EL CULTO MARIANO EN LUJÁN Y SAN NICOLÁS.

RELIGIOSIDAD E HISTORIA REGIONAL.

 

Fogelman, Patricia; Ceva, Mariela y Touris, Claudia

 (editoras), Biblos, Buenos Aires, 2013, 170 págs.

 

Interesado por los estudios sobre el fenómeno religioso, este libro indaga acerca de la figura de la Virgen María, centrando su atención en los santuarios de Luján y San Nicolás en la provincia de Buenos Aires. Desde una perspectiva que privilegia los cruces entre historia cultural, historia social e historia política, estos santuarios son la excusa para abordar el culto mariano a través de dos de sus manifestaciones más reconocidas en Argentina y sus alcances sociales, políticos y culturales. La elección de Luján y San Nicolás no es caprichosa. Se trata de focos de expansión de la devoción mariana, el primero de ellos con un origen colonial en el siglo XVII, en tanto el segundo se ubica a finales de la centuria del XX. En conjunto, los trabajos logran reconstruir acertadamente los procesos de configuración de la devoción a la Virgen María a través de los exvotos, las peregrinaciones y las promesas, advirtiendo “la legitimación por parte de la Iglesia, el patrocinio sobre estos cultos, y el crecimiento de la veneración a lo largo del tiempo” (p. 11) en espacios cultuales concretos de circulación y articulación de creencias y prácticas.

 

Patricia Fogelman inicia la compilación con el artículo “Dos exvotos contra el Estado liberal: la Basílica de Luján y el libro de Salvaire sobre la historia del culto de Luján”. La autora repasa los orígenes coloniales del culto y luego analiza la instrumentalización del libro que da cuenta de la historia de esta devoción mariana y del edificio neogótico edificado en su honor, cuya revisión le permite indagar en las relaciones entre historia y política a fines del siglo XIX. La autora identifica la condición de exvotos de ambos objetos en tanto son la expresión material del cumplimiento de una promesa a la Virgen por parte del sacerdote vicentino José María Salvaire como ofrenda de agradecimiento. Fogelman se interesa especialmente por las funciones de estos objetos en la legitimación de la religión, en la construcción identitaria católica y en la promoción de la devoción lujanense en el contexto de los esfuerzos desplegados por actores de la Iglesia Católica ante los avances del Estado Nacional y liberal. En el caso del libro publicado en 1885, la autora recupera una interesante veta de análisis a partir de las imágenes que contiene, las cuales actúan como legitimadoras del prestigio milagroso de la advocación e instauran el patronato mariano de Luján a nivel nacional. Por su parte, la basílica como proyecto de remodelación del edificio, cuya construcción se inició en 1887 y se prolongó hasta 1935, es la culminación de los sucesivos edificios que albergaron a la imagen de la Virgen de Luján desde el siglo XVII y que coadyuvó también al proceso de legitimación y construcción de la hegemonía del santuario.

 

“Inmigración e Iglesia. Las peregrinaciones a Luján hacia el Centenario” de Mariela Ceva analiza las peregrinaciones en los primeros años del siglo XX. La autora contextualiza la realización de las peregrinaciones desde las últimas décadas de la centuria decimonónica entre las cuales se encuentran aquellas que tenían como destino el santuario de Luján. Ceva da cuenta del crecimiento en número y repercusión de estas expresiones de religiosidad colectiva organizadas por distintos sectores, instituciones y comunidades étnicas en articulación con actores eclesiásticos y políticos. Facilitadas por la prolongación del Ferrocarril del Oeste que unía Buenos Aires con Luján, desde 1871 se concretaron varias peregrinaciones por distintos motivos locales y sucesos relacionados con Roma. El artículo muestra la importancia del santuario hacia los inicios del siglo XX a partir de un recorrido por las peregrinaciones vinculadas a este espacio cultual durante las celebraciones del Centenario de la revolución de mayo. Así también de los esfuerzos de las comunidades italianas de la provincia de Buenos Aires por incorporar esta peregrinación a sus prácticas religiosas y culturales, inscrita además en procesos de exaltación de la fe y de construcción de la nacionalidad con el aglutinamiento de parte de la población inmigrante de origen católico en torno de una devoción que aparecía por antonomasia como nacional.

 

El derrotero de las peregrinaciones a Luján durante el siglo XX continúa con el artículo de Claudia Touris, “Catolicismo popular e imaginario liberacionista en los años 70. El caso de las peregrinaciones villeras a Luján y del Movimiento Villero Peronista”. A partir de las actividades desarrolladas por el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo (MSTM) en varias villas de Buenos Aires, la autora considera el inicio de las peregrinaciones villeras a Luján con la participación de “sectores sociales hasta ese entonces invisibilizados aun dentro de la pastoral católica” (p. 77). El estudio de estas experiencias que formaban parte de las tareas realizadas por el Equipo Pastoral de Villas le permite analizar a Touris la conciliación del culto mariano con consignas políticas de los pobladores de las villas de emergencia, expresadas en una simbología religiosa que unía fe y política con propósitos emancipadores. En el análisis de los números del boletín Nuestra Lucha (1970-1972), de edición mimeografiada, realizada por los sacerdotes del MSTM y cuya portada incluía una imagen de la Virgen de Luján, la autora observa que no solo se convocaba a las peregrinaciones sino que también se concientizaba a los villeros acerca de la situación de las villas, constituyendo un canal para sus demandas. La aproximación progresiva al peronismo por parte de estos curas y de los habitantes de las villas potenció esas reivindicaciones socioeconómicas, sumando otras nuevas, incentivando la actividad política y reforzando su identidad.

 

Como centro devocional mariano reconocido, Luján convoca varias peregrinaciones a lo largo del año. “Etnicidad y tradición. Peregrinaciones y fiestas de bolivianos y gauchos en Luján”, escrito por Silvina Olaechea, presenta dos casos de grupos de peregrinos organizados que acuden al santuario. El interés de la autora por estos movimientos de peregrinos radica en la importancia devocional y cultural que tienen sus expresiones en el conjunto de las prácticas religiosas colectivas en Luján, su continuidad sostenida en el tiempo, la convergencia de esfuerzos eclesiásticos y de instituciones gubernamentales en la organización y normalización; como así también la condición de estas peregrinaciones como turísticas. Respecto a las peregrinaciones anuales realizadas por residentes bolivianos, Olaechea encuentra sus comienzos en la segunda mitad de la década de 1950 con la entronización en la basílica de la imagen de la Virgen de Copacabana, patrona del vecino país. En el contexto de la fiesta patronal de Copacabana y en compañía de autoridades eclesiásticas de ambos países, los peregrinos bolivianos acuden anualmente con sus imágenes, trajes típicos, orquesta e instrumentos de viento, tocando música y realizando bailes. La otra peregrinación a la basílica, la de gauchos a caballo, se realiza desde 1945 por invitación de monseñor Anunciado Serafini a círculos tradicionalistas de Buenos Aires y actualmente reúne también la participación de representantes de otras provincias y delegaciones del extranjero. Provistos de banderas (argentina, provincial y de la ciudad de Buenos Aires), estandartes identificatorios de las asociaciones gauchas y carruajes, los peregrinos además realizan fogones, guitarreadas, bailes, juegos y desfiles en la ciudad.

 

San Nicolás de los Arroyos cuenta con otro de los centros marianos de peregrinación más importantes del país. Fabián C. Flores en “San Nicolás: entre el acero y las promesas” estudia las transformaciones de las lógicas y las representaciones espaciales experimentadas por la ciudad a partir del emplazamiento de la empresa siderúrgica SOMISA desde la década de 1960 y luego del fenómeno mariano desde 1980 en un contexto de repliegue industrial, acentuado en el decenio siguiente con la privatización. En esa ciudad posindustrial, con una desocupación y precariedad laboral crecientes, ocurren las primeras manifestaciones de la Virgen María en 1983 relacionadas con la construcción de un santuario en su honor a orillas del río Paraná, deseo expresado mediante las visiones de Gladys Quiroga de Motta, una mujer que vivía en un barrio periférico de San Nicolás. El autor destaca que todos los mensajes de la Virgen refieren a lo espacial, con lo cual el emplazamiento del templo legitimaba el proceso de ocupación del territorio indicado. La temprana apropiación del fenómeno por parte de la Iglesia Católica, el inicio de la construcción del templo a partir de la confluencia de la Iglesia y el municipio, y el crecimiento de los desplazamientos de peregrinos generaron actividades vinculadas al turismo religioso y la elaboración de representaciones espaciales en torno a la noción de “la ciudad de María”.

 

El libro cierra con una conclusión a cargo de Patricia Fogelman, donde retoma las contribuciones de los colaboradores. A lo largo de los trabajos, las fuentes consultadas ponen en evidencia la importancia de conjugar registros diversos en el estudio de las devociones de las Vírgenes de Luján y de San Nicolás. Se trata de una investigación realizada en equipo que da cuenta de la pluralidad de agentes sociales, sentidos y prácticas en la construcción de las legitimidades religiosas y políticas, los reclamos sociales y la recreación de lazos religiosos que contribuye al conocimiento de la complejidad del culto mariano con un abordaje en perspectiva regional y que recupera una densidad histórica que se extiende desde el siglo XVII al XXI.

 

 

Telma Chaile

ICSOH-CONICET

Universidad Nacional de Sata