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MODALIDAD EN DISCURSOS ORALES EN QUECHUA JUJEÑO

ORAL DISCOURSES MODALITY IN JUJENIAN QUECHUA

Marcelo Fortunato Zapana

Universidad Nacional de Salta, Argentina

MODALIDAD EN DISCURSOS ORALES EN QUECHUA JUJEÑO

Andes, vol. 32, núm. 2, 2021

Instituto de Investigaciones en Ciencias Sociales y Humanidades

Recepción: 17/08/2020

Aprobación: 14/04/2021

Resumen: En el año 2017, en Lagunillas del Farallón, Jujuy, Argentina, se recogieron diez discursos orales en quechua jujeño. En tres de ellos, transcritos en quechua normalizado, se estudian los valores de su modalidad. La modalidad es la forma lingüística que toma la operación cognitiva de validación aplicada a una representación. Los objetivos de este trabajo son: a) identificar los segmentos modales a partir de algunos parámetros conceptuales, funcionales y de un metaparámetro y b) reconocer los operadores quechuas que modalizan a nivel de la frase según el parámetro nivel de la estructura sintáctica. El marco teórico-metodológico utilizado es la teoría modular de Gosselin (2010). Entre los resultados obtenidos, se reconocen la construcción verbal Presente habitual y al sufijo verbal causativo –chi como operadores predicativos de la modalidad alética. El nominalizador -na con valor de complementación indicativa funciona como operador predicativo deóntico y el sufijo verbal de Presente de Imperativo, como operador proposicional para la modalidad deóntica.

Palabras clave: quechua jujeño, modalidad, segmento modal, operador predicativo y operador proposicional.

Abstract: In 2017, in Lagunillas de Farallón, Jujuy, Argentine, we registered ten oral discourses in Quechua of Jujuy people. The modality values were analyzed in three of them, which were transcribed in normalized Quechua. The modality is the linguistic form which results from the cognitive operation of validation applied to a representation. The objectives of this work are: a) to identify the modal segments based on some conceptual, functional parameters and a meta-parameter, and b) to recognize the Quechua modal operators at the phrase level according to the parameter level of the syntactic structure. The theoretical-methodological frame used is Gosselin’s Modular Theory (2010). As a result, we recognized the verbal construction presente habitual and the verbal causative suffix –chi as predicative operators of alethic modality. The nominalization suffix -na with the value of indicative complementation functions as a predicative operator of deontic modality and the verbal suffix of the present tense imperative, as a propositional operator of deontic modality.

Keywords: Quechua of Jujuy people, modality, modal segment, predicative operator and propositional operator.

Introducción

En el marco del programa investigativo UBACyT, se ejecutó el proyecto “Predicados complejos y combinación de cláusulas en Andes y Chaco: rasgos estructurales, procesos dinámicos y límites cambiantes”. Como parte de ese proyecto, en febrero de 2017, en Lagunillas del Farallón, provincia de Jujuy, Argentina, registramos y tradujimos con el profesor Eusebio Llampa diez discursos orales de personas bilingües que hablan quechua y español[1]. En el proceso de traducción, también trabajó el técnico Milton Salas.

Este corpus constituye la primera evidencia de la variedad quechua hablada por jujeños nacidos en territorio argentino. Los habitantes de Lagunillas del Farallón, Timón Cruz, Cusi Cusi, Paicone, Oratorio, La Ciénaga, Santa Catalina, San Juan de Oro, el Angosto, entre otras comunidades, son en su generalidad competentes hablantes en quechua y en español. Estas son poblaciones limítrofes con Chile y Bolivia. La competencia bilingüe de estos ciudadanos jujeños es mucho más eficiente en los mayores de 40 años.

En un primer momento, los discursos se transcribieron fonéticamente. Posteriormente, se los escribió según las convenciones del “quechua normalizado”[2]. En el presente estudio, los enunciados se presentan en tres líneas. La primera es la escritura en quechua según el sistema ya mencionado. La oralidad, en cualquier lengua, presenta particularidades propias como vacilaciones en la construcción sintáctica de las oraciones, falsos comienzos, o solapamientos. Esos fenómenos de la oralidad aparecen en diversos enunciados de este artículo. En algunos casos, en notas al pie de página, se presentan oraciones alternativas a las articuladas por los consultantes que permiten reconocer algunas particularidades gramaticales de la oralidad en quechua jujeño.

La segunda línea de presentación de los enunciados es el glosado según las convenciones de la lingüística tipológica, más precisamente según las reglas presentadas por la universidad de Leipzig[3]. La tercera línea es una traducción libre y, cuando hace falta, se presenta una traducción literal entre paréntesis. En la traducción libre, todas las palabras que no están en los enunciados quechuas pero que son necesarias para una correcta sintaxis en español se escriben entre paréntesis.

En tres discursos de ese corpus, Allinta kanchata ruwana, ‘Hay que hacer bien el corral’; Señaladata ruwachkanku, ‘Están haciendo la señalada’ y Talinaman riq kani, ‘Acostumbraba ir a Talina’, se procederá a estudiar su nivel discursivo, más precisamente la validación modal de sus enunciados. Se trata de tres discursos no ficcionales con secuencias prototípicas diferentes. Adam, en Les textes: types et prototypes, entiende por secuencia prototípica una red relacional jerárquica relativamente autónoma y con una organización interna propia[4]. Allinta kanchata ruwana, ‘Hay que hacer bien el corral’, es un discurso explicativo. Señaladata ruwachkanku, ‘Están haciendo la señalada’, es una entrevista, estructurada secuencialmente como una conversación, que le permite al enunciador explicar y contar costumbres de su familia. Finalmente, Talinaman riq kani, ‘Solía ir a Talina’, es un discurso narrativo en el que el enunciador relata un acontecimiento social significativo para la comunidad de Lagunillas del Farallón.

La modalidad es estudiada por diversas disciplinas porque es una categoría transversal dentro del sistema lingüístico. Se evidencia a través de diversas categorías como los tipos de oraciones, el modo verbal, una amplia clase de adverbios, verbos, adjetivos, sustantivos, locuciones de diversos tipos, o algunos marcadores discursivos. De allí que haya abordajes gramaticales, semánticos, pragmáticos, semióticos, desde la lingüística textual, desde el análisis del discurso, sobre esta categoría “omnipresente” en las lenguas naturales.

En 2010, Laurent Gosselin, en su libro Les modalités en français, presenta una teoría sistémica sobre esta categoría[5]. Se trata de un modelo semántico modular en el que se conceptualiza la modalidad teniendo en cuenta su función. Desde este punto de vista, la modalidad es la forma lingüística que toma la operación cognitiva de validación aplicada a una representación[6]. Se vincula con la manifestación de un juicio de valor a través de formas de la lengua como posiciones en la oración, rasgos sémicos intrínsecos de una palabra, tipos de verbos, entre otros[7].

Gosselin propone un dispositivo para estudiar las dimensiones de la modalidad a través de parámetros conceptuales, funcionales y un metaparámetro. Los parámetros son constructos que presentan diversos grados de actualización y cada uno de ellos se conecta con los otros para constituir la teoría en su integridad.

Los parámetros conceptuales establecen las categorías modales de la necesidad, la certeza, lo apreciativo, el deseo, lo elogiable y la obligatoriedad. Entre los parámetros conceptuales, se encuentra uno específico, la fuerza de validación (F), y dos genéricos: la instancia de validación (I) y la dirección de ajuste (D).

En el parámetro (F) se establecen categorías que se actualizan en continuos entre lo imposible y lo necesario (modalidad alética), entre lo excluido y lo cierto (modalidad epistémica), entre lo despreciativo y lo apreciativo (modalidad apreciativa), entre la aversión y el deseo (modalidad bulética), entre lo censurable y lo elogiable (modalidad axiológica) y entre lo prohibido y lo obligatorio (modalidad deóntica)[8]. Los enunciados pueden presentar imbricaciones de dos categorías modales, por lo que se descarta que estas sean necesariamente discretas.

Los cinco parámetros funcionales dan cuenta de la estructuración sintáctica de los elementos modales y de su valor enunciativo. Se distinguen tres parámetros enunciativos: compromiso del locutor (C), relatividad de la modalidad (R) y temporalidad (T). También hay dos parámetros estructurales: nivel de la estructura sintáctica (N) y alcance de la estructura lógica (A).

El metaparámetro de marcaje (M) indica cómo habrán de calcularse los valores modales porque establece, a través de reglas, si un parámetro toma determinado valor por un marcaje lingüístico explícito o por inferencia pragmática[9]. El esquema del modelo de Gosselin es el siguiente:


Gráfico 1
Esquema modular de Laurent Gosselin
Fuente: Etkin, Sergio (2016), La modalidad, Buenos Aires, Eudeba, p. 126

El parámetro funcional nivel de la estructura sintáctica (N) describe las relaciones de alcance que contraen las formas modales con los demás elementos del enunciado. Existen modalidades intrínsecas a nivel lexemático, modalidades extrínsecas a nivel de la frase y modalidades sublexicales.

Dentro de las modalidades extrínsecas, Gosselin distingue entre a) modalidades extrínsecas de re con operadores predicativos[10], b) modalidades extrínsecas de dicto con operadores proposicionales[11] y c) modalidades de dicto metapredicativas[12] (gráfico 1). Una de las preguntas que guía esta investigación es cuáles son los operadores predicativos y proposicionales y metapredicativos en la modalización del enunciado quechua.

Los tres discursos que se estudian son producciones orales y no ficcionales. Esas propiedades discursivas probablemente incidan en los operadores utilizados para modalizar a nivel de la frase. Los quechuahablantes también modalizan intrínsecamente a nivel lexemático pero este estudio se centra solo en las modalidades extrínsecas. Estas se manifiestan en el nivel morfosintáctico de una lengua aglutinante y polisintética como lo es el quechua.

El estudio de esos discursos se limita a operar con algunos de los nueve parámetros propuestos por el modelo de Gosselin. En consecuencia, los objetivos de este trabajo son:

a) Identificar en tres discursos orales en quechua los segmentos modales a partir de algunos parámetros conceptuales, funcionales y del metaparámetro.

b) Reconocer los operadores predicativos, proposicionales y metapredicativos quechuas que modalizan a nivel de la frase según el parámetro nivel de la jerarquía sintáctica.

En lo metodológico, Etkin en su libro La modalidad presenta una aplicación de la propuesta de Gosselin al analizar el cuento “No sé si he sido claro” de Roberto Fontanarrosa. Para ello, opera por separado con los tres parámetros conceptuales y con los tres parámetros funcionales enunciativos en el plano discursivo del cuento completo. Los dos parámetros funcionales estructurales y el metaparámetro solo se exponen si se tornan relevantes o evidentes. Para hacer el estudio en los tres discursos en quechua, se utilizará una metodología diferente a la expuesta. El análisis no se realizará sobre un discurso completo sino que se focalizará en los distintos segmentos modales que cada discurso presenta. La categoría “segmento modal” es la que se propone en este trabajo.

En el presente estudio, cada segmento modal se infiere a partir del parámetro conceptual fuerza de la validación (F) en correlación con los parámetros instancia de validación (I) y dirección de ajuste (D). El parámetro conceptual (F) implica un valor modal que se articula con lo alético, lo epistémico, lo apreciativo, lo bulético, lo axiológico o lo deóntico. El segmento, además, presenta un tópico a nivel discursivo porque cada segmento modal tiene un referente que surge como central[13], o como aquel acerca del cual tratan las proposiciones del segmento delimitado.

Además, cada segmento modal es descrito según el parámetro funcional de nivel de la jerarquía sintáctica (N). El análisis se complementa con los dos valores del metaparámetro (M) porque se determina si la modalización es explícita o inferida. La elección metodológica del segmento modal se justifica porque se pretende reconocer una categoría operativa para estudiar la modalidad en cualquier otro tipo discursivo.

Análisis de Allinta kanchata ruwana

Este discurso explica el proceso de levantar una pirca, o sea, una pared de piedras y barro que constituye un corral. En el registro, el entrevistador es el autor de este artículo (MZ) y el entrevistado es el farallonense Carlos Llampa (C). Desde la perspectiva del parámetro funcional (F), el discurso se estructura en tres segmentos. Los enunciados de las abuelas, (3) al (9), presentan la modalidad deóntica expresada a través de formas imperativas u órdenes. Los enunciados de Carlos sobre sus acciones, (10) al (15), presentan la modalidad alética. El tercer segmento, (16) a (17), tiene validación deóntica pero a través de proposiciones declarativas o normas.

El discurso explicativo, que presenta en números romanos los tres segmentos modales identificados, es el siguiente:

Autor: (1) Bueno eh:::, don Carlos, me podría relatar en quechua el proceso de levantar una pirca

C: (2):

Ari

A

riqsi-alta-ri-chka-yki

Sí,

AS

conocer-?-INC-PROG -1˃2 SG

Sí, pues. Estoy comenzando a contarte (Tradución literal: Estoy comenzando a conocerte)

I. (3)

Este:::

ñawpa

juch’uy

ka-spa

awuela-y-kuna

Este:::

antes

pequeño

ser-MS

abuela-POS.1SG –PL

Este::: Antes, siendo pequeño, mis abuelas

(4)

Este

ña

timpu

jatari-y,

lluqalla

Este

ya

tiempo

Levantarse-IMP.2SG,

chango

Este ya. (Ordenaban) Temprano levantate, chango

(5)

Este

mati-ta

upya-y

Este

mate-AC

beber-IMP.2SG

Este. Tomá mate

(6)

Eh:::

rumai[14]-ta

tanta-mu-y

Eh:::

piedra-AC

juntar-CIS-IMP.2SG

Eh. Vas a juntar piedra

(7)

t’uru-ta

alla-y

Barro-AC

cavar-IMP.2SG

Cavá barro

(8)

kancha-ta

pirqa-mu-y

Corral –AC

pircar-CIS-IMP.2SG

Vas a pircar el corral

(9)

Chanta

chay-manta

ruwa-spa

Después

DEM MED-ABL

hacer-GER

Después de (estar) haciendo eso,

II (10)

Este:::

ri-q

ka-ni

Este:::

ir-NMLZ

ser-1SG

Este… acostumbraba ir

(11)

runa-ta…

Hombre-AC

Al hombre…

(12)

rumi-ta

tanta-mu-q

t’uru-ta

alla-q

Piedra-AC

juntar-CIS-NMLZ

barro-AC

cavar-NMLZ

(Acostumbraba) ir a juntar piedra, cavar (el) barro

(13)

Chanta

cimenta-q

ka-ni

Después

cimentar-NMLZ

ser-1SG

Después acostumbraba cimientar

(14)

Este:::

kancha-ta

pirqa-q

ka-ni

Este:::

corral-AC

construir-NMLZ

ser-1SG

Acostumbraba construir el corral

(15)

Jina-ta

ruwa-q

ka-ni

uwija-paq

o

llama- paq

COMPR-AC

hacer-NMLZ

ser-1SG

oveja-BEN

o

llama- BEN

Acostumbraba hacer así para la oveja o para la llama.

III (16)

kancha-ta

ruwa-na,

allinta

Corral-AC

hacer-NMLZ

bien

(Hay) que hacer el corral, bien

(17)

t’uru –wan

t’uru-wan

pirqa-na

barro-COM

barro-COM

levantar la pared-NMLZ

Con barro, con barro, (hay) que levantar la pared.

(18) Eso más o menos sería

Primer segmento deóntico

En la modalidad deóntica, Gosselin distingue cinco valores básicos. El continuo va desde lo prohibido, pasando por lo desaconsejado, lo indiferente, lo aconsejado y llegando a lo obligatorio[15].

Gráfico 2

Valores del parámetro fuerza de validación deóntica (F)

Lo prohibido

Lo desaconsejado

Lo indiferente

Lo aconsejado

Lo obligatorio

Fuente: Etkin, Sergio (2016), La modalidad, Buenos Aires, Eudeba, p. 130.

Una modalidad específica ya identificada, según el parámetro (F), permite trabajar con los parámetros instancia de validación (I) y dirección de ajuste (D). La cuestión sobre el sujeto que valida se actualiza en el parámetro de la instancia de validación (I) que incluye la objetividad absoluta de las verdades incontrovertibles, la objetividad ligada a fenómenos continuos como las modas y hábitos, la institucionalidad, la subjetividad colectiva de las normas sociales y la subjetividad individual de leyes y reglas explícitas[16].

Gráfico 3

Valores del parámetro instancia de validación (I)

Objetividad absoluta

Objetividad ligada a fenómenos continuos

Intersubjetividad o institucionalidad

Subjetividad colectiva

Subjetividad individual

Fuente: Etkin, Sergio (2016), La modalidad, Buenos Aires, Eudeba, p. 130.

Los enunciados (3) al (9), primer segmento deóntico de la explicación, pueden resumirse en la expresión: Ñawpa juch’uy kaspa awuelaykuna (ordenaban), lluqalla ., ‘Antes, siendo pequeño, mis abuelas (ordenaban), chango .’. La “n” es un símbolo convencional para referir los cinco verbos con sufijo de Presente de Imperativo “-.” en jatariy, lluqalla, ‘levantate, chango’, (4); Matita upyay, ‘tomá mate’, (5); Rumaita tantamuy, ‘Vas a juntar piedra’, (6), T’uruta allay, ‘cavá barro’, (7) y Kanchata pirqamuy, ‘Vas a pircar el corral’, (8).

El sujeto modal awuelaykuna en (3) es la instancia de validación institucional en el discurso explicativo (parámetro I). Los abuelos, en general, constituyen la institución autoridad en la cosmovisión andina. En todos los enunciados de la explicación quechua, esta autoridad es respetada. Desde el enunciado (4) hasta el (9) las mismas palabras que Carlos recuerda de sus abuelas son reproducidas[17].

Estrechamente relacionado con el parámetro (I), el parámetro de la dirección del ajuste (D) define si el enunciado es descriptivo o prescriptivo[18]. Las intervenciones de las abuelas manifiestan una dirección estrictamente prescriptiva, son órdenes[19].

Si se considera las relaciones de alcance que contraen las formas modales con los demás elementos del enunciado (parámetro N), en el nivel intrínseco lexemático se identifica la palabra lluqalla en (4). Esta es transferencia lingüística del aymara[20]. Es un subjetivema que en el castellano hablado en Jujuy presenta una calificación peyorativa respecto de un varón. Equivale a decir “chango flojo”; o sea, un muchacho lento para hacer las cosas.

Además, el discurso de las abuelas presenta cinco verbos con sufijos verbales de Presente de modo Imperativo. En ellos hay modalidad extrínseca de dicto, a nivel de la frase. En los enunciados (4) a (8), ya mencionados, el sufijo quechua de Imperativo -y[21] está cargado del valor obligatoriedad, funciona como operador proposicional. El sufijo verbal de imperativo modaliza deónticamente la oración entera.

Finalmente, según el metaparámetro (M), cualquiera de los parámetros toma un determinado valor o por un marcaje lingüístico explícito, a través de operadores específicos, o por inferencia pragmática[22]. Este primer segmento deóntico presenta un marcaje explícito porque tanto el lexema a nivel intrínseco, lluqalla, como el operador proposicional –y están presentes en los enunciados.

Segmento alético

La modalidad alética se vincula con la presentación de una predicación de verdad objetiva, es decir, como una información que seguiría siendo cierta por más que el sujeto que la enuncia lo ignorara[23]. Tiene siete valores en el parámetro (F): lo imposible (nunca), lo cuasi imposible (muy raramente), lo contingente negativo (raramente), lo contingente bilateral (a veces), lo contingente positivo (frecuentemente), lo cuasi necesario (generalmente) y lo necesario (siempre)[24].

Gráfico 4

Valores del parámetro fuerza de validación alética (F)

Lo imposible

Lo cuasi imposible

Lo contingente negativo

Lo contingente bilateral

Lo contingente positivo

Lo cuasi necesario

Lo necesario

Fuente: Etkin, Sergio (2016), La modalidad, Buenos Aires, Eudeba, p. 139

El segundo segmento del discurso explicativo, (10) a (15), está modalizado aléticamente. Carlos enumera sus propias acciones, en el proceso de construcción de la pirca, en correspondencia casi simétrica con las órdenes de sus abuelas. Las construcciones quechuas de presente habitual[25], Riq kani, ‘acostumbraba ir’, en (10), o pirqaq kani, ‘acostumbraba construir’, en (14), permiten reconocer una validación contingente positiva o frecuente de las acciones del enunciador.

Esta modalidad encuentra su lugar en el cruce entre la objetividad con alcance sobre fenómenos continuos[26], observables en forma diferente por distintos sujetos, según el parámetro (I) y una dirección de ajuste estrictamente descriptiva según el parámetro (D)[27]. El fenómeno continuo es la habilidad para construir pircas por parte del enunciador.

Según el parámetro (N), los sintagmas en presente habitual de (10) y de (14) son operadores predicativos en una validación modal extrínseca de re (gráfico 1). Este operador está constituido por un verbo con NMLZ -q más el verbo kay con sufijo de persona.

Segundo segmento deóntico

El último segmento modal de la explicación es deóntico porque (16) y (17) expresan lo aconsejado según el parámetro (F) del gráfico 2. Los enunciados son Allinta kanchata ruwana, ‘(hay) que hacer bien el corral’, en (16) y T’uru-wan, t’uru-wan pirqana, ‘con barro, con barro, (hay) que levantar la pared’ en (17). Este segmento se ubica entonces en el cruce, por un lado, de una instancia de subjetividad colectiva según el parámetro (I) del gráfico 3. Por el otro, se ubica según el parámetro de ajuste (D)[28], en una dirección prioritariamente prescriptiva porque son normas sociales. Los valores del parámetro (D) incluyen, como polo descriptivo, lo alético (negativo fuerte), lo epistémico (negativo medio) y lo axiológico (negativo débil). Como polo prescriptivo, incluye lo deóntico y bulético en forma declarativa (positivo débil) y lo deóntico y bulético en forma imperativa (positivo fuerte).

De acuerdo al nivel de jerarquía sintáctica (parámetro N), la validación es extrínseca de re en (16) Allinta kanchata ruwana, ‘(hay) que hacer bien el corral’, y en (17) T’uru-wan, t’uru-wan pirqana, ‘con barro, con barro, (hay) que levantar la pared’ porque la construcción verbal quechua es la que permite inferir la modalidad seleccionada por el enunciador.

En los dos enunciados, el nominalizador quechua “-na” opera con los verbos ruway o pirqay en una complementación indicativa[29] con el valor modal de obligatoriedad. Los farallonenses dicen Uwijata michi-na, ‘(Hay) que pastorear la oveja’; o Wawata munana, ‘(hay) que querer al bebé’, utilizando el sufijo -na como operador predicativo quechua que puede traducirse ‘(hay) que…’. Según el metaparámetro (M), este segundo segmento deóntico quechua se reconoce a partir de la inferencia pragmática del verbo “hay” en (16) y en (17). En la lengua sudamericana, el verbo “haber” está ausente, no actualizándose a través de ningún sufijo específico.

Análisis de Señaladata ruwachkanku

El segundo discurso en el que se estudia la modalización es una entrevista que Eusebio Llampa (ELL) le hizo a Gualberto Pascual Llampa (GLL), residente farallonense. Si bien ambos están de acuerdo sobre los tópicos sobre los que conversan, resulta interesante analizar cómo cada intervención es modalizada, especialmente las respuestas del entrevistado. Es posible reconocer cuatro tópicos en esta conversación: la señalada de ovejas entre (20) y (21), la cantidad de llamas de Gualberto Llampa entre (22) y (31), la costumbre de hacer chicha entre (32) y (36) y la costumbre del samariy o pedido del “multiplico”[30] entre (37) y (43). Desde la Lingüística de la interacción, estos cuatro segmentos de la entrevista constituyen secuencias. La secuencia es una sucesión de entradas de distintos participantes referidos a un mismo tema o tópico discursivo[31].

Al estudiar los intercambios, se reconocen siete que en la transcripción están marcados con números romanos. Un intercambio es una unidad dialógica mínima que resulta de la unión de dos intervenciones, una iniciativa y otra reactiva[32]. El intercambio I, (19) a (21), tiene como tópico el día en que se realiza la señalada. El II, (22) a (24), trata sobre la cantidad de hacienda del consultante. Los intercambios III, (25) a (28), y IV, (29) al (31), siguen tratando el tema de la hacienda de Gualberto Llampa. El intercambio V, (32) a (37), tiene como tema la costumbre de hacer chicha. Finalmente, los intercambios VI, (38) a (40), y VII, (41) a (43), tratan sobre la costumbre del “samariy” o pedido del multiplico.

El carácter particular de la entrevista Señaladata ruwachkanku permite reconocer dos tipos de segmentos en los siete intercambios identificados. Para una rápida comprensión, se opta por considerar a cada intercambio como un segmento modalizado. En la entrevista, hay cinco segmentos aléticos (los intercambios I, II, V, VI y VII) y dos axiológicos (los intercambios III y IV). La entrevista, cuyos segmentos modales están señalados con números romanos, es la siguiente:

I. ELL (19)

A ver

¿Ima-manta

kunan

rima-ri-saq ?

A ver

¿Qué-ABL

ahora

hablar-INC-FUT.1SG?

Pascual Llampaw,

Llampa

Pascual Llampaw,

Llampa

A ver. ¿Ahora sobre qué comenzaré a hablar?, Pascual Llampa.

(20)

Pascual

¿jáyk’a

ruwa-nki

señalada-ta?

Pascual

¿cuándo

hacer-2SG

señalada-AC?

Pascual, ¿cuándo hacés (la) señalada?

GLL(21)

Comadres…

comadris

días-ta

ruwa-chka-nku

Comadres…

comadres

día-ADVR

hacer-PROG-3PL

señalada-ta [33]

señalada-AC

Están haciendo la señalada en (el) día (de las) comadres.

II. ELL (22)

Y:::

¿Ima

hacienda-taq

tiya-n

tiya-n

Y:::

¿qué

hacienda-INT

COP LOC-3SG

COP LOC-3SG

tiya-n

qam-paq?

¿Ima

hacienda-taq

ka-n

kunan?[34]

COP LOC-3SG

2SG-BEN?

¿Qué

hacienda-INT

ser-3SG

ahora?

¿Qué hacienda hay para tí? ¿Qué hacienda hay ahora? (Trad. lit. ¿Qué hacienda es ahora?)

GLL (23)

Ñuqa-p

hacienda-y

tiya-n

llama

uwija

cabra

1SG-GEN

hacienda-POS.1SG

COP LOC-3SG

llama

oveja

cabra

Mi hacienda de mí, hay llama, oveja (y) cabra.

(24)

Chay

chay

hacienda

tiya-n

DEM

DEM

hacienda

COP LOC-3SG

Esa hacienda hay.

III. ELL (25)

¿Achkha-chu

o… ?

¿Mucho -DISY

DISY…?

¿Mucho o…?

GLL (26)

Nani:::

juk

o

Waranqa

iskayniyuq

MET

uno

o

Mil

dos

Eh::: mil o dos mil (Trad. lit. mil o mil dos)

(27)

Chay-

jina

tiya-n

llama-y

uwijita

DEM-

COMPR

COP LOC-3SG

llama-POS.1SG

ovejita

tiya-n

COP LOC-3SG

Como eso hay (de) mi (s) llama(s) y ovejita (s)

(28)

Pus...,

pusaq

cabraita

tiya-n

juk:::

pus:::

chun…

Och…,

ocho

cabrita

COP LOC-3SG

un:::

och:::

die …

chunka

pusaq

diez

ocho

Hay ocho cabritas, (no) ochenta.

IV. ELL (29)

¿Achkh-ita-lla?[35]

¿Mucho-DIM-EXCL[36]?

¿Bastantes no más (hay)…? (Trad. lit. ¿Muchitas no más (hay)…?)

GLL (30)

Chay

chay

tiya-n

ñuqa-p

DEM

DEM

COP LOC-3SG

1SG-GEN

Eso hay de mí.

(31)

Señalada

días

comadris

días-ta

Señalada

días

comadres

días-ADVR

La señalada (es) en los días (de las) comadres.

V. ELL(32)

¿Y

kunan-manta

chicha-ta

ruwa-nki

mana?[37]

¿Y

ahora-ABL

chicha-AC

hacer-2SG

NEG?

Y desde cuándo no haces chicha?

(33)

¿Ima

ima-ta

ruwa-nki

kunan?

¿Siñal-ni-yki-ta-ri?

¿Qué

qué-AC

hacer-2SG

ahora?

¿Señal-EUF-POS.2SG- AC- INT?

¿Qué hacés ahora? ¿(Hacés) tu señalada? (Trad. lit. ¿Tu señal?)

GLL (34)

Bueno

kunan

chay

chicha

ray…[38]

chay:::

chay-kuna-ña

Bueno

ahora

DEM

chicha

hacer

DEM

DEM-PL-ya

chinka-pu-chka-n

ña

kay

llajta-pi

desaparecer-APL-PROG-3SG

ya

DEM

pueblo-LOC

Bueno. Ahora hacer esa chicha, esas (chichas), ya está desapareciendo en este pueblo.

(35)

Wakin-kuna

ruwa-chka-n

pero

wakin

mana-ña

INDF-PL

hacer-PROG-3SG

pero

INDF

NEG- ya

ruwa-nku-ña[39]

que:::

este:::

hacer-3PL-ya

que:::

este:::

Algunos está(n) haciendo, pero algunos ya no hacen.

(36)

Chay

juk-lla-ta

ruwa-nchik

DEM

uno-EXCL-AC

hacer-1PL.INCL

Hacemos una nomás.

(37)

Kunan-qa

chay-lla-wan

t’ikan…

t’ikancha-yku[40]

Ahora-TOP

DEM-EXCL-COM

florear…

enflorar-1PL.EXCL

Ahora (a) esa nomás enfloramos. (Trad. lit. Ahora con esa nomás enfloramos.)

VI. ELL (38)

¿Qam

ruwa-nki-chu

samariy-ta?[41]

¿2SG

hacer-2SG-INT

inspiración-AC?

¿Vos hacés (el) pedido de multiplico? (Trad. lit. Vos hacés (la) respiración)

(39)

¿Chay

ruwa-nki-chu

mana-chu

kunan?[42]

¿Eso

hacer-2SG-INT

NEG-INT

ahora?

¿Eso hacés o no hacés ahora?

GLL (40)

Mana

mana

mana

chi…[43]

ya

ya

chinka-chi- ni- ña[44]

NEG

NEG

NEG

des…

ya

ya

desaparecer-CAUS-1SG-ya

No, no, no. Ya (lo) hice desaparecer.

VII. ELL(41)

¿Mana-chu

ruwa-nki-chu

chay- ta- qa?

¿NEG-DISY

hacer-2SG-DISY

DEM- AC- TOP?

¿Imanaqtin

a?

¿Por qué

AS?

¿Hacés o no eso? ¿Por qué?

GLL(42)

Bueno

ña

kunan

Wiñay

mana-ña

chay-kuna

Bueno

ya

hoy

descendencia

NEG-ya

DEM-PL

eh:::

costumbri-ta

apa-nku-chu

eh:::

costumbre-AC

llevar-3PL-NEG

Bueno. Ya hoy (los) hijos ya no llevan (la) costumbre (Trad lit. Ya hoy (la) descendencia ya no llevan (la) costumbre)

(43)

Chanta

chinka-chi-ni-ña

Después

desaparecer-CAUS-1SG-ya

Segmentos aléticos I y II

Los dos intercambios iniciales se modalizan aléticamente. En el intercambio I, (19) a (21), Eusebio pregunta sobre el día en que se realiza la señalada y en el II, (22) a (24), interroga sobre la cantidad de hacienda del consultante. El entrevistado brinda respuestas asociadas al valor de lo necesario (gráfico 4) porque se infiere que siempre hace la señalada el jueves de comadres, previo al carnaval, y que siempre tiene como hacienda llamas, ovejas y cabras.

Los dos segmentos aléticos encuentran su lugar en el cruce entre una objetividad asociada a fenómenos continuos según el parámetro instancia de validación (I) del gráfico 3 y una dirección de ajuste descriptiva, según el parámetro (D).

En el primer segmento alético, (19) a (21), cuando Gualberto responde sobre el día en el que hace la señalada, lo hace en tercera persona plural: comadris diasta ruwachkanku señaladata, ‘Están haciendo la señalada el día de comadres’ (21). El enunciador no toma partido frente a la validación del evento y utiliza una construcción verbal quechua denominada Presente progresivo: ruwachkanku, ‘están haciendo’.

Según el parámetro (N), el segundo segmento, (22) a (24), presenta el carácter de modalidad intrínseca a nivel lexical (gráfico 1). Esto sucede a través del uso, en la pregunta, del verbo cópula kay en ¿Iman haciendataq kan kunan?, ‘¿Qué hacienda hay ahora?’ (22). Igual modalidad intrínseca se aprecia, en la respuesta, con el uso del verbo tiyan: Chay hacienda tiyan, ‘Esa hacienda hay’ (24). El verbo tiyan, en estos enunciados, se flexiona en 3era persona singular significando ‘hay’[45]. Se trata de verbos simples, de verbos copulativos. Por lo tanto, no pueden funcionar como operadores a nivel extrínseco.

Desde el metaparámetro (M), la modalidad alética es inferida pragmáticamente a partir de los verbos mencionados en el primer segmento (Presente progresivo) y en el segundo segmento (kan y tiyan, ambos con el significado ‘hay’).

Segmentos axiológicos III y IV

Los dos segmentos axiológicos son los intercambios III y IV. El intercambio III, (25) a (28), y IV, (29) al (31), tratan el tema de la cantidad de hacienda de Gualberto Llampa. La valoración de si es poca o mucha es un tema sensible para el entrevistado. Probablemente, la cuantificación económica patrimonial sea siempre un tópico delicado para el hombre andino.

La categoría modal axiológica se identifica con los juicios morales, ideológicos, políticos, legales, etcétera, de un sujeto modal; esto es, con lo que se considera censurable o elogiable sobre la base de convenciones sociales estables[46]. Su continuo incluye estos grados de valores axiológicos: lo censurable, lo incorrecto, lo indiferente, lo correcto y lo excelente o elogiable[47].

Gráfico 5

Valores del parámetro fuerza de validación axiológica (F)

Lo censurable

Lo incorrecto

Lo indiferente

Lo correcto

Lo elogiable

Fuente: Etkin, Sergio (2016), La modalidad, Buenos Aires, Eudeba, p. 151

En el intercambio III, (25) a (28), cuando Eusebio pregunta si su hacienda es mucho o poca, Gualberto interrumpe para decir que son mil o dos mil. Obsérvese que no hay un cuantificador numeral cardinal preciso o exacto: juk o waranqa iskayniyuq, ‘mil o dos mil’ (26). Además, está modalizado con la expresión Chayjina tiyan, ‘Como eso hay…’ (27), acercándose con esta expresión a un cuantificador evaluativo.

En el intercambio IV, (29) a (31), Eusebio repregunta si eso es mucho (29). Gualberto responde Chay tiyan ñuqap, ‘Eso hay de mí’ (30). Gualberto evita responder si eso es mucho o poco. Nuevamente modaliza evaluando que quizás es incorrecto manifestar que es mucho (parámetro F).

Estas respuestas modalizadas axiológicamente se ubican, según el parámetro (I) del gráfico 3, en el grado de la subjetividad colectiva. Socialmente, el enunciador considera incorrecto o impertinente el exhibir abiertamente la cantidad de riqueza que se posee. Según el parámetro (D), las respuestas se ubican en una orientación prioritariamente descriptiva.

Según el parámetro (N), la modalización de los intercambios III y IV es intrínseca a nivel lexical. Eusebio, el entrevistador, en sus preguntas utiliza el adverbio achkha en (25) y (29). Mientras en castellano, existe un solo adverbio para expresar una cantidad grande, “mucho”, en quechua hay que distinguir achkha que significa “mucho, en mayor cantidad”[48], como cuantificador, de ancha que significa “mucho”[49] pero como intensidad en un sentimiento o como dimensión espacial. Así con el primer término pueden elaborarse sintagmas nominales como achkha llama, ‘mucha llama’; achkha rumi, ‘mucha piedra’; etc. Con el segundo, puede elaborarse expresiones como ancha munaq, ‘que quiere mucho’; ancha nanaq, ‘muy doloroso’; o ancha jatun, ‘muy grande’.

La respuesta de Gualberto, en el primer segmento axiológico (intercambio III), según el parámetro (N) está modalizado intrínsecamente a nivel lexical con el uso de un demostrativo y un comparativo en (27): Chayjina tiyan, ‘Como eso hay…’ Lo mismo sucede en el segundo segmento (intercambio IV) cuando vuelve a usar el demostrativo ya mencionado: Chay tiyan ñuqap, ‘Eso hay de mí’ (30). Según el metaparámetro (M), todas las modalizaciones son pragmáticamente inferidas.

Segmentos aléticos V, VI y VII

Los tres intercambios finales V, VI y VII están modalizados aléticamente. En el segmento V, (32) a (37), Eusebio le pregunta al entrevistado si dejó de hacer chicha para las señaladas. Gualberto contesta: Jukllata ruwanchik, ‘Hacemos una nomás’ (36). En tanto, en el segmento VI, (38) a (40), Eusebio interroga a Gualberto sobre si realiza el ritual del samariy (38) o pedido para que haya multiplicación de animales. La palabra samariy es polisémica. Se relaciona con el verbo samaray que significa 1) “respirar”, “exhalar” y 2) “descansar bien”[50]. Dado que este ritual implica respirar en unas hojas de coca pidiendo el multiplico de los animales que son señalados o marcados, la primera acepción es la conveniente. Una traducción literaria como “hacer el pedido del multiplico” es más comprensible para quien desconoce el uso contextual de la palabra quechua.

En el samariy se selecciona unas hojas de coca que se ponen sobre una mesa. Esas hojas representan a los animales machos o hembras que se desean. En el marco de este ritual, se ejecuta el waranqata; o sea, el deseo de que los animales se multipliquen por miles. La palabra waranqa significa ‘mil unidades’[51]. Gualberto Llampa responde que, entre sus rituales familiares, ya no realiza el samariy en (40).

En el intercambio VII, (41) a (43), Gualberto da la razón de por qué dejó de hacer el pedido de multiplico. Su respuesta está modalizada aléticamente porque presenta una relación entre dos proposiciones: (42) ña kunan wiñay manaña chaykuna eh::: costumbrita apankuchu, ‘Ya hoy los hijos ya no llevan la costumbre’ y (43) Chanta chinkachiniña, ‘Después ya (la) hice desaparecer’.

En las respuestas (36) del segmento V, (40) del segmento VI, y (42-43) del VII, nuevamente una objetividad asociada a fenómenos continuos[52], según el parámetro (I) del gráfico 3, se cruza con un ajuste estrictamente descriptivo, según el parámetro (D).

El intercambio V, según el parámetro (N) del gráfico 1, se valida intrínsecamente a nivel lexical a través del verbo ruway, ‘hacer’, en (36) Jukllata ruwanchik, ‘Hacemos uno nomás’. El entrevistado se refiere a que se elabora un solo cántaro de chicha. Desde el metaparámetro (M), la modalidad alética es inferida pragmáticamente.

La respuesta del intercambio VI (cuarto segmento alético), según el parámetro (N), se modaliza extrínsecamente de re porque la frase se estructura con el sintagma verbal chinkachiniña. Este incluye un sufijo verbal causativo -chi con el verbo chinkay, ‘desaparecer’. Esto cae bajo el alcance del sufijo de negación -mana. El enunciado modalizado completo es:

(40)

Mana

mana

mana

chi…

ya

ya

chinka-chi-ni-ña

NEG

NEG

NEG

des…

ya

ya

desaparecer-CAUS-1SG-ya

No, no, no. Ya (lo) hice desaparecer.

El mismo predicado complejo opera en el segmento VII, en (43): Chanta chinkachiniña, ‘Después, ya (la) hice desaparecer’. Nuevamente se modaliza extrínsecamente de re, según el parámetro (N).

Desde el metaparámetro (M), el valor modal alético de los intercambios VI y VII es marcado explícitamente. En contraste, en el segmento alético V el marcaje es inferido pragmáticamente.

Análisis de Talinaman riq kani

El último discurso analizado es una narración enunciada por Carlos Llampa (C) quien relata un acontecimiento importante para la vida económica de la comunidad de Lagunillas del Farallón: el último viaje con burros a la feria del trueque en Talina, Bolivia.

La narración completa consta de cinco segmentos modalizados. El primero presenta los preparativos para el viaje y está modalizado aléticamente. El segundo segmento narra los problemas y soluciones del viaje hacia Talina y está modalizado deónticamente. El tercero trata sobre las acciones en la feria de trueque en Talina y está modalizado aléticamente como los dos siguientes segmentos. El cuarto relata las acciones y problemas que ocurren durante el viaje de regreso. Finalmente, el quinto narra someramente el ritual a los burros caravaneros y la chayada que se realiza con los alimentos traídos de Talina. El discurso completo consta de cincuenta y nueve enunciados. En el presente estudio sólo se transcribirán y analizarán los dos primeros segmentos que, en el presente artículo, se enumeran desde la intervención (44) hasta la (65).

La siguiente transcripción presenta en números romanos los dos primeros segmentos modales:

Autor – Bueno don Carlos ¿podés relatarme en quechua eh::: lo que quizás fue eh::: fue la última caravana que::: han hecho desde Lagunillas hasta::: Talinas, si digo bien el nombre hasta Talinas, para hacer trueque?

I. CLL (44)

Bueno

eh:::

ñuqa

juk

año

juk

wata

eh:::

Bueno

eh:::

1SG

un

año

un

año

eh:::

en año mil novecientos noventa y seis

en año mil novecientos noventa y seis

Bueno, yo, un año mil novecientos noventa y seis

(45) Talina-man

ri –q

ka-ni

viajes

viaje-man

Talina-DIR

ir -NMLZ

ser-1SG

viajes

viaje-DIR

Solía ir a Talina, a(l) viaje.

(46) Iskay

chunka

burru-ta:::

apa-spa

Dos

diez

burro-AC

llevar-MS

Llevando veinte burros,

(47) warmi-y-wan

cuñada-y-ni-y-wan

mujer-POS.1SG-COM

cuñada-POS.1SG-EUF-POS.1SG-COM

Acostumbraba ir con mi mujer, con mi cuñada, con mi hermana.

(48)

Chanta

chay

ri-q

ka-mu-rqa-ø[53]

Después

DEM

ir-NMLZ

ser-CIS-PAS-3SG

Después, eso, acostumbraba ir allá.

(49) Este:::

aycha-ta

apa-q

ka-ni

Este:::

carne-AC

llevar-NMLZ

ser-1SG

Este::: sabía llevar carne,

(50) llama

aycha-ta

llama

chaluna-ta

apa-q

ka-ni

Llama

carne-AC

llama

charqui-AC

llevar -NMLZ

ser-1SG

Sabía llevar carne (de) llama, charqui (de) llama

(51) Kay-manta

puri-q

ka-ni

DEM-ABL

partir –NMLZ

ser-1SG

Acostumbraba salir desde aquí.

(52)

Eh:::

Cusi Cusi

uray-pi

puñu-q

ka-ni

Eh:::

Cusi Cusi,

abajo-LOC

dormir-NMLZ

ser-1SG

En Cusi Cusi, abajo, solía dormir

(53) Chanta

wakichi-ku-ni

chay

viaje-pi

este:::

comida-ta

Después

preparar-RFL-1SG

DEM

viaje-LOC

este:::

comida-AC

Después, me preparaba en ese viaje (la) comida.

(54) Uchu-kuna-ta

apa-q-kuna

aviu-paq

Ají -PL-AC

llevar-NMLZ-PL

avío-RES

(Acostumbraba) llevar los ajíes para (el) avío[54]

(55) la-manta

lluqsi-nchik

eh:::

Cusi Cusi-ta

pasa-nchik

lado?-LOC

salir-1PL INCL

eh:::

Cusi Cusi-AC

pasar-1PL INCL

De (ese) lado, salimos, pasamos Cusi Cusi.

(56) ri-spa

akulli-spa

akulli-spa

Ir-MS

coquear-MS

coquear-MS

Yendo, coqueando, coqueando

(57) Waskha-ta

simp’a-spa

ri-q

ka-ni

soga-AC

trenzar-CVB

ir-NMLZ

ser-1SG

Acostumbraba ir trenzando (la) soga.

(58) Chay

juk

jornada-pi

chay-pi

eh:::

comida-ta

DEM

Una

jornada-LOC

DEM-LOC

eh:::

comida-AC

ruwa-ku-q

ka-nchik

hacer-RFL-NMLZ

ser-1PL INCL

En esa jornada, ahí, solíamos hacernos la comida.

(59) Chay-pi

puñu-q

ka-nchik

DEM-LOC

dormir-NMLZ

ser-1PL INCL

Ahí sabíamos dormir.

(60) Burru-kuna-ta

collara-q

ka-nchik

Burro-PL –AC

acollarar-NMLZ

ser-1PL INCL

Acostumbrábamos acollarar (los) burros.

(61) Maruchus-kuna-ta

campanilla

wallqariku-sqa

Burros delanteros-PL-AC

campanilla

colgar-NMLZ

ri-q

ka-nchik

ir-NMLZ

ser-1PL INCL

(Con) los burros delanteros a los que (se) había colgado la campanilla, solíamos ir.

(62) Chanta

siguiente

púnchay

tempranu

huras

jatari-nchik

Después

siguiente

día

temprano

horas

levantar-1PL INCL

carga-ku-nchik

cargar-RFL-1PL INCL

Después, (al) siguiente día, (nos) levantamos a hora temprana, nos cargamos

II. (63)

Chanta

juk-ta-n

chura-ku-na-lla-taq

Después

uno-AC-POS 3SG

poner-RFL-NMLZ- EXCL-COP

Juk

realero

chaya-q-taq

Un

realero

llegar-NMLZ-COP

Después, de nuevo, y (hay) que ponerse (a caminar) no más y (hay) que llegar a un realero

(64) Chay –pi

chaya-spa

juk-ta-n

wayk’u-ku-na

DEM-LOC

llegar-MS

uno-AC-POS 3SG

cocinar-RFL-NMLZ

mikhu-na-ta

ruwa-ku-na

avio-kuna-ta

ruwa-ku-na

comer-NMLZ-AC

hacer-RFL-NMLZ

avío-PL-AC

hacer-RFL-NMLZ

Llegando ahí, (hay) que cocinarse de nuevo, hacerse la comida, hacerse los avíos.

(65) Chanta

ripu-lla-nchik-taq

Después

irse-EXCL-1PL INCL-COP

Y después nos vamos no más.

Segmento alético

El primer segmento de Talinaman riq kani está modalizado aléticamente. Se inicia en (44) y termina en (62). Funciona como la categoría “marco” de una superestructura narrativa[55] dado que especifica los personajes, el tiempo y el lugar del difícil viaje hacia Talina. El discurso de Carlos Llampa considera, al mismo tiempo, el último viaje a Talina y la costumbre de hacer esos viajes para intercambiar productos de las alturas (charqui o chalona de llama, papas, sal, etc,) con productos de los valles o zonas bajas (naranjas, querosillas, harina, etc.).

Este segmento encuentra su lugar en una objetividad sobre un fenómeno continuo, según el parámetro (I), porque se enuncia una costumbre comunitaria[56]. También se ubica en una dirección de ajuste estrictamente descriptiva, según el parámetro (D), porque Carlos elabora enunciados ajustados a su realidad[57].

Según el nivel en la estructura sintáctica (N), se evidencia la objetividad sobre un fenómeno continuo en el uso del pronombre de primera persona singular ñuqa en (44) y en los sufijos verbales correspondientes a la persona mencionada. En este sentido, la modalización es intrínsecamente a nivel lexical.

Carlos presenta un contenido que sucedía frecuentemente. De allí que utilice en trece ocasiones la misma construcción verbal denominada presente habitual[58] en distintas variantes. Con sufijo verbal de primera persona singular, aparecen riq kani en (45) y (47), riq kamurqa en (48), apaq kani en (49) y (50), puriq kani en (51), puñuq kani en (52), apaq con elisión de kani en (54) y riq kani funcionando con un converbo en (57). A partir de la intervención (58), el consultante comienza a utilizar el presente habitual con sufijo verbal de primera persona plural inclusiva. Aparecen ruwakuq kanchik en (58), puñuq kanchik en (59), collaraq kanchik en (60) y riq kanchik en (61). Según el metaparámetro (M), este segmento está modalizado con un marcaje lingüístico explícito por la presencia del pronombre ñuqa y de los sufijos verbales del Presente habitual mencionados.

Segmento deóntico

El segundo segmento del discurso narrativo, (63) a (65), está modalizado deónticamente. Esta modalidad presenta lo que es obligatorio en un continuo que incluye cinco grados (gráfico 2). Este segundo segmento tiene como tópico los cuidados que hay que tener en el viaje a Talina.

Posicionado en el grado de lo aconsejable, Carlos enumera acciones necesarias para hacer viajes que duran varios días. La primera se encuentra en el enunciado (63): ‘(hay) que ponerse (a caminar) y llegar a un rialero’. La segunda en (64): ‘(hay) que cocinarse de nuevo, hacerse la comida, hacerse los avíos’.

Según el parámetro (I) del gráfico 3, el enunciador valida una objetividad relacionada con fenómenos continuos. Según el parámetro (D), la dirección de ajuste se ubica en el grado prescriptivo porque tanto (63) como (64) son normas necesarias.

En relación con el parámetro del nivel de la jerarquía sintáctica (N), la modalización es extrínseca de re. Se observa que, en la textualizacion en quechua, el enunciador elide el verbo “hay” pero la presencia del NMLZ “-na” con el valor de una complementación indicativa posibilita la traducción agregando el verbo “hay”. Así Chanta, juktan churakunallataq juk realero chayaqtaq, en (63) se traduce ‘Después, de nuevo, (hay) que ponerse (a caminar) nomás y llegar a un realero’ y juktan wayk’ukuna mikhunata ruwakuna aviokunata ruwakuna, en (64), como ‘(hay) que cocinarse de nuevo, hacerse la comida, hacerse los avíos’. La validación modal, en este caso, presenta un marcaje inferido pragmáticamente por la ausencia del verbo “hay”.

Conclusiones

Las conclusiones se desarrollarán en dos apartados. En primer lugar, se expondrán conclusiones sobre las características de la modalización en discursos orales enunciados en quechua. En segundo lugar, conclusiones sobre los distintos operadores de modalización a nivel de la frase quechua.

1. El estudio sobre los distintos segmentos modales encontrados en tres discursos orales no ficcionales en quechua, permite postular que todos los enunciados discursivos, excepto las introducciones como (2) en Allinta kanchata ruwana o las despedidas como (18) en la misma explicación, son susceptibles de ser modalizados. Además, en el plano metodológico, se concluye que la categoría “segmento modal” resulta operativa para estudiar la modalidad en cualquier tipo discursivo. Cada segmento se infiere a partir del parámetro fuerza de la validación (F) en correlación con los otros dos parámetros conceptuales. La descripción de cada segmento se completa cuando se opera con el parámetro funcional de nivel de la jerarquía sintáctica (N) y con el metaparámetro (M)

Sobre un total de doce segmentos identificados, el discurso explicativo tiene dos segmentos deónticos, (3) a (9) y (16) a (17), y uno alético, (10) al (15). En el discurso conversacional hay cinco segmentos aléticos: (19) a (21), (22) a (24), (32) a (37), (38) a (40), (41) a (43), y dos axiológicos (25) a (28) y (29) a (31). Finalmente, el narrativo presenta un segmento alético, (44) a (51), y uno deóntico, (52) a (65). La modalidad alética, con siete segmentos, es la más utilizada probablemente a raíz del carácter no ficcional de los tres discursos estudiados. La modalidad deóntica está presente en tres segmentos y la axiológica, en dos segmentos.

En los estudios sobre modalidad en quechua, la modalidad epistémica ocupó un lugar relevante a partir de investigaciones realizadas sobre los sufijos independientes que conforman su sistema epistémico. Esos sufijos son llamados validacionales por Cerrón Palomino[59] y evidencializadores por Aikhenvald[60]. El hecho de que, en esta investigación, no haya ni un solo segmento modalizado epistémicamente muestra el escaso uso de los reportativos -m, -mi, -s, -si o del conjetural -cha en el corpus recolectado del quechua hablado en Jujuy.

2. En relación con los procedimientos modalizadores utilizados por los quechuahablantes se concluye que, en el presente estudio, se han identificado modalizaciones a nivel intrínseco. Los enunciadores utilizan diversos lexemas para modalizar sus discursos. Un ejemplo, es el uso del lexema llukalla, ‘chango’ en (4) de Allinta kanchata ruwana.

En lo que respecta a los operadores que modalizan extrínsecamente a nivel de la frase quechua, en este estudio no se reconocieron operadores metapredicativos. Los que se identificaron, operadores predicativos y proposicionales, generalmente funcionan en forma explícita, según el metaparámetro (M). Ellos se pueden clasificar de la siguiente manera:

2.1. En primer lugar, se identifican tres operadores predicativos que modalizan extrínsecamente de re. Se los reconoce porque integran construcciones verbales complejas.

2.1.1. La construcción verbal presente habitual: para la modalidad alética, en el discurso Allinta kanchata ruwana, se encuentra el presente habitual en (10) Riq kani, acostumbraba ir, y en (14) pirqaq kani, ‘acostumbraba a construir’. En el discurso Talinaman riq kani, se lo utiliza en trece intervenciones con distintas variantes. Este operador está constituido por un verbo con NMLZ -q más el verbo kay con sufijo de persona. Con el Presente habitual la modalidad alética se manifiesta en un grado de contingencia positiva[61], de eventos que suceden frecuentemente.

2.1.2. El sufijo verbal causativo -chi: también para la modalidad alética, se reconoce una validación extrínseca en el segmento alético VI del discurso conversacional Señaladata ruwachkanku. El enunciador elabora, en (40), una respuesta con el predicado complejo chinkachiniña que incluye un sufijo verbal causativo -chi[62] con el verbo chinkay, ‘desaparecer’. Este cae bajo el alcance del término de negación mana. El mismo predicado complejo opera en el segmento VII del mismo discurso, en (43): Chanta chinkachiniña, ‘Después ya la hice desaparecer’.

2.1.3. El NLMZ –na: desde la perspectiva del metaparámetro (M), existe un operador a nivel de la frase quechua que valida deónticamente a partir de una inferencia pragmática. Se trata del NMLZ -na con valor de complementación indicativa. En el primer discurso analizado, se encuentra el NMLZ -na en (16) Kanchata ruwa-na allinta, ‘(hay) que hacer bien el corral’ y en (17) T’uruwan, t’uruwan pirqa-na, ‘con barro, con barro, (hay) que levantar la pared’.

También en el segmento deóntico de Talinaman riq kani se encuentra el NMLZ -na con el valor mencionado. Esto posibilita la traducción ‘hay que’. Así Chanta, juktan churakunallataq juk realero chayaqtaq, se traduce ‘Después, de nuevo, (hay) que ponerse (a caminar) no más y llegar a un realero’, en (63). Mientras que ... jujtan wayk’ukuna, mikhunata ruwakuna, aviokunata ruwakuna, en (64), se traduce ‘(hay) que cocinarse de nuevo, hacerse la comida, hacerse los avíos’.

2.2. Entre los operadores proposicionales quechuas, modalizadores del enunciado completo a la manera de los determinantes oracionales en español, se encuentra un ejemplo que valida extrínsecamente de dicto: el sufijo verbal de Presente de Imperativo. En las validaciones deónticas, en Allinta kanchata ruwana, el discurso de las abuelas presenta cinco verbos con sufijos verbales de Presente de modo Imperativo. El sufijo quechua de Imperativo -y está cargada del valor obligatoriedad y no debería ser negable.

Se ha estudiado la modalización en discursos orales quechuas de carácter no ficcional. Se reconoció la modalidad más utilizada en este tipo de discursos y los operadores a nivel de la frase. Investigaciones posteriores que contrasten este trabajo con estudios de la validación modal, en discursos orales ficcionales o en discursos escritos de otras variedades quechuas, permitirán ampliar nuestro conocimiento sobre este fenómeno discursivo.

Abreviaturas

1 primera persona

2 segunda persona

3 tercera persona

1˃2 primera persona sujeto y segunda persona objeto

ABL ablativo

AC acusativo

AD aditivo

ADVR adverbializador

APL aplicativo

AS asertivo

CAUS causativo

BEN benefactivo

CIS cislocativo

COM comitativo

COMPR comparativo

CONT continuativo

COP copulativo

CVB converbo

DEM demostrativo

DIR direccional

EUF eufónico

EST estativo

EXCL exclusivo

GEN genitivo

GER gerundio

INC incoativo

INDF indefinitivizador

IMP imperativo

INCL inclusivo

INT interrogativo

IPFV imperfectivo

LIM limitativo

LOC locativo

MED medial

MET metadiscursivo conversacional

MS mismo sujeto

NEG negativo

NMLZ nominalizador

PAS pasado

PTCP participio

PL plural

POS posesivo

PRS presente

PROG progresivo

RFL reflexivo

SG singular

TOP tópico

Notas

[1] Agradezco el asesoramiento de Mayra Ayelén Juanatey (UBA) y de Lucía Ángela Golluscio (UBA) en el glosamiento y traducción de los textos en quechua jujeño.

[2] Plaza Martínez, Pedro Ovio (2014), Pautas para escribir el quechua normalizado, Cochabamba, Universidad Mayor de San Simón, pp. 1-28.

[3] AAVV (2015), “The Leipzig Glossing Rules: conventions for interlinear morpheme-by-morpheme glosses”. En línea: https://www.eva.mpg.de/lingua/pdf/Glossing-Rules.pdf [Consulta: 10/04/2021].

[4] Ciapuscio, Guiomar Elena (1994), Tipos textuales, Buenos Aires, Eudeba, p. 91.

[5] Etkin, Sergio (2016), La modalidad, Buenos Aires, Eudeba, pp. 125-186.

[6] Etkin, Sergio, 2016, Ob. Cit., p. 25.

[7] Etkin, Sergio, 2016, Ob. Cit., p. 21.

[8] Etkin, Sergio, 2016, Ob. Cit., p. 137-155.

[9] Etkin, Sergio, 2016, Ob. Cit., p. 186.

[10] En español, las modalidades extrínsecas de re suponen operadores predicativos que forman con el verbo de la oración un predicado complejo que, a su vez, puede caer bajo el alcance de negadores, operadores de tiempo y aspecto y cuantificadores. En las modalidades aléticas, son operadores predicativos los verbos modales “deber” como necesidad natural o lógica y “poder” como capacidad comprobada. En las epistémicas, el verbo “parecer” y verbos mixtos como “esperar”, “temer”, “lamentar”, entre otros. En las apreciativas, los verbos “lograr”, “fracasar”, o las perífrasis verbales “ser/estar” + adjetivo + “de/a” (ser capaz de, estar decidido a, etc.). En las axiológicas, las perífrasis verbales “tener el valor de”, o “tener razón en”. En las buléticas, los verbos “renunciar a”, “intentar”, o “esforzarse en”; perífrasis verbales como “estar tentado de”, o “tener deseos de” y adverbios y locuciones como “(in)voluntariamente”, “a propósito”, “contra su voluntad”, etc. En las deónticas, los verbos “deber” y “poder” y perífrasis verbales como “tener derecho de”, o “tener la obligación de” (Etkin, Sergio, 2016, Ob. Cit., p. 163).

[11] En español, las modalidades extrínsecas de dicto presentan adverbios de frase (lamentablemente o afortunadamente), la cuantificación, la temporalidad y el aspecto (Etkin, Sergio, 2016, Ob. Cit., pp. 161-165). En las modalidades aléticas, funcionan como operadores proposicionales los adverbios “necesariamente” y los cuantificadores “todos”, “ninguno” o “alguno”. En las epistémicas, los adverbios “probablemente”. “ciertamente”, “quizás”, entre otros. En las apreciativas, adverbios como “felizmente”, o “desgraciadamente” y sintagmas preposicionales como “por desgracia”, “por suerte”, etc. En las axiológicas, son escasos o nulos los operadores proposicionales. En las validaciones buléticas y deónticas, el modo verbal Imperativo. Para la deónticas, aparte del Imperativo, se agrega el Subjuntivo, o el infinitivo prescriptivo (Cfr. Etkin, Sergio, 2016, Ob. Cit., p. 165).

[12] En español, los operadores metapredicativos se diferencian de los predicativos en que estos últimos integran núcleos verbales complejos o cláusulas complejas. En cambio, los metapredicativos recaen sobre predicaciones de verbos conjugados como, por ejemplo, “Es posible que el médico lo atienda” en la que “posible” es el metapredicativo alético. Los operadores metapredicativos son los siguientes. En las modalidades aléticas, construcciones impersonales como “es necesario que”, o “es (im)posible que”. En las modalidades epistémicas, construcciones impersonales como “es probable”, o “es seguro”. En las apreciativas, construcciones impersonales como “es lamentable”, “es espantoso que”, “lo importante es que”, etc. En las axiológicas, frases impersonales como “es correcto/justo/injusto que”, o “es espantoso que”. En las buléticas, frases asociadas a los verbos “querer”, “desear”, “exigir”, como “es mi deseo / voluntad / intención”, etc. En las deónticas, giros impersonales como “es necesario/obligatorio que”, “está permitido que”, o “hace falta que” (Etkin, Sergio, 2016, Ob. Cit., p. 167).

13] Van Dijk, Teun A. (2000), El discurso como estructura y proceso, Barcelona, Gedisa, p. 142.

[14] La palabra “piedra” en quechua es rumi. En el enunciado (6), el hablante lo pronunció rumaita y se lo transcribe de esta forma. Esto constituye una particularidad de la enunciación oral de este consultante.

[15] Etkin, Sergio, 2016, Ob. Cit., p. 155.

[16] Etkin, Sergio, 2016, Ob. Cit., pp. 128-130.

[17] Ya Bertonio explicaba que los originarios “siempre usan referir las mismas palabras formales que primero se dixeron sin mudarlas, lo cual no pasa así en la lengua Latina, ni en romance, porque en ellas unas palabras son las que primero se dixeron y otras quando se vienen a contar y referir” (Cerrón Palomino, Rodolfo (1994), Quechumara. Estructuras paralelas de las lenguas quechua y aimara, La Paz, Centro de investigación promoción del campesinado, p. 171.)

[18] Etkin, Sergio, 2016, Ob. Cit., p. 135.

[19] Etkin, Sergio, 2016, Ob. Cit., pp. 130-131.

[20] Consejo Educativo de la Nación Quechua. Qhichwa Suyup Simi Pirwa. Diccionario de la Nación Quechua. En línea: http:// www.proeibandes.org > uploads > 2019/04> 4Diccionario. P. 113. [Consulta: 24/07/2020].

[21] Guardia Mayorga, César A. (1973), Gramática Kechwa, Lima, Ediciones Los Andes, p 204.

[22] Etkin, Sergio, 2016, Ob. Cit., p. 186.

[23] Etkin, Sergio, 2016, Ob. Cit., p. 137.

[24] Etkin, Sergio, 2016, Ob. Cit., p. 139.

[25] Zariquiey, Roberto y Córdova, Gavina (2008), Qayna, kunan, paqarin. Una introducción práctica al quechua chanca, Lima, Pontificia Universidad Católica del Perú.

[26] Etkin, Sergio, 2016, Ob. Cit., p. 128.

[27] Etkin, Sergio, 2016, Ob. Cit., p. 137.

[28] Etkin, Sergio, 2016, Ob. Cit., p. 135.

[29] Cerrón Palomino, Rodolfo, 1994, Ob. Cit., p. 174.

[30] Expresión regional que alude al proceso de procreación de los animales. La explicación completa sobre el uso de esta expresión en un contexto ritual está desarrollada más adelante.

[31] Desinano, Norma (1997), Estudios sobre interacción dialógica, Rosario, Ediciones Homo Sapiens, p. 41.

[32] Briz Gómez, Antonio (2007), “Límites para el análisis de la conversación. Órdenes y unidades: turno, intervención y diálogo”, Revista Internacional de Lingüística Iberoamericana (RILI), Madrid, Vervuert, p. 24.

[33] Este enunciado muestra que, en la variedad quechua jujeña, el orden sintáctico de los constituyentes y el orden de algunos morfemas presentan particularidades que pueden ser objeto de otras investigaciones. En esta oración, señalada-ta aparece como una aclaración que altera el orden de los constituyentes. Este debería ser: Comadres... Comadris días-ta señalada-ta ruwa-chka-nku.

[34] Una alternativa para estas dos preguntas es: ¿Ima haciendataq tiyan tiyan tiyan qam-paqta? ¿Ima haciendayki kachkan kunan?

[35] Se infiere que es oración interrogativa por la entonación aunque carece de sufijo interrogativo.

[36] Juanatey, en su tesis doctoral inédita, glosa al sufijo -lla como exclusivo (EXCL) refiriéndose a una restricción del modo de acción. De esta forma, diferencia a -lla del sufijo -kama que, en muchos estudios sobre el quechua, es glosado como limitativo (LIM). En este último caso, se trata de una restricción espacial (Juanatey, Mayra, 2020, “Relaciones entre eventos y referencialidad en quichua santiagueño: de la gramática al discurso”, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires).

[37] Una alternativa para esta pregunta es: ¿Y kunanmanta-chu chichata ruwanki, mana-chu?, ¿Y haces chicha desde ahora o no?

[38] Probablemente, el hablante quiso decir ruway, variante del verbo ruray, hacer.

[39] Una alternativa de esta oración es: Pero wakin manaña ruwankuña-chu.

[40] Obsérvese la variación de tiempos verbales en tres enunciados seguidos. En (35) el consultante, excluyéndose de la acción, dice ruwanku (3PL). En (36) utiliza ruwanchik (1 PL INCL), involucrando a su interlocutor. Finalmente, en (37) dice t’ikanchayku (1 PL EXCL), identificando a su grupo, involucrándose en él y excluyendo al interlocutor.

[41] Una oración alternativa considerando el orden quechua de los constituyentes es: ¿Qam samariyta ruwankichu?

[42] Una alternativa a la pregunta enunciada es ¿Chay-ta ruwankichu manachu, kunan?

[43] El falso comienzo chi… corresponde a chinkachiniña.

[44] En esta intervención y en (43), el sufijo -ña es pronunciada por el consultante como –lla. La posibilidad de glosarla como el sufijo EXCL –lla está restringida porque, por ejemplo, en el quechua boliviano, generalmente, el sufijo –lla se ubica delante del sufijo verbal de persona. En ese caso, la construcción de (41) y (43) debería haber sido: chinkachi-lla-ni. Teniendo en cuenta esta restricción, se optó por glosar a ese sufijo como –ña. Agradezco esta observación gramatical en quechua a un lector especializado de este artículo.

[45] Grondín, Marcelo (1980), Método de quechua Runasimi, La Paz, Editorial Los amigos del libro, p. 316.

[46] Etkin, Sergio, 2016, Ob. Cit., p. 149.

[47] Etkin, Sergio, 2016, Ob. Cit., p. 151.

[48] Academia mayor de la lengua quechua (2016), Diccionario Qheswa – español – quechua, Cuszo, Regesa S.R.L., p. 34.

[49] Academia mayor de la lengua quechua, 2016, Ob. Cit., p. 27.

[50] El sustantivo samariy presenta la raíz sama-, ‘descansar’. Un campo léxico, del cual samariy forma parte, incluye verbos como samaray, ‘descansar bien’; sustantivos como samayniy, ‘mi aliento’; entre otros.

[51] Academia mayor de la lengua quechua, 2016, Ob. Cit., p. 365.

[52] Etkin, Sergio, 2016, Ob. Cit., p. 128.

[53] El consultante pronuncia kamarqa. Lo más probable es que haya querido decir kamurqa como finalmente se glosa.

[54] En (54) está elidido el verbo ka-ni.

[55] Van Dijk, Teun A. (1996), La ciencia del texto, Barcelona, Paidós, p. 155.

[56] Etkin, Sergio, 2016, Ob. Cit., pp. 128-130.

[57] Etkin, Sergio, 2016, Ob. Cit., p. 133.

[58] Zariquiey, Roberto y Córdova, Gavina, 2008, Ob. Cit., p. 85.

[59] Cerrón Palomino, Rodolfo, 1994, Ob. cit., pp. 131-136.

[60] Aikhenvald, Alexandra Y. (2004), Evidentiality, Oxford, Oxford University Press.

[61] Etkin, Sergio, 2016, Ob. Cit., p. 139.

[62] Cerrón Palomino, Rodolfo, 1994, Ob. cit., p. 121.

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