km de SAC y es amplia y extensa. En esta quebrada,
actualmente se registra una unidad doméstica representada por dos pastores.
Dadas sus actividades, el material arqueológico se ve constantemente perturbado
por reclamaciones y el pisoteo del ganado. La distribución de material en
superficie da cuenta de un uso prolongado en el tiempo, ya que aparecen
instrumentos líticos que por sus características morfológicas pueden ser
adscritos al Holoceno Temprano como también instrumentos de momentos tardíos
(inka). Hasta el momento, se
han excavado tres unidades: puesto 1, puesto 2 y puesto 3, según se va
ascendiendo en la ladera, alejándose de la ruta Nacional 40. En puesto 3 se
llevaron a cabo excavaciones sistemáticas. El puesto 3 es un conjunto de
estructuras circulares de unos 3 m de diámetro, de laja parada en un patrón más
o menos agregado. El alto grado de deterioro que presentan no ha permitido por
el momento registrar estructuras con detalle. Se excavó un área de 7m2,
dentro de uno de los recintos, alcanzándose el nivel estéril a los 40 cm. Por
el momento, no posee
dataciones radiocarbónicas.
|
Locales |
Alóctonas |
Total |
Me |
37 |
1 |
38 |
Tabla 3. Mesada. Distribución de materias primas según localidad.
Es
de destacar la prácticamente ausencia de obsidianas en el conjunto, tanto
locales (Ramadas) como no locales. De las 38 piezas analizadas (el total de la
muestra) sólo hay un especímen en obsidiana alóctona, una hípermicrolasca de
obsidiana de Tocomar. Por otra parte, en la obsidiana local se registraron un
fragmento de punta de proyectil y una microlasca.
No
obstante no haberse registrado obsidianas para comparar, considero que esta
ausencia y las características particulares del conjunto hacen de este un caso
a tener en cuenta en la discusión.
En
las materias primas locales, los artefactos formatizados por lascados
representan el 52,6 % (N= 22) conjunto, mientras que los artefactos sin
formatización por lascados son el 10,5 % (N= 3) y los desechos son el 34,2% (N=
13), de éstos el 69% son microlascas. Por el momento, no se hallaron núcleos. El índice de
fragmentación, para todo el conjunto, es bastante alto, 33,3%. No obstante, se pudo determinar que la
forma base predominante es la lasca secundaria. El módulo longitud- anchura
predominantes es el E, mediano normal, tanto en artefactos formatizados como en
desechos. En general, los artefactos formatizados se presentan en tamaños
medianos.
Lo
particular de este conjunto, además de la ausencia de obsidianas, es que muchos
de los artefactos formatizados por lascados combinan más de un grupo
tipológico, siendo principalmente un filo largo tipo raedera con filos de
raspador. En este caso, no
se observan evidencias de mantenimiento ni de reciclaje, pero el fragmento
basal de punta de proyectil podría ser indicativo de un recambio.
Urcuro
La Quebrada de Urcuro es una quebrada
lateral paralela a las otras dos, ubicada a unos 5 Km de Matancillas. Los
cursos de agua y fallas menores proporcionan rutas naturales que la comunican
con otros ambientes, hacia el valle de SAC y la Quebrada del Charco, al este y
al oeste respectivamente, que son utilizadas por animales silvestres y pastores
con sus rebaños. La Quebrada de Urcuro es poco extensa (10 km de longitud,
aproximadamente) y en forma de U amplia. Se conecta directamente con la
Quebrada de Matancillas por una serie de sendas[22].
|
Locales |
Alóctonas |
Total |
U |
121 |
70 |
191 |
Tabla 4. Urcuro.
Distribución de materias
primas según localidad.
Las tareas de prospección arqueológica
realizadas durante las campañas de 1999 y 2002 permitieron identificar la
presencia de dos zonas de concentración de estructuras arquitectónicas de
planta circular, localizadas en los sectores intermedios y más protegidos. U1
se ubica directamente en el fondo de quebrada y presenta 39 estructuras. U2 se
sitúa en un faldeo de ladera en el extremo norte de la Quebrada y presenta 83
estructuras arquitectónicas[23]. Dadas las características del
emplazamiento de U2, los procesos de formación del registro arqueológico no
propiciaron la sedimentación y el hallazgo en capa de materiales[24], por lo tanto, los trabajos de
excavación comenzaron por U1.
Todas las estructuras arquitectónicas
son circulares con cimientos de lajas paradas en doble hilera y de diferentes
tamaños. La mayor parte de estas estructuras se encuentran saqueadas[25]. Esto es claro por la
existencia de pozos en el interior de las mismas. Las estructuras más pequeñas
son las más afectadas[26].
El Sondeo 11 (U1- S11), emplazado
dentro de un corral actualmente en uso, ha sido preservado del saqueo y
presenta una conservación relativamente buena. Se excavó un área de 10,5 m2
alcanzándose una profundidad máxima de 1,1 m. Se obtuvo un fechado sobre una
muestra de hueso directamente asociada con cerámica San Pedro de Atacama Negro
Pulido[27], que arrojó una fecha de 14C
1470± 60AP (GX-30399), que calibrada abarca el rango 540-650 cal DC (p=68,2%)[28].
Los
artefactos líticos son 191, de los cuales el 36,6% están confeccionados en
materias primas alóctonas. Los artefactos formatizados por lascados representan
el 10,9% y los que no presentan esta formatización el 5,2% (estos últimos sólo
en materias primas locales). Los desechos de talla son el 82,7%, siendo el 41%
(N= 65), de este suconjunto, en obsidianas no locales. El 50% de los desechos
son microlascas, y el 53% (N= 42) de éstos en materiales no locales. Se
hallaron dos núcleos en materias primas locales. El índice de fragmentación del
conjunto es de 15%. Los tamaños predominantes en materias primas locales son
medianos- pequeños, mientras que en las no locales son pequeños a muy pequeños.
La forma base con mayor frecuencia es la lasca angular, tanto en instrumentos
como en desechos, y el módulo longitud-anchura es E, madiano normal.
En este
caso, en obsidianas no locales sólo aparecen artefactos formatizados en la
proveniente de Zapaleri, la cual se utilizó casi con exclusividad para la
confección de puntas de proyectil. Se observa una maximización del material en
tanto existen piezas cuya forma base son puntas de proyectil agotadas o
fracturadas (N= 2).
Discusión
En
este primer acercamiento observamos que si bien existen rasgos compartidos
(como las formas base, el módulo) entre los distintos conjuntos, también
presentan diferencias significativas en cuanto al uso y la presencia dados a
las materias primas alóctonas. Aunque no se
descarta que los patrones observados estén sesgados por la integridad
diferencial del registro, se considera que los datos son pertinentes para generar
una primera comparación intersitios en el área de San Antonio de los Cobres.
Una estrategia de minimización de riesgos en economías
productivas de ambientes es el intercambio interregional[29]. Generalmente, en economías
productivas de baja escala, son las unidades domésticas las que organizan el
trabajo y la distribución de los recursos, y las que establecen las redes de
intercambio interregional que permite amortiguar el riesgo [30]. Núñez y Dillehay[31], propusieron que entre los 900
AC- 400 DC, en los Andes Centro Sur se intensificaron las redes de intercambio
interregional, amplificándose el tráfico interregional de movimientos
giratorios de bienes y personas. Mediante análisis de procedencia de
obsidianas, Yacobaccio y colaboradores[32] establecieron diferentes
esferas de interacción, una de las cuales vinculó poblaciones de la puna norte
de Argentina e incluyó sitios del valle de San Antonio de los Cobres como
Matancillas.
Los patrones observados en el material lítico de Matancillas
2, Mesada y Urcuro presentan ciertas características que comparten y otras en
las que difieren. Un punto de contraste es la representatividad de las materias
primas alóctonas, que casi no se presentan en Mesada y en Urcuro no superan a
las locales mientras que, en Matancillas, la representatividad de éstas conduce
a pensar en una mayor dependencia de la estrategia tecnológica (y probablemente
social) sobre estos materiales [33]. No obstante, en Urcuro podría interpretarse una dependencia en cuanto a
la confección de instrumentos como puntas de proyectil y se evidencia un aprovechamiento al máximo de las
obsidianas alóctonas. En contraste, en Matancillas, existen instrumentos
en materias primas no locales que tienen muy baja inversión de energía en su
confección[34]. Esto sumado a la frecuencia y tratamiento dado a los dos tipos de
obsidiana, son una diferencia importante en cuanto a los patrones de uso e
inclusión en las redes de interacción. Los datos de Mesada no nos permiten, por
el momento, hacer una afirmación al respecto. No obstante, apareció un
fragmento de punta de proyectil en obsidiana de Ramadas,fuente localizada a
unos pocos Km del sitio. Esta materia prima en Ramadas, presenta impurezas que
afectan su calidad para la talla, además los nódulos son pequeños, aspecto que
también sesga su utilidad. Así, se considera que este dato es significativo en
tanto puede ser indicativo de un cambio en las estrategias de adquisición o
posibilidades de acceso a obsidianas no locales, de mejor calidad.
Las estrategias como proceso de resolución de problemas
responden a las condiciones creadas por el interjuego entre los hombres y su
ambiente[35] y éstas
pueden (y seguramente lo hacen) variar a lo largo del tiempo y del espacio. La
población que habitó las Quebradas de Matancillas, Mesada y Urcuro formaba
parte de una población en escala más amplia que ocupaba todo el valle de San
Antonio de los Cobres e incluso zonas más lejanas (se recuerda que la obsidiana
preponderante proviene de una fuente a unos 250 km). Por lo expuesto, se puede
pensar que las redes de interacción social que conectaban diversas áreas no
sólo permitirían amortiguar los efectos de las fluctuaciones climáticas
mediante la obtención de recursos alóctonos, sino que también, en situaciones
en las cuales las fluctuaciones no pueden ser manejadas adaptativamente, estas
redes, posibilitarían el desplazo de la población hacia otras quebradas
laterales.
Muscio[36] propuso que
la breve ocupación, en la escala arqueológica, de Matancillas sugiere la
extirpación del grupo de población local del ambiente, lo cual no implica
extinción biológica. Así, se podría pensar que la población pudo haberse
desplazado a otras quebradas laterales del valle de SAC, como Mesada o Urcuro[37]. Entonces,
asumiendo que si la situación espacial y temporal cambia, las estrategias
tenderán a cambiar, se puede proponer que las diferencias en los patrones de
uso de materias primas alóctonas entre Mesada, Urcuro y Matancillas podrían
estar reflejando cambios con respecto a las redes de relación e interacción
social entre las fuentes de materia prima y el valle de SAC. Tal vez se vio
modificada la intensidad de las relaciones. Si nos remitimos a los fechados
disponibles, se observa que Matancillas tiene fechas más tempranas que Urcuro (540- 650 cal DC), y siguiendo, por
ejemplo, a González[38] hacia el
500DC comienzan a desencadenarse cambios hacia una mayor complejidad social, lo
que seguramente influyó en las redes de interacción. Entonces, si se piensa en
una metapoblación, puede plantearse que estos cambios
son parte de una estrategia dinámica a largo plazo, que seguramente incluyó el
poblamiento de otras quebradas y el fondo de valle en procesos recurrentes de
colonización y recolonización de espacios. Sin embargo, por el momento esto no
puede ser una afirmación y permanece a nivel hipotético, ya que por un lado
faltan trabajos de excavación, y por otro fechados. Asimismo, se necesitan más
estudios para poder contrastar estas hipótesis de cambios o estrategias a largo
plazo relativos a la población y las redes de interacción en la
puna salteña.
Resumen
Dentro
del marco del proyecto Redes de Interacción Social
durante el Período Temprano en la puna Salteña, en este trabajo se
presenta un análisis de conjuntos líticos del valle de San Antonio de los
Cobres (SAC), puna de Salta, datados en torno al 2000 AP. Dicho análisis se
orientó a la caracterización de los conjuntos considerando como punto de
partida la presencia y uso de las materias primas alóctonas con el fin de
comparar los patrones observados y discutir acerca de las redes de interacción
en momentos tempranos de ocupación.
En
este primer acercamiento observamos que si bien existen rasgos compartidos
entre los distintos conjuntos, también presentan diferencias significativas en
cuanto al uso dado a las materias primas alóctonas Asimismo, se presenta una hipótesis que podría explicar las diferencias
observadas en el marco de las interacciones sociales durante el Temprano en el
valle de San Antonio de los Cobres.
Palabras clave: conjuntos líticos; materias primas; puna; Período Temprano
Cecilia Mercuri
Approach to the
Study of Social Interaction Networks During Early Period: Differences and
similarities in San Antonio de los Cobres Valley, Puna of Salta
Abstract
Within the framework of the project Social Interaction
Networks during Early Period in puna of Salta, this paper presents
an analysis of lithic assemblages from San Antonio de los Cobres (SAC) valley,
Salta’s puna, dated around 2000 BP. The analysis was oriented towards the
characterization of the assemblages considering as departing point the presence
and use of non local raw material to be able to compare the observed patterns
and discuss about interaction networks in early moments.
In this primary approach it is observed that there are shared features
as well as radical differences between assemblages regarding the use given to
non local raw materials. It is also present a hypothesis that may explain this
pattern within the context of early interactions in San Antonio de los Cobres
valley.
Keywords: lithic assemblages; raw material;
puna; Early Period
Cecilia Mercuri
[1] CONICET-Instituto de Arqueología, FFyL-UBA, 25 de Mayo 217 3 piso, pixi@fibertel.com.ar
[2]
Proyecto y beca doctoral CONICET
[3] Entre otros, Burger, R. L. 2006. Interacción interregional entre los Andes Centrales y los Andes centro sur: el caso de la circulación de obsidiana. En: Historia andina 32, H. Lechtman (Ed), pp. 423- 447, Instituto de Estudios Peruanos, Lima. Escola, P. S. 2007. Obsidianas en contexto: tráfico de bienes, lazos sociales y algo más. En Sociedades precolombinas surandinas. Temporalidad, interacción y dinámica cultural del NOA en el ámbito de los Andes Centro- Sur. V. Williams, B. Ventura, A. Callegari y H. Yacobaccio (Eds), pp. 73- 87, Buenos Aires. Lazzari, M. 1997. La economía más allá de la subsistencia: intercambio y producción lítica en Aconquija. Arqueología 7: 9- 50.
[4] Torrence, R. 1986. Production and Exchange of stone tools: Prehistoric
Obsidian in the Aegean. Cambridge University Press, Cambridge.
[5] Aunque en uno de los sitios (Matancillas 2), apareció un ecofacto en una materia prima cuya procedencia no ha podido ser determinada.
[6]
Muscio, H. J. 2004. Dinámica
poblacional y Evolución durante el Período Agroalfarero Temprano en el Valle de
San Antonio de los Cobres, Puna de Salta, Argentina. Tesis Doctoral,
Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires.
[7]
sensu González,
A. R. 1977. Arte precolombino de la Argentina. Introducción a
su historia cultural. Filmediciones Valero, Buenos Aires.
[8] Las determinaciones de rocas fueron realizadas por la Lic. Solá.
Solá, P. 2001. Análisis de artefactos elaborados en
material lítico: Informe relativo a las materias primas del Valle de San
Antonio de los Cobres. Ms en Instituto de Arqueología, FFyL- UBA.
[9] Ver en Yacobaccio, H. D; P. Escola F. Pereyra, M. Lazzari y M. D. Glascock 2004. Quest for ancient routes: obsidian sourcing research in Northwestern Argentina. Journal of Archaeological Science 31: 193- 204
[10] Aschero, C. A. 1975. Ensayo para
una clasificación morfológica de artefactos líticos aplicada a estudios
tipológicos comparativos. Ms, Informe presentado al Consejo Nacional
de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
1983. Ensayo para una clasificación morfológica de los artefactos líticos.
Apéndices A y B. Ms, Cátedra de
Ergología y Tecnología, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos
Aires. Buenos Aires.
[11]
Muscio, H. J. 1996. Poblamiento Humano y
Evolución en la Puna Argentina - Desarrollo Teórico Para la Arqueología del
Valle de San Antonio de Los Cobres, Salta. Tesis de Licenciatura en
Cs Antropológicas. UBA, 2002. Cultura material y Arqueología Evolutiva. En: Perspectivas integradoras entre arqueología y evolución. Teoría,
métodos y casos de aplicación, editado por G. Martínez y J. L.
Lanata, pp. 21- 54. Universidad del Centro de la Provincia de Buenos Aires,
INCUAPA, Serie teórica número 1, Olavarría. 2004, Op. cit
[12]
Muscio, H. J. 2004. Op. cit
[13]
Azcune, C. Análisis de las distribuciones Arquitectónicas e
Instalación humana en la Puna Salto-Jujeña Durante el Periodo Agroalfarero
Temprano. Informe de Avance Beca Estimulo UBA
[14]
Ver en Muscio, H. J. 2004. Op. cit
[15] Muscio, H.
J. 2006. Aproximación evolutiva a la
complejidad y al orden social temprano a través del estudio de representaciones
rupestres de la quebrada de Matancillas (Puna argentina). Estudios Atacameños
31, pp 9-30
[16]
González, A. R. 1977, Op. cit, Ver
Muscio, H. J. 2006, Op cit:11
[17]
López, G. E. J. 2003. Pastoreo y caza en el temprano de la puna de Salta: datos
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Regional. En: Cuadernos del INAPL 18: 271- 296
[18]
Muscio, H. J. 2004. Op. cit
[19]
Roberto Tonarelli datos
inéditos
[20]
Mercuri, C. 2006. Diversidad
en artefactos líticos de las ocupaciones del Valle de San Antonio de los
Cobres, Puna de Salta, durante el Período Agro- Alfarero Temprano,
Tesis de Licenciatura, Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Buenos
Aires, Buenos Aires
[21] Escola, P. S. 2007. Op. cit
[22]
Muscio, H. J. 2004. Op. cit
[23]
Ídem
[24]
Ídem
[25]
Ídem
[26]
Ídem
[27]
sensu Tarragó, M. 1989. Contribución al Conocimiento arqueológico de las poblaciones de los
Oasis de San Pedro de Atacama en relación con otros pueblos puneños, en
especial, el sector septentrional del valle Calchaquí. Tesis
Doctoral, Facultad de Humanidades y Artes de Rosario, Universidad Nacional de
Rosario
[28] Muscio, H. J. 2006, Op cit:
11
[29]Winterhalder, B. y Goland C. 1993. On Population, Foragin Efficiency, and
Plant Dometication. Current Anthropology 34 (5):
710-715, entre otros
[30] Winterhalder, B. y C. Goland 1993. Op. cit
[31] Nuñez A., L. y T. Dillehay.
1979. Movilidad giratoria, armonía social y desarrollo en
los andes meridionales: patrones de tráfico e interacción económica.
(Ensayo), Ms en Universidad de Chile, Antofagasta.
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giratoria, armonía social y desarrollo en los Andes Meridionales: patrones de
tráfico e interacción económica. Instituto de Investigaciones
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Chile
[32]
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Pereyra. 2002. Long-Distance obsidian Traffic in northwestern Argentina. Geochemical evidence for Long-Distance Echange, editado por
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[33] Muscio, H. J. 2004. Op. cit
[34] No sólo en la obsidiana proveniente de Tocomar, también en la de Zapaleri. Mercuri, C. y V. Vázquez. 2007. Conjuntos líticos de los sitios Tempranos de Matancillas: primera aproximación. Arqueología Argentina en los Inicios de un Nuevo Siglo. Publicaciones del XIV Congreso Nacional de Arqueología Argentina, Oliva, F., N. Grandis y J. Rodríguez (Comps.), Tomo I: 609- 613. Universidad Nacional de Rosario, Facultad de Humanidades y Artes, Escuela de Antropología
[35] Nelson, M. 1991. The Study of Technological Organization. En: Archaeological Method and theory, editado por M. Schiffer Vol 3 pp. 57-100. Arizona Press, Tucson.
[36] Muscio, H. J. 2004. Op. cit
[37] Ídem
[38] González, A. R. 1977. Op. cit