Revista
Andes, Antropología e Historia
Vol.
1, Nº 31, Enero-Junio de 2020
Esta
obra está bajo licencia de Creative Commons Atribución - No Comercial CC
BY-NC
https://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0/ ISSN Nº 1668-8090
HACIA UNA METODOLOGÍA COMPRENSIVA DE “LO RURAL”. LECTURAS SITUADAS
DESDE EL CAMPO DE LA EDUCACIÓN
TOWARDS A
COMPREHENSIVE METHODOLOGY OF "THE RURAL".
READINGS
FROM THE EDUCATIONAL FIELD
Néstor Hugo Romero
CIUNSa-ICSOH-CONICET.
Facultad
de Humanidades
Universidad
Nacional de Salta
Argentina
neshuro@yahoo.com.ar
Ingreso: 01/02/19
Aceptado: 02/10/19
Resumen
El
conocimiento acerca de características socio-culturales, económico-productivas,
geográficas, entre otras, cobra relevancia para el desarrollo de políticas
públicas en un territorio determinado, particularmente de políticas educativas.
En nuestro caso, el conocimiento de las zonas rurales de la provincia de Salta
tiene un valor intrínseco en tanto permitirá identificar condiciones y
prácticas que podrían favorecer o dificultar el proceso de diseño e
implementación de estrategias para llegar con educación secundaria a dichas
zonas. Como condición de partida, fue necesario problematizar sobre el concepto
de “ruralidad”, haciendo foco en algunos debates actuales de los que se derivan algunas categorías analíticas. A la vez, se consideró que
la problematización podría resultar incompleta si no se esboza un conjunto de
tópicos que favorezcan la comprensión de los contextos rurales según su
especificidad y particularidad. En este trabajo se presentan algunos resultados provisorios
del análisis realizado en tres casos que describen, someramente, tres zonas
geográficas
bien diferenciadas de la provincia
de Salta, esperando que las realidades abordadas aporten información empírica
para repensar y re-conceptualizar, en un proceso dialéctico, las teorías construidas o en proceso.
Palabras claves: Ruralidad, Políticas
Públicas, Educación, Estudio de Casos, Salta
Abstract
When developing
public policies -especially educational ones- for a particular territory, it is
imperative to know its socio-cultural, economic-productive and geographic
–among others- characteristics. In our scenario, rural areas in the province of
Salta, this knowledge has an intrinsic value since it will facilitate the
identification of conditions and practices that could favor or hinder the
process of designing and executing strategies for secondary school
implementation. As a starting condition, it is necessary to problematize the
concept of "rurality", focusing on some current debates which have
given rise to new analytical categories. At the same time, it is considered
that its problematization must outline a set of topics that promote the
understanding of rural contexts according to their specificity and
particularity. This paper presents some provisional results of the analysis
carried out in three distinct geographical zones of the province of Salta. It
is expected that the realities addressed will provide empirical information to
rethink and re-conceptualize, in a dialectical process, well-established or new
theories.
Keywords:
Rurality,
Public Policies, Education, Case Studies, Salta
Introducción
Salta es
una provincia que se caracteriza por marcadas diferencias en la mayoría de los
aspectos que hacen al desarrollo de la vida individual y colectiva de sus
habitantes. Se observa una diversidad de ambientes del espacio geográfico con
regiones naturales bien definidas; desigual distribución de la población en el
territorio provincial con regiones de población dispersa y baja densidad
poblacional; prácticas que fluctúan entre la producción a escala y las
economías de subsistencia; una gran diversidad social y cultural en la que
coexisten espacios sociales integrados a un mundo crecientemente globalizado y
otros estructurados en torno a lógicas ancestrales, coexistiendo diferentes
grupos humanos con raíces etnolingüísticas bien diferenciadas, entre otras
cuestiones[1].
El conocimiento sobre estas particularidades geográficas, socio-culturales,
económico-productivas y ambientales, para mencionar algunas, cobra relevancia
para el desarrollo de políticas sociales en un territorio determinado,
particularmente de políticas educativas. En el caso de las zonas rurales de la
provincia de Salta, dicho conocimiento tiene un valor intrínseco en tanto
permitirá identificar condiciones y prácticas que podrían favorecer o
dificultar el diseño e implementación de estrategias para intensificar los
procesos de escolarización secundaria a dichas zonas.
En torno a
este desafío de conocimiento, que supone un diagnóstico histórico-situacional
de las zonas rurales de la provincia de Salta, se realizó una investigación[2]
que tuvo como objetivo general “identificar y analizar
algunas características socio-económicas e institucionales de la Provincia de
Salta y explicar cómo ellas actuarían como condicionantes en la extensión de la
obligatoriedad de la educación secundaria en contextos rurales”. Como
condición de partida, fue necesario problematizar el concepto de “ruralidad”,
haciendo foco en algunos debates actuales de los que se derivan algunas categorías analíticas. A la vez, se consideró que
la problematización resultaba incompleta si no se esbozaba un conjunto de tópicos
que favorecieran la comprensión de los contextos rurales según su especificidad
y particularidad.
El
propósito de esta presentación es poner en tensión algunas categorías teóricas sobre
ruralidad, en un interjuego con otras categorías emergentes del estudio de
casos, y realizar lecturas explicativas respecto a la impronta que podría darle
al análisis en el campo educativo. Para ello, se presentan resultados
provisorios a partir del estudio de tres casos que describen, someramente, tres
zonas geográficas bien diferenciadas de la provincia de Salta, esperando que
las realidades abordadas aporten información empírica para repensar y
re-conceptualizar, en un proceso dialéctico, las teorías construidas o en
proceso.
Tensiones en torno al concepto de
ruralidad
El
debate sobre una nueva conceptualización de la ruralidad se encuentra en pleno
desarrollo y ha generado una extensa bibliografía en los últimos años. El
concepto tradicional de ruralidad se basa en la diferenciación rural-urbano,
relacionada con la cantidad de habitantes por localidad. Sin embargo, algunas
de las diferencias entre lo urbano y lo rural no pueden ser reducidas a una
única variable de tipo poblacional. Las particularidades que adquieren otras
dimensiones socio-económicas como educación, ingresos, ocupaciones,
necesidades básicas insatisfechas, condiciones de salud, sexo y composición
etaria de la población sugieren que “lo rural” está muy lejos de poder ser
englobado en un concepto simple y homogéneo[3]. Asimismo, una tendencia más moderada no
lo define por oposición a “lo urbano” sino por su relación con este ámbito[4].
Es
necesario conceptualizar y, sobre todo, problematizar sobre la ruralidad ya que
la noción tradicional resulta insuficiente para explicar la diversidad de
situaciones y la complejidad que revisten. El enfoque más tradicional plantea
un campo determinado por elementos tales como el predominio de la agricultura,
la baja densidad, el escaso nivel de bienestar y desarrollo cultural y
descuida otras características del medio rural, tales como la pluriactividad,
la heterogeneidad, los efectos de la globalización en la aparición de nuevas
actividades, las fuertes interrelaciones entre el campo y la ciudad y el
proceso de revalorización de lo rural, entre otros aspectos.
El
enfoque tradicional está basado en una visión dicotómica de tipos ideales
contrapuestos (campo/ciudad, tradición/desarrollo, atraso/innovación). Los
nuevos enfoques se basan, prioritariamente, en una visión de gradación entre lo
urbano y lo rural, y de movilidad entre las situaciones.
Si bien la mayoría de los autores parten del
supuesto de la inexistencia de una definición universal de lo rural, también
observan críticamente que, cuando se lo define, las más de las veces se lo hace
caracterizando a lo rural en referencia directa a lo urbano (…) lo rural como
atrasado, pobre, aislado, de cambios lentos, atado a la naturaleza y a la
producción primaria; lo urbano como rico, moderno, dinámico, industrial, conectado
con el mundo[5].
Algunos
de los procesos de cambio que se están evidenciando en el ámbito rural,
descriptos por diferentes autores (Pérez,
2001; Piñeiro, 1999; Teubal, 2001, Murmis y Feldman, 2005 citados por Castro y Reboratti,
2008) y que podrían entenderse como procesos de “industrialización
de la agricultura y urbanización de las comunidades rurales”[6], están terminando con la versión clásica de la ruralidad,
pero no con la ruralidad misma. La nueva ruralidad que ha emergido tiene ya
varias décadas de existencia, lo novedoso es que ahora se están construyendo
marcos conceptuales que permiten explicarla y comprenderla.
Según
Castro y Reboratti los espacios rurales se caracterizarían, al menos, por tres
elementos[7]:
a)
la relación con el medio natural, tanto por el uso de los
recursos y servicios naturales para la producción agropecuaria como por su
aprovechamiento en otro tipo de actividades, tal es el caso de la recreación y
la residencia;
b)
la poca densidad de población relativa, si bien enmarcada
dentro de una gran variabilidad de situaciones, pero claramente diferenciada de
la urbana si utilizamos escalas detalladas;
c)
la existencia (o no) de redes territoriales que articulen
los ámbitos dispersos y los centros poblados de diferente tamaño, estando
éstos, según sea la situación, fuertemente integrados al medio rural.
Un
punto de partida para encarar el tema de la redefinición conceptual y operativa
del concepto podría basarse en el análisis combinado de los tres elementos
antes mencionados, pero una perspectiva integradora y superadora de la clásica visión
acerca de la ruralidad debiera abarcar otras dimensiones complementarias. En
este sentido, considero que los aportes de Sergio Gómez[8] son pertinentes, al destacar: a) el
tipo de espacio y las actividades que se realizan, b) la especificidad que la
distingue de otras situaciones y c) el alcance que abarca lo rural, cuestiones que
podrían integrarse transversalmente a los antes expuestos.
En
cuanto a espacio y actividades[9]:
En
este punto hay una coincidencia con lo señalado por diversos autores (Abramovay[10]; Castro y Reboratti[11]; Dirven[12]; Faiguenbaum y Nadir-Iraní[13]), en tanto se trata de espacios con
una densidad relativamente baja, donde se realizan diversas actividades
productivas (agricultura, forestal, ganadería, artesanía, establecimientos
dedicados a reparaciones, industrias pequeñas y medianas, pesca, minería,
extracción de los recursos naturales y turismo rural) y se brindan servicios (asociados
a la educación, la salud, el gobierno local, el transporte, el comercio, el
deporte, etc.) que, por las particulares formas en que se producen las prácticas
y relaciones sociales en el territorio, adoptan también particulares formas de
ser ofrecidos y recibidos por las personas.
Creo que es pertinente, aquí, incorporar la perspectiva
de Mançano Fernandes quien expresa que:
Al analizar los espacios no podemos separar
los sistemas, los objetos y las acciones que se complementan con el movimiento
de la vida, en el cual las relaciones sociales producen los espacios y los
espacios, a su vez, las relaciones sociales. Desde esta perspectiva, el punto
de partida contiene el de llegada, y viceversa, porque el espacio y las
relaciones sociales están en pleno movimiento en el tiempo, construyendo la
historia. Este movimiento continuo es un proceso de producción de espacio y de
territorios[14].
Este autor agrega al análisis del territorio una
noción, a mi criterio muy relevante, que es la de conflictividad, a la que considera
“condición para el desarrollo”[15]. El
conflicto se presenta aquí como un elemento potenciador, en tanto debe ser
resuelto como condición para avanzar hacia otros niveles pero también como
instancia de aprendizaje para los sujetos sociales. Este autor plantea que la
disputa es en el territorio y por el territorio.
Según Paz “en Argentina existe una desigual conformación
espacial que expresan ciertas particularidades de predominio y de penetración
capitalista en el agro de cada región”[16].
En estas regiones coexisten diferentes tipos de prácticas y lógicas de
producción, comercialización e intercambio (tanto capitalistas como no
capitalistas) que van dándole a los espacios rurales[17]
una particular fisonomía. Estas prácticas y lógicas son desarrolladas por un conjunto
de actores (individuos y familias, productores, instituciones sociales y
religiosas, etc.) que tienen un rol activo en su construcción y en la
configuración de espacios y territorios.
En cuanto a su especificidad:
Para
comprender la problemática de la ruralidad y caracterizarla según su
especificidad hay que hacer jugar aspectos tales como: a) la tierra como factor
de producción y nuevos factores de producción que se fueron incorporando a la
vida agropecuaria b) el uso que se hace de los recursos locales, c) el papel de
la mano de obra familiar en la producción, d) estrategias de desarrollo exógeno-endógeno,
e) la pluri-actividad y la multi-ocupación como fuentes de ingresos, f) el uso
de conocimientos y habilidades del productor, g) grados de penetración de los
procesos de mercantilización y sus consecuencias, entre otros.
Además, como especificidad, lo rural comprende un tipo de
relaciones sociales con un componente personal que predomina en territorios con
una baja densidad de población relativa. Esta relación personal tiene una
fuerte base en los vínculos vecinales (con una prolongada presencia) y de
parentesco, entre una parte significativa de los habitantes[18]. Esto cobra
particular relevancia al analizar la “ruralidad” en cada región singular, dado que la diversidad de personas y
familias que allí habitan (diferentes etnias aborígenes/indígenas,
criollos, inmigrantes de diversa procedencia, etc.) son portadores de
historias, de culturas y de universos simbólicos que les dan su propia
identidad. Por ello, hablar de una ruralidad homogénea se torna tarea compleja
e, inclusive, inconducente.
La heterogeneidad interior de
cada uno de los grupos etnolingüísticos, configurados por comunidades similares
pero a la vez diferenciadas entre sí, no puede asumir la homogeneización
cultural de sus componentes para crear un sujeto colectivo único, lo que sólo
se lograría por medio de la represión de las diferencias internas[19]
En
cuanto a su alcance:
Según De Grammont[20]
la discusión en torno a la “nueva ruralidad” es sumamente compleja porque
involucra numerosos fenómenos que marcan tendencias: a) desaparecen los dos
grandes campos geográficos, económicos y sociales que dominaron el mundo
capitalista desde sus orígenes hasta la actual globalización, el campo y la
ciudad, como dos mundos diferenciados aunque complementarios, b) se produce una
urbanización del campo y una ruralización de la ciudad, c) las mismas
tecnologías revolucionan la vida en el campo y la ciudad, d) la conservación
del medio ambiente es una exigencia cada vez más apremiante y e) la desigualdad
social, la pobreza y la marginación son fenómenos que sustituyen la idea del
desarrollo y de la integración nacional.
La nueva ruralidad supone, entonces, una nueva relación
entre el campo y la ciudad entre los cuales los límites “se
desdibujan, sus interconexiones se multiplican, se confunden y se complejizan”[21]. Lo rural, en definitiva, a pesar del proceso de
globalización en marcha, es una de las condiciones que permite mantener algunos
rasgos de identidad frente a las fuerzas globales y homogéneas que se expresan
a través de los medios de comunicación y del consumo, por ejemplo.
Las cuestiones señaladas en
cada una de las tres dimensiones abordadas (el tipo de espacio y las actividades que se realizan, la
especificidad que la distingue de otras situaciones y el alcance que abarca lo
rural) requerirían ser profundizadas desde lo conceptual y su transferibilidad analizada
en situaciones concretas, de modo que favorezcan la construcción de categorías
de análisis y/o tipologías que faciliten la comprensión de la “ruralidad” en
toda su complejidad y desde todas las aristas posibles, cuestión que comienza a
esbozarse en este escrito.
La ruralidad en Salta: una provincia
tres realidades
Como se anticipara en la
introducción, en este apartado se trabajará con el análisis de tres casos[22]
en los que se describen someramente zonas geográficas de la
Provincia de Salta, identificadas como rurales[23].
El propósito es que las realidades abordadas nos aporten
información empírica para comprender el sentido de “lo rural” a partir de sus
especificidades y, simultáneamente, repensar las categorías de análisis más
adecuadas para diferenciar lo rural de aquellos ámbitos que no lo son.
Se decide
tomar como casos a las regiones conformadas por localidades o parajes (con
dependencia político-administrativa de un municipio, dentro de cada
departamento) que se constituyen con población rural agrupada y dispersa,
resultando el siguiente detalle:
Cuadro 1: Datos
de localización y población de cada Caso
Departamento |
Municipio |
Localidad/paraje |
Población
(habitantes) |
Densidad
Poblacional |
San Carlos |
Angastaco |
Pucará |
363 |
0,7 h/km2 |
Los Cardones |
744 |
|||
El Arremo |
||||
Rio Grande |
||||
Pampa Llana |
||||
La Candelaria |
El Jardín |
El Jardín |
942 |
3,7 h/km2 |
El Espinal |
359 |
|||
La Candelaria |
La Candelaria |
649 |
1,5 h/km2 |
|
Psje San Antonio |
180 |
|||
Rivadavia |
Santa Victoria Este |
Sta. Victoria Este |
1809 |
2,3 h/km2 |
Sta. María |
587 |
|||
Misión La Paz |
1133 |
Fuente: Elaboración propia con datos del Censo Nacional 2010
(INDEC).
Los
casos resultantes: 1) Zona Oeste
-Dpto. San Carlos, Municipio Angastaco-; 2) Zona Sur -Dpto. La Candelaria,
Municipios El Jardín y La Candelaria- y 3) Zona Este -Dpto. Rivadavia,
Municipio Santa Victoria Este-, se referencian en la figura 1.
Figura1: Mapa
de la Provincia de Salta. Ubicación de los casos estudiados
Fuente: https://www.google.com.ar/mapas+de+salta&client=firefox-
Los datos
para la construcción de dichos casos forma parte del relevamiento realizado
para diagnosticar las condiciones (geográficas, sociales,
económico-productivas, educativas, entre otras dimensiones) en las que debía
iniciarse el proceso de extensión de la obligatoriedad de la educación
secundaria en Salta. Por lo tanto, la información construida[24]
está cruzada transversalmente por este mandato.
Desde el
punto de vista metodológico, el abordaje de los casos supuso el trabajo in situ
por parte de cuatro profesionales (de un equipo integrado por 11 personas) con
diferente formación pero todos trabajadores de la educación: una antropóloga ex
supervisora de la provincia, un profesor en ciencias biológicas y supervisor de
educación rural y dos profesionales en ciencias de la educación con formación
en planificación y evaluación. Las estrategias de recolección de información
centrales fueron entrevistas, observaciones y, circunstancialmente,
documentación escolar y de otras instituciones de la comunidad. Las entrevistas
tuvieron diferentes niveles de estructuración, según la intencionalidad y los
actores sociales e informantes claves entrevistados (entrevistas informales,
focalizadas y pautadas). De igual manera se procedió con la observación
(descriptiva, focalizada y selectiva), la cual en numerosas oportunidades
adquirió rasgos de participante.
La
recolección y análisis de la información supuso:
a) Interpretar y explicar sentidos a partir de las prácticas
de los sujetos.
b) Reconstruir (como el camino que permite armar y rearmar
las redes de relaciones) la secuencia y lógica de sucesos relevantes o de
series de situaciones entrelazadas o recurrentes.
c) Contextualizar, como paso previo de constitución de un
marco de referencias.
d) Contrastar, como operación que permite trabajar
comparativamente los datos en cada escenario visualizado.
e) Explicitar, en tanto favorece un análisis exhaustivo y
permite objetivar los preconceptos o categorías.
La información resultante se organizó a partir de la
consideración de algunas de las categorías definidas para el estudio
diagnóstico, antes mencionado, y el informe de cada caso se presenta a partir
de tres grandes tópicos:
a) Características
y relaciones “con” y “en” el territorio.
b) Actores
y servicios sociales de relevancia.
c) Percepciones y valoraciones de diferentes actores de la
comunidad acerca de la educación.
CASO I
Zona Oeste - Dpto. San Carlos, Municipio Angastaco -
(Localidades: Pucará, Los Cardones, El Arremo, Río Grande, Pampa Llana). Se
visitaron todas las localidades, excepto
la de Los Cardones, para la cual no hay acceso vehicular.
Características
y relaciones “con” y “en” el territorio
La zona relevada se ubica en el extremo Sudoeste del
Dpto. San Carlos y pertenece al municipio de Angastaco. El área forma parte de
una antigua estancia (latifundio) cuya extensión se aproximaba al millón y
medio de hectáreas. En la actualidad está subdividida en fincas con extensiones
menores. El paisaje alterna con encadenamientos altos de la cordillera oriental
y valles fluviales intermontanos en los que, mayormente, se concentra la
población. Las condiciones ambientales determinan una estepa arbustiva en casi
toda el área, con vegetación achaparrada y extrema xerófila. La altitud de las
localidades supera los 3.500mts sobre el nivel del mar. Las condiciones
climáticas son rigurosas, en gran medida por la altitud. Los vientos son
constantes, las precipitaciones escasas, la temperatura muy baja y las nevadas,
frecuentes en el invierno.
El acceso por ruta se realiza desde Angastaco por caminos
de ripio, estrechos, sinuosos y ríspidos, con cuestas empinadas y rocas de
tamaño importante. El recorrido entre los diferentes poblados no supera los 100
kms. desde Angastaco, pero la dificultad de tránsito incide de manera
determinante haciendo que el viaje sea de hasta cinco horas de duración en
vehículo adecuado. Estas características de las vías de comunicación permiten afirmar
que el área presenta un aislamiento importante. Para ilustrar esta realidad se
puede decir que la huella de camino al poblado de Pampa Llana se trazó a fines
de 2008. No existe ningún medio de
transporte público para la zona relevada y dependen del movimiento de
particulares que ocasionalmente se desplazan de un punto a otro. Los “remises”
o vehículos contratados tienen un alto costo.
En cuanto a las viviendas, son construcciones bajas, de
adobe, con escasas y pequeñas aberturas, sin servicios sanitarios ni de agua de
red. Tampoco poseen servicio de luz eléctrica y, para la preparación de
alimentos, se utiliza fuego que se logra por la quema de especies vegetales
como la tola, práctica que expone el suelo a la erosión eólica. Las viviendas
se agrupan a la vera de los cursos de agua o al resguardo de los vientos.
Asimismo, no disponen de servicios de radio ni teléfono.
La tenencia de la tierra no está claramente definida y
sólo algunos pobladores la poseen. Se identifican como pueblo originario de la
etnia diaguito-calchaquí. Como ocurre en otros asentamientos de esta etnia, no
utilizan su lengua materna (Cacán o Kakán), extinta durante la colonización. De
acuerdo a entrevistas realizadas a jóvenes, manifiestan que están arraigados a
su comunidad y participan en diferentes tareas de las actividades económicas de
los adultos que, dado el carácter comunal y cooperativo que poseen, denotan una
buena complementación entre las acciones de los diferentes grupos etarios y
géneros en cada comunidad. Se percibe fuerte influencia masculina en la toma de
decisiones y en las reuniones las mujeres se ubican notoriamente separadas de
los varones, no intervienen, no opinan ni dialogan.
Las actividades productivas se asientan en economías
agrícolas familiares, en los vallecitos húmedos y ganadería ovina o camélida en
las zonas serranas con pastos naturales. Se desarrolla una actividad de
manufactura de hilado y tejido de lana de ovejas y llamas, con las que
confeccionan prendas de vestir. La comercialización puede ser de la lana o de
prendas, siempre que existan excedentes; esta producción es colocada en
diversas ferias de localidades vecinas. A estas actividades se le suma el
cultivo de algunos productos destinados a la dieta familiar anual. Su economía
de subsistencia depende en extremo de los ciclos naturales y pocos realizan
pastura para sostener a los rebaños durante el estiaje; esta condición afecta
la alimentación y por ende la salud de la población, quedando más expuestos a
enfermedades por empobrecimiento de la dieta. Si bien en la zona se percibe la
posibilidad de potenciar algunos de sus recursos incorporando tecnología, los
pobladores realizan sólo actividades de orígenes ancestrales.
Actores y servicios sociales de
relevancia
Las
escuelas primarias existentes se ubican una por localidad y a la fecha ofrecen
los niveles de Educación Inicial y Primaria. Las escuelas de las localidades de
El Arremo y Pampa Llana corresponden al régimen de verano (setiembre a mayo),
las restantes son de régimen común (marzo a noviembre). Las bajas temperaturas
extremas condicionan el desarrollo de clases en la época invernal y ponen en
riesgo la salud de los alumnos. Poseen albergue para la población más distante
y servicio de comedor escolar. En este tipo de instituciones, y por la baja
matrícula que poseen, la organización es de plurigrados o pluriaños. Los
docentes de educación inicial y primaria así como algunos de áreas específicas
(educación física, educación artística) arman núcleos con dos o más
instituciones para la cobertura de la carga horaria asignada ya que la designación
es por cargo docente.
A la fecha
la educación secundaria se puede cursar sólo en la localidad cabecera municipal
de Angastaco que no posee albergue para los alumnos, por lo que sólo acceden jóvenes
con la posibilidad de vivir en casas de familias conocidas. La localidad más
próxima con albergue secundario es la de Molinos, distante 34.4 km desde
Angastaco, y entre ambas no existe transporte público.
Hay un
centro de salud en cada localidad con un enfermero a cargo y un sistema de
agentes sanitarios que realizan las acciones de salud comunitaria en el marco
de programas entre los que se destaca el APS (Atención Primaria de la Salud).
Efectúan derivaciones a hospitales cercanos, pero la mayoría de los casos se
trasladan a la Ciudad de Salta para su atención.
Desde los
tiempos de la colonia, el culto que predomina es la religión católica
apostólica romana, con templos en las localidades, a la vera de los caminos, en
los cascos de las fincas y cementerios. Los sacerdotes concurren a las
celebraciones de los patronos tutelares, oportunidad en la que se celebra misa,
se administran los sacramentos y toda otra actividad comunal relacionada con la
festividad. En los últimos veinte años se asentaron otros cultos,
principalmente las iglesias evangélicas y pentecostales.
La
actividad deportiva se concentra en las localidades cabecera, que poseen un
complejo polideportivo de dependencia municipal, para los jóvenes del lugar.
Generalmente están poco aprovechados. No existen clubes deportivos.
Las cinco
localidades visitadas y mencionadas corresponden a un mismo municipio, cuya sede
es Angastaco. Como ocurre en muchas de estas localidades del interior de la
provincia, muy distantes y aisladas, la autoridad municipal constituye la
institución política que atiende todas las acciones sociales para satisfacer
las necesidades de la población. Se organiza por secretarías que considera las
diferentes demandas de la comunidad. Apelan al trabajo solidario y colaborativo
de los pobladores, quienes contribuyen al logro de objetivos comunes. La
municipalidad constituye un nexo entre las diversas instituciones del lugar y
viabiliza acciones conjuntas entre sí, a la vez que establece contactos con la
instancia política provincial. No hay permanencia de la autoridad municipal en
todos los parajes, aunque realiza visitas periódicas a ellos.
Percepciones y valoraciones de
diferentes actores de la comunidad acerca de la educación
En general
la escuela interactúa con las demás instituciones que, en este tipo de
comunidades, se constituye en el motor que potencia las acciones generadas
desde otros ámbitos. Esta es una característica relacionada, principalmente, al
rol que históricamente ejerció la escuela primaria en la ruralidad. Tanto los
pobladores como las autoridades y otros actores sociales de relevancia perciben
que la educación secundaria para los jóvenes de la comunidad (que complemente
la recibida hasta ahora) será la mejor forma de potenciar el recurso humano.
Expresan su preocupación por el aislamiento que padecen y la incomunicación con
el resto de la sociedad provincial.
La
necesidad de mano de obra de los jóvenes en sus lugares de origen, sumada a las
dificultades de acceso y desplazamiento por la región, imposibilita el traslado
a otras localidades cercanas para cursar estudios de nivel secundario, por lo
que la creación de instituciones de este nivel, los favorecería notablemente.
En las escuelas de régimen de verano (con clases al día de la visita del equipo
de investigación) se conversó con padres, docentes, alumnos y egresados sobre
formas o dispositivos educativos[25]
que no son los habitualmente conocidos, mediante las cuales llegar con el nivel
secundario a la zona, cuestión a la que respondieron que no importan las formas
que adquiera sino que desean tener acceso a la educación.
En esta comunidad,
los pobladores se caracterizan por su desinteresada colaboración a la
institución escolar. Los actores institucionales valoran el sentido de la
educación y confían en los logros a alcanzar con ella. En el diálogo mantenido
con el Intendente Municipal, éste expresó que con las instituciones educativas
de nivel secundario podría colaborar (de igual manera que actualmente lo hace
con las existentes de nivel primario) en cuestiones como: la solución de
dificultades o problemas en las instalaciones, para lo cual provee de mano de
obra del municipio; la colaboración en la provisión de personal de maestranza
para la limpieza y atención de alumnos; el mantenimiento y la conservación del
camino de acceso, tarea que se realiza manualmente. Consideró que el municipio
aseguraría el traslado de docentes en itinerancia, de ser necesario. Expresó su
preferencia por el traslado de adultos (docentes) y no de alumnos, por los
riesgos que ello implica en relación con el tipo de vehículo, estado de las
rutas, cantidad de personas transportadas, periodicidad y seguridad que puede
brindar. Actualmente hay disponibilidad de infraestructura, propiedad del
estado, utilizada sólo para educación inicial y primaria, contando con espacio
para construir ampliaciones para el nivel secundario.
Entre las
problemáticas que son propias de la comunidad y que, por consiguiente, se hacen
extensivas a las escuelas encontramos: carencia de servicios mínimos
indispensables para el desarrollo humano con calidad de vida, inadecuados
servicios de salud y sistemas de comunicabilidad más eficientes. Los docentes
deberán estar preparados para el ejercicio eficaz de su rol en un contexto
social y natural (de naturaleza hostil) sumamente diferente de aquel del que
provienen, en los casos que no sean habitantes locales.
CASO II
Zona Sur - Departamento La Candelaria – (Localidades: El
Jardín, La Candelaria, El Espinal y Pje. San Antonio).
Características
y relaciones “con” y “en” el territorio
Estas localidades se ubican en el extremo sur de la provincia
de Salta, limítrofe con la provincia de Tucumán. El paisaje está dominado por
las sierras sub-andinas, escalonándose de oeste a este con una altitud promedio
entre 900 y 1000 metros sobre el nivel del mar. La vegetación corresponde a las
formaciones de chaco serrano, con precipitaciones concentradas en la temporada
de verano. Las condiciones climáticas son propias del tipo subtropical serrano
con estación seca.
Las localidades del departamento La Candelaria están
alineadas en sentido este–oeste casi sobre la misma línea latitudinal paralela
al Río Tala. Sobre la margen izquierda
de la Ruta Nacional N° 9 en sentido norte–sur se encuentra La Candelaria y
sobre la margen derecha, a la vera de la ruta
provincial N° 6 El Tala, EL Jardín y El Espinal. Ninguna de estas
poblaciones supera los 2000 habitantes y en general se las podría denominar
parajes rurales-aglomerados. Cuentan con servicios básicos de red eléctrica y
red de agua potable. Las construcciones domiciliarias en su mayoría son casas
de ladrillos con techos de chapa y muy pocas de adobe.
Las actividades económicas se centran en la agricultura
de pequeños y medianos productores con participación de mano de obra familiar,
basadas en el cultivo del tabaco principalmente y en la ganadería bovina con
razas criollas, exceptuando algunos productores que utilizan ganado
indoeuropeo. En algunos parajes como El Espinal las condiciones de microclima
permiten también un desarrollo fruti-hortícola, producción que abastece al
mercado local, con serias dificultades para la comercialización a otros
mercados. También se destaca el cultivo de poroto y maíz que ocupa mano de obra
temporal. La mecanización de las labores agrícolas presenta diferentes grados
de desarrollo según el poder adquisitivo y/o la extensión de los diferentes
emprendimientos.
Los jóvenes manifiestan en las entrevistas que se
encuentran arraigados a su comunidad y participan en diferentes tareas de las
actividades económicas de los adultos. Muchos de los estudiantes de último año
expresaron intenciones de continuar con estudios superiores, aunque
condicionados por diferentes situaciones económicas familiares.
Actores
y servicios sociales de relevancia
El servicio educativo de nivel secundario se ofrece en
las localidades de El Jardín, El Tala y la Candelaria. En el caso de El Jardín,
el colegio secundario funciona desde hace 20 años en un edificio prestado por
la Municipalidad, originalmente diseñado para un hogar familiar, por lo que fue
adaptado progresivamente. Por lo tanto, algunos espacios son reducidos y poco
adecuados para la circulación y el desarrollo de actividades pedagógicas.
Algunos de ellos son habitaciones muy básicas con techos de chapas sin
cielorraso, muy calientes en verano y muy fríos en invierno. Reciben alumnos
del mismo pueblo y zonas aledañas, ya que la municipalidad dispone de un
vehículo para transportar estudiantes que llegan hasta Sauzalito, distante a 6
Km.
El Colegio
Secundario desarrolla varios proyectos con participación de alumnos y docentes,
consiguiendo importantes logros (tales como viajes educativos y equipamiento
para diversos usos), lo que genera un atractivo para los adolescentes de la
zona. Otro aspecto observado es la ineficiencia de los sistemas de conectividad
del colegio, lo cual refuerza el aislamiento del sistema, aunque esta situación
tuvo algunas mejoras al ingresar al programa “Conectar Igualdad”, que provee de
piso tecnológico y equipamiento informático para todos los alumnos.
En la
localidad de La Candelaria el colegio secundario funciona a la tarde, a
contraturno de la escuela primaria N° 4350. Al momento de la investigación no
tenía director, estando a cargo transitoriamente un profesor de matemática (quien
tiene la mayor carga horaria en la institución), percibiéndose algunas
dificultades propias de una escuela sin director formal (cargo que se está
tramitando). Se observan otras dificultades relacionadas con el ausentismo de
los docentes, situación de difícil resolución debido a los inconvenientes en
las vías de comunicación (telefónicas, Internet). La Secretaria del Intendente
(este último se encontraba en la Ciudad Capital) expresó que la municipalidad
dispone, en la actualidad, de un minibús que transporta a los alumnos de los
niveles primario y secundario desde los parajes que se encuentran entre el
Ceibal hasta la localidad La Candelaria. La escuela del Pantanillo, distante 27
km de La Candelaria, recibe alumnos de fincas y parajes próximos. El Director
comenta que, en general, los alumnos no completan el ciclo secundario, la
mayoría por dificultades de orden económico. El hecho de extender el circuito
del minibús hasta este paraje, podría actuar como factor favorable a la
culminación de la educación secundaria.
En el conjunto
de las localidades analizadas, además de las instituciones educativas, son
escasas las instituciones sociales y culturales. En la Candelaria se destaca la
capilla en honor a “Nuestra Señora de la Candelaria”; en el Tala la parroquia
“San Antonio de Padua” y, en el paraje denominado "Finca El Datil",
la casa natal de la escultora Lola Mora; en el Jardín la vicaría construida por
los jesuitas y dedicada a la “Virgen de la Merced”, un CIC -Centro de
Integración Comunitaria- y el centro de salud más importante del departamento.
Todos estos poblados constituyen uno de los circuitos turísticos más atractivos
del sur salteño.
Percepciones y valoraciones de
diferentes actores de la comunidad acerca de la educación
Tanto los
pobladores, como las autoridades y otros actores sociales de relevancia
(productores locales, sacerdotes), perciben que la educación para los jóvenes
de la comunidad (que complemente la recibida en primaria) será la mejor forma
de potenciar el recurso humano. Los actores institucionales valoran el sentido
de la educación y confían en los logros a alcanzar con ella. Expresan su
preocupación por las dificultades en la comunicación entre sí y con el resto de
la sociedad provincial. Resulta necesario fortalecer y mejorar las vías de
comunicación (caminos, telefonía e Internet) que garanticen el tránsito y la
fluidez de las personas y la información. Los acuerdos que se puedan concretar
con los Municipios para fortalecer y asegurar el traslado de alumnos son
fundamentales para extender la cobertura de la oferta de educación secundaria
en este Departamento.
De acuerdo
a las entrevistas realizadas, la percepción de los docentes respecto de sus
estudiantes indica que los jóvenes están poco motivados para el estudio y
relacionan esta situación con el cansancio que produce el trabajo en la labor
agrícola (de economía familiar) del que la mayoría participa. Ello es motivo de
desgano y cansancio, disminuyendo la atención y el rendimiento escolar. La
instalación de programas tales como “Prevención de Trabajo infanto–juvenil” en
la zona podría contribuir a fortalecer la asistencia y el rendimiento escolar. Las
apreciaciones precedentes de algún modo son superadas con gran esfuerzo ya que
hay alumnos que continúan estudios superiores con éxito, lo que reafirma la
percepción de algunos actores como el Sr. Intendente: “el Colegio
Secundario ofrece una buena formación ya que los que se fueron a estudiar a
Salta Capital o a Tucumán concluyeron sus estudios y hoy son profesionales”.
La interrupción de los estudios acontece por dificultades económicas o por la
constitución de núcleos familiares tempranamente.
En la
entrevista con el director y un maestro de la escuela primaria de El Espinal,
manifestaron que sus alumnos tienen buen desempeño, que aproximadamente la
mitad continúa estudios secundarios con éxito en el Colegio del Jardín o El
Tala. También expresaron que las dificultades estaban centralmente en inglés,
ya que los maestros especiales asisten irregularmente y no cumplen con la
itinerancia. Proponen como alternativa instalar aulas de secundaria anexas al
Colegio de El Jardín o disponer de un transporte regular que permita el
traslado diario de los alumnos. El Sr. Intendente expresó la intención de
adquirir un ómnibus con capacidad para transportar 40 alumnos y concentrar toda
la matrícula de nivel secundario en el Colegio de El Jardín.
La
ampliación de la cobertura de la oferta actual, que asegure el ingreso, la
permanencia y el egreso de todos los jóvenes entre los 12 y los 18 años, se
percibe como un bien deseable. No obstante, se dificulta con algunas de las
prácticas familiares que requieren de estos jóvenes como mano de obra de las
tareas agrícolas. También se demanda una campaña que propicie las ventajas de
la educación secundaria, la que origina círculos virtuosos para contraponerse
al desaliento producido por la falta de oportunidades percibidas.
CASO III
Zona Este. - Dpto. Rivadavia, Municipio Santa Victoria
Este - (Localidades: Santa Victoria, Misión La Paz, Santa María). Constituye la
zona de mayor concentración de población indígena.
Características
y relaciones “con” y “en” el territorio
La zona relevada se ubica en el extremo noreste del Dpto.
Rivadavia y pertenece al municipio de Santa Victoria Este. Se encuentra en el
área de frontera que nuestro país comparte con Bolivia y Paraguay, allí se
ubica el punto tripartito -Misión La Paz-
y existe un puente internacional con Paraguay, vallado al momento de la
investigación, para el tránsito vehicular. Por las aberturas de los costados de
la barrera sólo es posible el paso de peatones, bicicletas y motocicletas. El
acceso por ruta se realiza desde la localidad de Embarcación.
El paisaje corresponde al chaco seco, semiárido, siendo
considerado por especialistas[26]
como la región “más característica de lo que es el chaco”.
Las condiciones ambientales determinan un bosque de maderas duras, como
algarrobo y distintas variedades de quebracho, el que fuera extraído en la construcción
del ferrocarril a fines del siglo XIX e inicios del XX, provocando suelos
altamente erosionados en la actualidad.
Las
precipitaciones oscilan entre 500 mm a 750 mm al año, cantidad que se considera
limitada con respecto a la posibilidad de lograr con éxito cultivos anuales en
forma permanente, como maíz, poroto, sorgo, etc. El chaco es una llanura de
escasa pendiente y gran carga sedimentaria, por lo que los principales ríos
como Pilcomayo y Bermejo, entre otros de menor importancia, cambian su curso
con frecuencia formando amplias planicies aluviales y presentando madrejones,
es decir, meandros de antiguos cauces abandonados, en los cuales se acumula
agua en los períodos lluviosos. Las temperaturas del chaco seco son elevadas,
registrándose allí los valores más altos del continente, configurando “el polo
de calor de Sudamérica” (definido por la isoterma de 47° C) con un valor máximo
absoluto de 48,9° C[27].
El
poblamiento de este sector de territorio se inicia hace 10.000 o 12.000 años
cuando la región estaba cubierta por agua y pantanos. Entre 6.000 y 5.000 años
atrás, las aguas se retiraron y permitieron los asentamientos humanos. De esa
época data la existencia, en el territorio provincial, de las siete etnias que
allí habitan: Wichí, Chorote, Nivaclé o Chulupí, Toba, Ava-guaraní, Tapiete y
Chané. Todas conservan sus lenguas maternas. Posteriormente, a fines del siglo
XVIII e inicios del XIX, comenzó el ingreso de los criollos a esta región. La
convivencia de estos dos grupos poblacionales en el mismo espacio geográfico ha
provocado problemas resultantes del enfrentamiento entre ambos. Se percibe en
las comunidades visitadas que la actitud de intolerancia ha sido atenuada[28].
En la
actualidad el chaco se caracteriza por la existencia de bosques xerófilos muy
deteriorados, con grandes áreas salinizadas, con explotaciones forestales y
pastoriles en decadencia, con escasa población e inadecuadas vías de
comunicación. Depende política y económicamente de sus capitales provinciales
que se hallan en la periferia de la región. La precaria red de comunicaciones
existente entre las distintas localidades del Chaco se deteriora día a día. No
hay conexión telefónica, con las consecuencias que ello significa (por ejemplo,
cuando se trata de emergencias o casos de riesgo). Esto se debe en parte a su pobre
actividad económica, baja rentabilidad, escaso poder adquisitivo y a la baja
densidad poblacional. Se estima, demás, que la mayor parte del intercambio
económico entre los dos ejes de la periferia del chaco, que se canaliza vía
Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, influyen negativamente en las actividades
productivas y en la mejora de servicios y redes de comunicación[29].
Los
caminos son de tierra y reciben un mantenimiento precario, por lo que se
transforman en guadales en la época seca y se anegan con las lluvias,
tornándolos intransitables y dejando amplias zonas aisladas por varios días.
Esto ocasiona aumento en los costos del transporte, tanto de pasajeros como de
carga. Hay escasa circulación de vehículos, se ven bicicletas y últimamente se
ha incrementado el uso de las motocicletas. Existe un transporte colectivo
público de propiedad particular que recorre la zona Embarcación- Santa Victoria
Este.
Respecto
de las viviendas puede decirse que coexiste el típico rancho rural de adobe,
con casas de material y cemento provistas por planes de vivienda. La mayoría de
las construcciones poseen techos de chapas de zinc, lo que no favorece al
aislamiento térmico. No se observa la instalación ni uso de tecnologías apropiadas
en la mejora de la calidad de vida respecto de la construcción, la producción y
uso de la energía y el aprovisionamiento, tratamiento, almacenamiento y
distribución del sistema de agua apta para consumo humano. La energía eléctrica
es generada mediante equipos in situ movidos a fuel oíl.
Por otra
parte, se observa que la población aborigen ha hecho abandono de sus
actividades tradicionales de caza, pesca y recolección. Argumentan que Paraguay
ha intervenido sobre las aguas del río Pilcomayo, motivo por el que la pesca no
da los resultados esperados y se abandona, paulatinamente, como práctica.
Incluso han dejado de producir artesanías en madera y chaguar y es sumamente
difícil conseguir miel por su escasa recolección. La práctica tradicional de
hilado y tejido de la fibra del chaguar, a cargo de las mujeres, parece
abandonada; en su reemplazo se observó a varias de ellas tejiendo bolsas de
lana (industrial) a solicitud de comerciantes paraguayos que las venden en los
negocios del área comercial del otro lado del puente internacional.
Las
actividades productivas se reducen a la ganadería bovina a campo abierto con
pasturas de especies naturales. No hay ningún tipo de cercado, el ganado está
disperso por los caminos y deambula hasta en los poblados por las calles y
plazas. Esta actividad es identificada como propia de las poblaciones criollas.
Actualmente viven de los subsidios del estado nacional y no se observa
inserción de la población adolescente y joven en el sistema productivo local,
que permanecen y espera, al igual que los adultos de la comunidad.
La
división política por provincias ha atomizado posibles acciones globalizadoras
para la zona chaqueña y las acciones dinamizadoras de la economía y la
producción de la región (por parte de los gobiernos provinciales que la
conforman) son escasas. En el chaco resulta acentuada la diferencia entre
espacio urbano y rural.
Actores y servicios sociales de
relevancia
Las tres
localidades poseen una escuela de Educación Primaria completa. Tienen calendario
regionalizado, lo que quiere decir que adelantan días de clase para finalizar
antes del período de lluvias que inhabilita los caminos, motivo por el cual los
docentes no pueden salir. Si bien las características generales son compartidas
en las tres localidades visitadas, respecto de la oferta educativa de Nivel
Secundario, cada una de ellas ofrece una situación diferente: 1) Santa Victoria
Este posee institución escolar de este nivel y albergue estudiantil, 2) Santa
María posee un anexo de la institución educativa de Santa Victoria Este, que
funciona en la construcción precaria de una iglesia sin terminar, cedida en
préstamo y 3) Misión La Paz no cuenta con instalaciones para que funcione dicho
nivel. A continuación se describen brevemente:
SANTA
VICTORIA ESTE: Población criolla y etnias: Wichí, Nivaclé, Toba y Ava-guaraní. Parajes de los que provienen los
alumnos: Santa Victoria, Cañaveral, Pozo El Tigre, La Puntana, La Merced.
Tiene un
albergue para estudiantes con capacidad para 120 jóvenes, que actualmente
ocupan sólo 20 persona. Por decisión de las autoridades de la institución, se
alberga sólo varones, generando una marcada discriminación de género. El estado
del edificio es bueno pero requiere mejoras en la cocina, que no se usa por
desperfectos técnicos. Disponen de una heladera de excelente tamaño que no se
utiliza, dada la distancia de centros más poblados para adquirir productos. Los
dormitorios requieren resguardo en sus aberturas para favorecer la ventilación
a la vez que eviten la entrada de insectos y alimañas. Según información de las
autoridades, han efectuado los pedidos respectivos ante quien corresponde.
SANTA
MARÍA: Población criolla y etnias: Wichi y Chorote. Parajes de los que
provienen los alumnos: Santa María,
Misión El Cruce.
La escuela
funciona como anexo del colegio de Santa Victoria Este en la construcción sin
terminar de una iglesia. Con ayuda de la comunidad han logrado cerrar el
frente, le colocarán ventanas y le construyeron un baño, otro está a punto de
ser terminado. El predio de la escuela primaria dispone de suficiente espacio
para la construcción de las instalaciones necesarias con salida a otra calle
lindante.
MISIÓN LA PAZ: Etnias: Chorote, Wichí, Nivaclé,
Ava-guaraní y Guaraníes del Paraguay. Parajes de los que provienen los alumnos:
Misión La Paz, La Gracia, La Estrella, Km. 2, Km. 1, Las
Vertientes Chica, La Bolsa, Las Vertientes y Agua Verde. Total poblacional,
incluidos estos parajes, 1.600 habitantes.
Se visitó
una construcción de adobe de propiedad comunal, para el posible funcionamiento
del colegio de nivel secundario. El edificio se ve muy deteriorado y de escasos ambientes disponibles. No posee
sanitarios. Se visitó el predio que ocupa la escuela primaria y parece ser el más
apropiado para construir en él. Ninguna de las localidades visitadas posee instituciones educativas de otros niveles,
modalidades ni especialidades. La localidad más cercana con escuela de
educación técnica es La Puntana.
Las tres
localidades visitadas, junto a muchos parajes, corresponden a un mismo
municipio cuya sede es Santa Victoria Este. En esta oportunidad el Intendente
Municipal no se encontraba en el lugar, motivo por el cual no se lo entrevistó.
Es notorio en esta comunidad el mayor peso político del senador y diputado
respecto al intendente. Se dialogó con el Diputado que ofreció nombres de
líderes comunitarios para establecer contactos.
Respecto a
otras instituciones sociales, culturales o religiosas, salvo Santa Victoria que
posee mejores instalaciones de salud, las otras localidades tienen pequeños
centros de salud y funciona el sistema de agentes sanitarios. La mayoría de los
problemas de salud se deben a la deficiente calidad, cantidad y utilización del
agua y a la falta de medios adecuados para la eliminación de excretas y
desperdicios. Además de otras enfermedades como chagas, cólera, dengue,
brucelosis, existe déficit nutricional en niños, mujeres embarazadas y personas
de la tercera edad. En Santa Victoria Este existe un comedor comunitario que
alimenta a los niños, atendido por una congregación de monjas que manifiesta
que también se encarga de las madres que llevan sus niños diariamente. Se
conoce de la diversidad de Iglesias de diferentes credos, pero no se observan
templos de ninguno de ellos. La actividad deportiva se concentra en la
localidad cabecera, que posee un complejo polideportivo de dependencia
municipal, para los jóvenes del lugar. Generalmente está poco aprovechado. No
existen clubes deportivos.
Percepciones y valoraciones de
diferentes actores de la comunidad acerca de la educación
Se observa
escasa circulación de los pobladores por calles y caminos. No se percibe el
movimiento propio de los habitantes de una comunidad que realizan actividades
individual o grupalmente. En el colegio secundario que aún mantenía actividades
de fin de año, algunos alumnos se movilizaban solos, no se notó en ningún caso
acompañamiento o intervención de los padres. En el albergue estudiantil aún
permanecían algunos alumnos, a la espera de volver a sus localidades de origen.
La
comunicación de personas extrañas o foráneas con los miembros de la comunidad
es escasa. Aun siendo salvada la barrera idiomática (ya que hablan el español),
sólo consideran interlocutores válidos a sus líderes. Son éstos quienes
dialogan y, de ser necesario, dan información y sugerencias. Con ellos se
acuerda y, por su intermedio, gestiona la comunidad. En Santa Victoria Este no
se dialogó con ningún integrante de la comunidad. En Misión La Paz se habló con
el secretario del cacique de la etnia Chorote, Sr. Alejo Gallardo; también
intervino el Sr. González reconocido en la comunidad por sus trabajos de
relator, narrador y traductor de su lengua materna. En Santa María el cacique
de la comunidad, Sr. Menéndez, no se encontraba por lo que intervino una vecina y luego se incorporó la delegada
municipal Sra. Paula Luna, ambas corresponden al grupo de criollos.
En
general, se aprecia gran dependencia de la población de los servicios sociales del
Estado, tanto nacional como provincial. No evidencia autonomía en la toma de
decisiones ni se manifiestan las motivaciones e incentivos necesarios para
generar acciones conducentes a mejorar su calidad de vida, desde la misma
comunidad.
La
extensión de la obligatoriedad de la educación secundaria requerirá, desde las
instituciones habilitadas al efecto, un compromiso real con las comunidades y
sus problemáticas a fin de preparar a los diferentes actores sociales para una
mayor y mejor intervención en la realidad natural y social del contexto donde
viven. Las problemáticas que son propias
de la comunidad y también tocan a las escuelas, son la carencia de servicios
mínimos indispensables para el desarrollo humano con calidad de vida, la salud
y la comunicabilidad. La institución escolar necesitará fortalecer la
interacción con la comunidad, superando la visión “colonizadora” de la escuela
que los grupos originarios han construido, producto de su experiencia en la
escuela primaria. En Misión La Paz, los delegados comunales con los que se
dialogó expresaron que conocen otras alternativas de acceso a la educación
secundaria a través de dispositivos que pueden usarse solos o complementados
con otros y están de acuerdo con cualquiera de ellos. De requerir la
construcción o ampliación de
infraestructura se cuenta con espacio de propiedad del estado.
Análisis a
partir de las categorías trabajadas
A fin de concretar el objetivo
central de esta presentación[30],
se selecciona un conjunto de categorías teóricas perfiladas en diferentes
trabajos de reflexión sobre: problemática rural, procesos de desarrollo rural y
nuevas teorías sobre territorio[31]/territorialidad.
Asimismo, se enuncian otras tantas categorías surgidas del trabajo con los tres
casos bajo análisis y de la propia experiencia[32]
“en” y “con” comunidades entendidas como rurales (ver cuadro 2 Anexo).
En un
principio se supuso que estas categorías serían excluyentes para diferenciar lo
rural de lo urbano pero en el proceso de análisis se advirtió que pueden formar
parte de un marco referencial que, con ciertas especificaciones conceptuales y
mediciones estadísticas más finas y detalladas (tales como la construcción de
índices y los estudios de conglomerados –cluster analysis- que favorezcan la
elaboración de tipologías), se podrían utilizar para establecer niveles y
grados de imbricación de lo rural en lo urbano y de lo urbano en lo rural.
De la lectura cruzada entre los casos y las categorías
trabajadas, se observan rupturas y continuidades en aquellos aspectos que
permiten identificar y caracterizar la ruralidad, no obstante haberse producido
una fuerte penetración de algunos rasgos de la modernidad: urbanización;
industrialización, tecnologización y producción en masa; ruptura
con la tradición; el desarrollo de los medios masivos de comunicación;
el surgimiento de la clase empresarial; la burocratización; entre otros. En
este sentido se observa:
a) Pequeños grupos poblacionales con menos de 2000
habitantes y población dispersa, entre las que se producen relaciones de
dependencia geo-política[33].
Esto supone que por la cercanía entre ellos, las relaciones de parentesco, las
posibilidades de apropiación y uso de la tierra, el acceso al agua entre otros
recursos, se van configurando asentamientos humanos de diferentes
características y tamaños. Asimismo, dichas poblaciones se organizan y
distribuyen en extensas porciones de territorio, lo que determina una baja
densidad poblacional[34].
b) Predominio de la actividad agropecuaria y explotación de
la tierra como factor de producción. Las actividades agropecuarias no se han
diversificado en los casos analizados ni han surgido procesos de
industrialización, tal como en otras zonas rurales de la provincia (ej. Metán
con la producción e industrialización del arándano o Güemes con la caña de azúcar).
Dicha actividad está asociada a la agricultura familiar[35]
y las economías de subsistencia de familias y comunidades, notándose la
incorporación de algunos avances e innovaciones de la tecnología en uno de los
casos, lo que podría favorecer[36],
en el mediano y largo plazo, la explotación intensiva del suelo.
c) En general, se utiliza mano de obra familiar tanto al
interior de las economías domésticas como en su colaboración con la
microeconomía local (por lo que reciben un salario). En algunos casos las
familias y comunidades subsisten gracias a prácticas y tradiciones ancestrales
(transmitidas intergeneracionalmente) que progresivamente tienden a
desaparecer.
d) Se produce una sobreexplotación de los recursos naturales
sin advertirse prácticas de reposición o conservación. Ello se observa en el
caso II, pero con mayor crudeza en el caso III. Si bien estas prácticas están
asociadas con la preservación de la vida, al parecer se produjo una ruptura de
los lazos armónicos hombre-naturaleza que datan de los orígenes de los pueblos
indígenas. En el caso de las regiones que habitan las comunidades de Santa
Victoria, la sobre-explotación de los recursos (Bosques) estuvo asociada a un
interés comercial, sin que ello redundara en beneficio de los habitantes originarios.
e) Estas poblaciones (agrupadas y dispersas) tienen un
acceso limitado a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación,
no sólo por carencia de recursos económicos para adquirirlas sino por la falta
de acceso a la energía eléctrica y a los sistemas de conectividad (antenas y
pantallas satelitales) en partes del territorio provincial.
f)
Las comunidades que habitan el territorio de los casos analizados se
encuentran conectadas con el resto del territorio provincial mediante redes
viales. En el caso III, dichos caminos son mayormente de tierra y durante
periodos de lluvias se tornan intransitables, haciendo difícil el ingreso y
egreso con vehículos. Hoy, la mayoría de los parajes cuenta con accesibilidad
mediante transportes públicos de pasajeros, aunque la periodicidad y frecuencia
es irregular entre ellos.
g) Los servicios educativos con que cuentan son, en su
mayoría, de nivel inicial y primario. Con la extensión de la obligatoriedad
educativa fueron creándose escuelas secundarias (algunas con formatos
especiales, tales como la itinerancia) pero las condiciones de pobreza y
exclusión (estructurales) por las que atraviesan estos grupos humanos
dificultan el ingreso, permanencia y egreso del sistema, con resultados de
calidad.
h) Los servicios de salud de mediana complejidad no están
presentes en las poblaciones analizadas, cubriéndose la atención médica en
pequeños centros de salud. En algunas de ellas las personas deben trasladarse
varios kilómetros al centro de salud más cercano o a la capital salteña. El rol
que juegan los agentes sanitarios (como parte del programa provincial de
atención primaria de la salud) es de probada importancia en la atención y
educación sanitaria.
i)
No existen
redes de cooperación social e institucional específicamente (e
intencionalmente) conformadas con el fin de fortalecer los vínculos y lazos
sociales. En los casos que existen son espontáneas, asociadas a algunas
prácticas de subsistencia y/o vinculadas a la defensa de algunos derechos como
la lucha por la propiedad de la tierra (en el caso de comunidades aborígenes o
pueblos originarios).
j)
Finalmente,
no se advierte (en los casos analizados) intervenciones públicas ni privadas
que tengan como finalidad la dinamización del territorio ni un desarrollo local
sustentable. Pareciera que esas comunidades siguen siendo parte de
intervenciones con una lógica asistencialista y de cooptación por parte de los
gobiernos, y de uso conveniente de los recursos y de la mano de obra por parte
del sector privado.
Reflexiones finales
A
partir de este breve recorrido conceptual y empírico se puede anticipar que el
debate sobre la nueva ruralidad debe llevar a que los diferentes interesados en
el destino de las poblaciones rurales desarrollen miradas renovadas sobre esta
realidad. Para el mundo académico significa redefinir el objeto de estudio
sobre lo que tradicionalmente se consideró como “lo rural”, vinculado
estrictamente al ámbito de la producción agropecuaria y sostenido por una
visión dicotómica y de tipos ideales contrapuestos: campo/ciudad, tradición/desarrollo,
atraso/innovación. Una nueva visión debe abarcar un espectro mayor de
actividades y privilegiar el tema de las relaciones sociales, abordadas desde
aquello que le es propio a las disciplinas que traten sobre la cuestión
(sociología, economía, antropología, etc.).
Algunas de
las categorías trabajadas también pueden resultar útiles y necesarias para el
análisis de las zonas definidas como urbanas. Ello nos lleva a inferir que no
son excluyentes y que los procesos de globalización, penetración tecnológica,
etc. produjeron modificaciones tanto en la vida de las ciudades como del campo,
en lo rural y en lo urbano, que tornan difícil la tarea de “clasificar”[37]
estas formas de organización y representación del territorio con criterios
mutuamente excluyentes. En este sentido se comparte el argumento dado por De Grammont, H. (2008)
respecto a la opacidad de los límites entre estos ámbitos y a los procesos de
penetración e imbricación entre ellos. “Son escenarios atravesados por
una noción de las distancias modificada por el hábito de las experiencias
migratorias, las conexiones virtuales, la conformación de comunidades
despegadas del territorio, y la disolución de los clásicos límites entre la
ruralidad y el espacio urbano”[38].
A partir de algunos datos de este
trabajo, se observa que parece no haber mutua influencia entre los dos ámbitos
sino predominio de uno sobre otro. Los aspectos (o rasgos de la modernidad) que
caracterizan la vida en las regiones urbanas han tenido mayor peso relativo
para modificar las formas de vida de la ruralidad.
No obstante, existen características que aún nos permiten establecer algunas
diferencias y actuar en consecuencia, tanto para la producción académica como
para fines prácticos de políticas públicas.
Baja densidad poblacional, explotación de la tierra
mediante actividad productiva agropecuaria, agricultura familiar con economías
de subsistencia, precariedad de algunos servicios públicos y sociales (salud,
educación, medios de transporte y comunicación), vínculos interpersonales de
proximidad y familiaridad entre individuos, multifuncionalidad en el desempeño
de algunos roles (médicos y docentes) y pluriactividad de las principales instituciones
comunales (iglesia, escuela, centro de salud), son algunas de las características
que históricamente configuraron a las comunidades rurales, dándoles rasgos
identitarios que persisten hasta hoy.
Como síntesis de los casos analizados se observa un esquema social donde
prevalece la precariedad, la pauperización y el acceso desigual a bienes y servicios
materiales y sociales, sobre todo de políticas vinculadas al desarrollo rural
que, a la vez, recuperen las prácticas locales y sean innovadoras y dinamizadores
del territorio. Dicha situación no es atribuible sólo a los actores que la
padecen sino (y principalmente) a la falta de políticas públicas que
históricamente marcaron la escasa presencia del Estado en los sectores rurales.
Podemos afirmar que aún no se ha profundizado en el conocimiento de lo
propio como fortaleza y se difunde una versión pintoresca que prioriza la vida
en las ciudades más grandes y los recursos naturales de áreas y sectores
privilegiados, a la vez que descuida el espacio rural de difícil acceso,
aislado, incomunicado, con escasos servicios mínimos indispensables, en el que
habitan pobladores con dificultades para subsistir. En las áreas de la
provincia donde se ubica la población rural dispersa, y aún la rural agrupada
de pocos habitantes, las problemáticas socioculturales, ambientales,
demográficas, han adquirido una magnitud tal que requieren acciones de gobierno
específicas para superarlas.
En estas
comunidades se requiere enriquecer
el capital social y generar relaciones de confianza entre sus habitantes, a la
vez que pensar proyectos de desarrollo para atraer y retener personas y
recursos estratégicos para la región y que, simultáneamente, fomenten la
creatividad de las personas, la innovación y el acceso a la sociedad del
conocimiento. Las políticas para el sector deben partir de
considerar a la educación como un factor importante para el desarrollo rural y
la reducción de la pobreza, así como su contribución al arraigo de las
comunidades. La extensión de la obligatoriedad de la educación secundaria
debería pensarse de modo que le imprima a este tipo de comunidades un carácter
eminentemente dinamizador, preparando a los diferentes actores sociales para
una mayor y mejor intervención en la realidad natural y social del contexto
donde viven.
Se trata
de parajes donde hay mucho por hacer en relación a los recursos de que disponen
y a las actividades humanas que realizan, con miras a mejorar la calidad de
vida. Los docentes requerirán estar preparados para el ejercicio eficaz de su
rol en un contexto sumamente diferente de los que generalmente son originarios.
Por todo lo expuesto, analizar y comprender “lo rural” se torna tarea
prioritaria como parte de los procesos de planificación, administración y
evaluación de los sistemas educativos. En ello deben conjugarse una mirada de
lo macro-social, como desafío para mantener la unidad del sistema, y de lo
micro-social, como estrategia para recuperar la identidad de las comunidades y
grupos locales e impulsar un desarrollo sustentable del territorio.
ANEXO
Cuadro 2: Análisis de
los casos, según categorías teóricas y empíricas (o emergentes)
Þ
En rojo
se enuncian las categorías de análisis emergentes del proceso de reflexión y
análisis.
Þ
En negro
se enuncian las categorías surgidas del material bibliográfico consultado.
Categorías de análisis |
Caso I |
Caso II |
Caso III |
OBSERVACIONES |
1.
Cantidad de habitantes (igual o menor a 2.000 habitantes) |
X |
X |
X |
|
2.
Densidad poblacional [39]
(menor a 90 h/km2 en Salta) |
X |
X |
X |
|
3.
Actividad productiva predominante (agricultura y ganadería) |
|
|
|
|
a) En mayor escala y comercialmente |
|
X |
|
|
b) Para la subsistencia y el autoconsumo |
X |
X |
X |
En el caso III subsisten principalmente de los subsidios del Estado |
4.
La tierra como factor de producción |
X |
X |
X |
|
5. Uso de
prácticas ancestrales para la producción y el consumo local |
X |
|
X |
En extinción progresiva en el caso III |
6. Nuevos
factores incorporados a la producción agrícola-ganadera (tecnologización) |
|
X |
|
|
7. Industrialización
de la producción primaria de procedencia rural |
|
|
|
|
8.
La mano de obra familiar en la subsistencia y autoconsumo |
X |
X |
X |
|
9.
La mano de obra familiar en la producción y economía local |
|
X |
|
|
10.
La pluriactividad y la multifunción como fuentes de ingresos locales |
|
X |
|
|
11. Uso y
explotación de los recursos naturales como medio de subsistencia de las
familias |
X |
|
X |
En el caso III se da la recolección de leña y pesca. No cultivan la
tierra. |
12. Uso y explotación
de los recursos naturales con fines comerciales |
|
X |
X |
En el caso II mediante la producción agropecuaria y en el III mediante la
explotación del bosque (madera) |
13. Acceso a
servicios educativos básicos –primarios- (principalmente públicos) |
X |
X |
X |
Actualmente hay instituciones secundarias en los tres casos (con
diferentes formatos). |
14. Acceso a
servicios de salud básicos –centros de salud- (principalmente públicos) |
X |
X |
X |
En los tres casos cobran un papel relevante los agentes sanitarios. |
15. Acceso a servicios
básicos (electricidad y agua potable) |
|
X |
|
|
16. Acceso a
servicios propios de los procesos de urbanización (gas y redes cloacales) |
|
|
|
|
17. Acceso a
sistemas de información y comunicación (radio, televisión, periódicos,
teléfono) |
|
X |
X |
En el caso III se produjeron experiencias relevantes con la radio
comunitaria. |
18. Acceso a
sistemas de información y comunicación (internet, telefonía celular) |
|
|
|
En los tres casos hoy escaso acceso |
19. Existencia
de redes viales |
X |
X |
X |
En los caso I y III son precarias |
20. Existencia
de redes de transporte |
|
X |
|
En los casos I y III no existe transporte público. |
21. Coexistencia
de grupos humanos étnicamente diversos |
X |
|
X |
|
22. Coexistencia
de grupos humanos culturalmente diversos |
X |
X |
X |
Ello es posible por la presencia de población local (diversa) y de otros
habitantes no originarios (productores, docentes, turistas que se afincan en
algunos lugares, entre otros). |
23.
Procesos de construcción, configuración y ocupación del territorio local |
|
|
|
|
a) Existencia de redes de interacción y cooperación social e
institucional |
X |
|
|
En el caso I algunas propiciadas por la autoridad política. |
b) Existencia de vínculos humanos estables y lazos de
solidaridad |
X |
X |
|
En el caso III existen grandes conflictos por la tierra y otros
conflictos entre grupos étnicos diferentes (criollos-aborígenes) |
c) Uso adecuado de los sistemas naturales y ambientales |
|
|
|
En el caso I hay sobreexplotación |
d) Coexistencia armónica de los sistemas naturales y humanos |
|
|
|
En el caso III pareciera haber mayor armonía. |
e) Innovación y dinamización del territorio |
|
|
|
No se observan acciones. |
[1]
Ideas rescatadas de: Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de Salta -
Ministerio de Economía y Finanzas Públicas de la Nación -DINAPREI-, Plan Estratégico para el Desarrollo Educativo del Nivel Secundario en
la Provincia de Salta, Gráfico, Salta, 2011.
[2] En el marco del
Doctorado en Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de Córdoba y
vinculado al Proyecto Nº 2188 del Consejo de Investigación de la Universidad
Nacional de Salta.
[3] Dirven, Martine, “Problemas de definición, medición y uso
de cifras sobre ‘lo rural’ y ‘lo agrícola’”. Entre
reflexiones serias e
irresponsabilidades de diletante,
Unidad de Desarrollo Agrícola, CEPAL, Santiago de Chile, 2004 (Inédito).
[4] Castro, Hortensia y Reboratti, Carlos, “Revisión del
concepto de ruralidad en la Argentina y alternativas posibles para su
redefinición”, Serie Estudios e Investigaciones,
Nº 15, 2008.
[5]
Castro, Hortensia y Reboratti, Carlos, 2008, Ob. Cit.
pp. 2-3.
[6] El entrecomillado es propio.
[7]
Castro, Hortensia y Reboratti, Carlos, 2008, Ob. Cit.
p. 7
[8]
Gómez, Sergio, “Nueva Ruralidad (fundamentos teóricos y necesidad de avances
empíricos)”, en Seminario Internacional “El mundo rural:
transformaciones y perspectivas a la luz de la nueva ruralidad”, Bogotá,
2003.
[9]
Se adopta en los tres subtítulos que siguen (y a los fines de introducir a la
problemática) las dimensiones de análisis aportadas por Gómez, Sergio, 2003, Ob. Cit.
[10] Abramovay, Ricardo, “Funções e
medidas da ruralidade no desenvolvimento contemporâneo”, Texto para
Discussão, Nº 702, 2000, pp. 1-31.
[11] Castro, Hortensia y Reboratti, Carlos, 2008, Ob. Cit.
[12] Dirven, Martine,
2004, Ob. Cit.
[13] Faiguenbaum, Sergio y Namdar-Iraní, Mina, “Definiciones
oficiales de “rural y/o urbano” en el mundo”, en Documento de
Trabajo Interno efectuado para la Unidad de Desarrollo Agrícola, CEPAL,
Santiago de Chile, 2005 (Inédito).
[14] Mançano Fernandes, Bernardo, Las configuraciones de los
territorios rurales en el siglo XXI, Bogotá, Editorial Pontificia
Universidad Javeriana, 2009, pp. 35-66.
[15] Mançano Fernandes, Bernardo, Movimientos socioterritoriales y movimientos
socioespaciales. Contribución teórica para una lectura geográfica de los
movimientos sociales, http://web.ua.es/en/giecryal/documentos/documentos839/docs/bmfunesp-5.pdf. Consultado
el 27/09/2015.
[16] Paz, Raúl, “Agricultura familiar en el agro argentino:
una contribución al debate sobre el futuro del campesinado”, European Review of Latin
American and Caribbean Studies, Nº 91, Amsterdam,
Ed. CEDLA, 2011, pp. 49-70.
[17]
La denominación “espacios rurales” en plural es intencional. Ello en
consonancia con una nueva mirada en la que se parte del supuesto que así como
no hay un territorio sino pluralidad de ellos (Mançano Fernandes, Bernardo, 2009, Ob. Cit.)
tampoco hay una única ruralidad sino tantas posibles según se combinen
prácticas productivas y sociales, desarrollo institucional, características
poblacionales, entre otros variables.
[18]
Gómez, Sergio, 2003, Ob. Cit.
[19] Bartolomé, Miguel A., “Movimientos
Indios en América latina: los nuevos procesos de construcción nacionalitaria”, Serie Antropología, Nº 321, 2002, p. 19.
[20] De Grammont, Hubert, “El
concepto de nueva ruralidad”, en Perez, Farah y De Grammont Hubert
(compiladores), La nueva ruralidad en América Latina. Avances
teóricos y evidencias empíricas, Bogotá D.C., Editorial Pontificia
Universidad Javeriana, 2008, pp. 23-44.
[21] De Grammont, Hubert, 2008, Ob,
Cit., p. 26.
[22] Se puede definir al estudio de casos como un método de investigación de
gran relevancia para el desarrollo de las ciencias humanas y sociales, que
implica un proceso de indagación caracterizado por el examen sistemático y en
profundidad de casos de entidades sociales o entidades educativas únicas. La nota distintiva del estudio de casos está en la
comprensión de la realidad objeto de estudio: "El estudio de casos es el
estudio de la particularidad y de la complejidad de un caso singular, para
llegar a comprender su actividad en circunstancias importantes" (Stake,
Robert, Investigación con estudio de casos, Madrid,
Morata, 1998, p. 11).
[23]
Inicialmente, se las
identifica como rurales según el criterio censal (estadístico), por el número
de habitantes. Según este criterio las poblaciones rurales son aquellas que
tienen hasta 2000 habitantes.
[24] Los resultados del estudio obran en Ministerio de
Educación, Ciencia y Tecnología de Salta - Ministerio de Economía y Finanzas
Públicas de la Nación-DINAPREI-, 2011, Ob. Cit.,
pp.175-197.
[25] Se alude a
dispositivos pedagógicos o estrategias no convencionales de educación (tales
como los sistemas de alternancia, itinerancia y el uso de las TICs -Tecnologías
de la Comunicación e Información-) que reemplacen al edificio escolar y el
espacio áulico formal con personal docente dedicado diariamente a la tarea de
educar.
[26] Torkel Karil, Catalán y Coirini, “La Naturaleza y el
Hombre en El Chaco Seco”, Proyecto G.T.Z. Desarrollo
Agroforestal en Comunidades Rurales del Noroeste Argentino,
Universidad Nacional de Córdoba, 1994.
[27] Torkel Karil,
Catalán y Coirini, 1994, Ob. Cit.
[28] Se recomienda que las acciones a llevar a cabo en
comunidades de este tipo se basen en un estudio pormenorizado de los distintos
factores intervinientes en esta relación de conflicto, ya que aquí se abordan
sólo como parte del contexto relativo a un estudio de caso. Esta sugerencia se
realiza con el fin de evitar que las decisiones tomadas luego sorprendan por
sus efectos. Las problemáticas de índole sociocultural requieren que se las
atienda desde la singularidad que les es propia.
[29] Ejemplo de ello son los escasos establecimientos
agrícola-ganaderos -sólo dos- que se encuentran al entrar al departamento
Rivadavia y sobre la ruta de acceso. Igualmente, sobre un lado y otro de dicha
ruta y con una extensión aproximada de 12 Km., se ubican terrenos de propiedad
de ARCOR S.A., los que fueron cercados con alambrado. Tierras que aparentemente
tienen carácter de reservas, dada la entrada de personas que devastan el bosque
nativo.
[30] Poner en tensión algunas categorías
teóricas sobre ruralidad, en un interjuego con otras categorías emergentes del
estudio de casos, y realizar lecturas explicativas respecto a la impronta que
podría darle al análisis en el campo educativo.
[31] “Los
territorios rurales se definen como espacios geográficos, cuya cohesión deriva
de un tejido social específico, de una base de recursos naturales particular,
de unas instituciones y formas de organización propias, y de determinadas
formas de producción, intercambio y distribución del ingreso que les dan
especificidad regional” (Delgadillo Macías, Javier, “Nueva institucionalidad e impulso a redes
territoriales para el medio rural mexicano”, Conferencia llevada a cabo en la
Universidad de Alicante, España, marzo de 2007).
[32] Parte de esa experiencia se plasma en un trabajo de
indagación en zonas rurales de Argentina, mediante el análisis de un proyecto
educativo implementado en la década de los 90, como parte del Plan Social
Educativo creado en 1993, durante la presidencia de Carlos Saúl Menem. Dicho
trabajo se publica en: Romero, Nestor Hugo, Políticas para la
descentralización educativa en Argentina. El caso del Proyecto 7 del Plan
Social Educativo, Salta, EUNSa, 2015.
[33]
Se refiere a la conformación histórica de los pueblos en relación con el
territorio geográfico que ocupan y los factores económicos y raciales que los
caracterizan.
[34] La densidad poblacional es, a nuestro
criterio, un indicador de valor relativo para determinar si se trata de
poblaciones rurales o urbanas, y debe ser estudiado con mayor detenimiento. No
obstante, utilizado de forma combinada con otros indicadores cobra sentido
explicativo.
[35]“La agricultura familiar representa una visión ideológica
del mundo que se contrapone a la perspectiva hegemónica del capitalismo y por
lo tanto constituye un sector agrario capaz de llevar adelante, en su rol
activo y en conjunto con otros sectores de la economía, un diseño político de
país que se complemente o compita con el modelo agroexportador” en Paz, Raúl,
“Agricultura familiar y sus principales dimensiones: la pampeanización del
término”, Revista Interdisciplinaria de Estudios Agrarios, Nº
41, 2014, p. 8.
[36] Cuando se utiliza
esta expresión no estamos haciendo un juicio de valor respecto a las
consecuencias de la explotación intensiva de la tierra, sólo se alude a los
efectos de la incorporación de nuevas tecnologías en la producción
agropecuaria.
[37] Considero que el trabajo con tipologías (propuestas
tanto por Paz 2011 como por Mançano
Fernandes, 2009) favorecería una
mirada organizadora de la “ruralidad” y permitiría armar agrupamientos en los
que se destaquen ciertas características o rasgos importantes a la hora de
diseñar políticas, programas y evaluar resultados e impactos; tal podría ser el
caso de la extensión de la obligatoriedad de la educación secundaria en zonas
rurales de la provincia de Salta.
[38] SITEAL / IIPE – UNESCO / OEI, “La escuela y los
adolescentes”, Informe sobre Tendencias Sociales y
Educativas en América Latina 2008, Buenos Aires, Talleres Trama
S.A., 2008, p. 148.
[39]Según el Banco Mundial (2005) se considera como rurales a
las poblaciones con una densidad menor a 150 h/km2, entre otras
variables. En función de esta medida en Salta todos los departamentos serían
considerados rurales, salvo Capital con 311,3h/km2. Si se analiza
por localidades la densidad poblacional oscila entre 0,1 y 90 h/km2,
destacándose grandes concentraciones de población en grandes extensiones de
territorio y a la inversa (con gradaciones intermedias) que presentan
características propias de la ruralidad. Por ello, esta variable se torna
imprecisa (por sí misma) para definir “lo rural”. No obstante se la incluye en
el análisis.